Amor doble.

Capítulo ocho.

-Te quiero, perdón por hacerte esto,soy un idiota,mirate,estas temblando, seré imbécil, no quería tirarte pero...

Yo le calle,en parte, yo ya no sentía frío,el estar junto a el hacia que me olvidara de todo.

-Eh Jesús, no pasa nada, me encantó,me encantó todo.

Jesús me abrazó, y me susurró al oído 'eres mía, de nadie mas,recuerdalo'

-¿No crees que deberíamos entrar a secarnos?

-Sí por favor,estoy muerta de frío.

-Ai mi pequeña,de verdad lo siento.

Jesús me enrolló en sus brazos para que se me pasara el frío y nos metimos en su habitación para dejarme otra muda de ropa,pero no todo fue eso.