Capítulo once.

473 12 1
                                    

Llegó la hora de irnos,así que,volvimos a montar el equipaje en el coche y nos dispusimos de nuevo a Sevilla.

Jesús empezó a bostezar,tenía carita de sueño,estaba adorable.Empecé a mirar por la ventana el precioso paisaje entre la penumbra de las farolas y poco apoco sentía como Jesús apoyaba su cabeza sobre mis piernas.

-¿Tienes sueño?

-Mucho,y se esta tan cómodo así...

Le acariciaba el pelo dulcemente y poco a poco,iba cerrando los ojos hasta que se durmió.Yo le dí un pequeño beso en la frente,me tumbe como pude y heche una cabezada.

Cuando me desperté,ya era de día,pero no se por que extraña razón Jesús y yo estábamos solos en mi coche.Supongo que mis padres habían ido al entierro y nos dejaron allí para descansar,pero eso no me importaba,con estar junto a el tenia de sobrado.

-Pequeñajo,es hora de levantar.

Jesús me miró y respondió irónicamente.

-Jo,cinco minutos mas mami.

-Vamos mi niño,te quiero enseñar mi pueblo,te encantará.

Jesús pegó un salto y añadió

-¡IMPOSIBLE! A mi solo me gustas tú.

-Mira que eres tontín,venga vamos anda.

Le dí un beso y abrí la puerta.

-Ups,¿podemos entrar antes a cambiarme?

-Claro,y así como algo,que tengo hambre jajajaja.

Amor doble.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora