Llegó la hora de irnos,así que,volvimos a montar el equipaje en el coche y nos dispusimos de nuevo a Sevilla.
Jesús empezó a bostezar,tenía carita de sueño,estaba adorable.Empecé a mirar por la ventana el precioso paisaje entre la penumbra de las farolas y poco apoco sentía como Jesús apoyaba su cabeza sobre mis piernas.
-¿Tienes sueño?
-Mucho,y se esta tan cómodo así...
Le acariciaba el pelo dulcemente y poco a poco,iba cerrando los ojos hasta que se durmió.Yo le dí un pequeño beso en la frente,me tumbe como pude y heche una cabezada.
Cuando me desperté,ya era de día,pero no se por que extraña razón Jesús y yo estábamos solos en mi coche.Supongo que mis padres habían ido al entierro y nos dejaron allí para descansar,pero eso no me importaba,con estar junto a el tenia de sobrado.
-Pequeñajo,es hora de levantar.
Jesús me miró y respondió irónicamente.
-Jo,cinco minutos mas mami.
-Vamos mi niño,te quiero enseñar mi pueblo,te encantará.
Jesús pegó un salto y añadió
-¡IMPOSIBLE! A mi solo me gustas tú.
-Mira que eres tontín,venga vamos anda.
Le dí un beso y abrí la puerta.
-Ups,¿podemos entrar antes a cambiarme?
-Claro,y así como algo,que tengo hambre jajajaja.
ESTÁS LEYENDO
Amor doble.
RomansaNovela Gemelier. ¿Nunca te pasó que en el momento menos preciso llega alguien para cambiar tu vida? Esa es la historia de Sara.