Capítulo catorce.

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-Olle,no quiero que me enseñes nada más,vamos a casa,a ver una peli acurrucados en el sofá.

Yo acepte,sinceramente,cualquier plan con Jesús sería perfecto.

Íbamos de camino cuando Jesús vió a uno de esos hombres que hacen tatuajes permanentes que a las 3 semanas o así se borran y salió corriendo hacia el hombre.

-Disculpe señor,querríamos dos,uno para cada uno.

Amor doble.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora