(17 final) T.A de Te Amo

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Aquella sonrisa
Un buen motivo
Para
Ser
Feliz

Chris Pueyo.

Al día siguiente hable con Matt sobre lo que pasó en casa de Nora, a lo que simplemente me dijo que ya no podía dar vuelta de hoja y debía enfrentar lo sucedido.

Eso no ayuda en nada.

Toda la semana no respondí a las llamadas de Nora y para evitar encontrarla en mi casa estuve resguardada en casa de Katia, quien coincidía con lo que decía el Cupido falso.
En estos momentos puedo estar arrepintiendome de mis sentimientos.
En estos momentos solo quiero poder hablar sobre ello.

Por cualquier lugar al que iba, me encontraba cosas románticas, en Internet también.
Y accidentalmente conteste una llamada.
Intenté colgar pero no podía, aún no entendía lo que ella decía pero no quería ni saberlo.
Antes de colgar pude entender la palabra amor , y pensé que solo era mi imaginación.

Un poco aburrida de estar en casa, salí rumbo a SCoffee, como siempre estaba un poco vacío, pero el poco murmullo de la gente distraía a mi cabeza, el café llegó y junto con el, una rebanada de pastel que no había pedido.
-lo envía la señorita de la mesa 3- volteé para descubrir quién era y creo que al destino le encanta hacerme valer mierda, Nora caminaba hacia mi mesa y mis piernas no respondían a la orden de correr, finalmente se sentó al lado mío y me miraba de forma molesta.

-ni una llamada, no contestas nada!- solté un pequeño lo siento, pensando que era lo adecuado, no podía ni mirarla sin sentirme una vergüenza.
-Casey, ¿Puedes por lo menos mirarme?- negué con la cabeza, ella me tomo del mentón y me obligó a mirarla, sentí como mi cara empezaba a arder, entonces todo se hizo blanco, ¿Estoy otra vez imaginando cosas?, sus labios se sentían suaves y sabían a dulce, seguí el besó pensando que era otra vez mi mente jugando conmigo, cuando se separó la realidad vino a mi como un golpe, ella sí me había besado.
-disfruta del pastel- me sonrió y salió del lugar.

Mi corazón iba a mil por hora, y mi cara ardía como si me estuviese quemando, pedí el pastel para llevar, salí del lugar tratando de calmar mi mente, pero alguien había tomado mi mano y camino hacia el estacionamiento.
-¿fue demasiado?- negué.
-¿Estas molesta?- negué.
-¿estas bien?- mire al suelo y empecé a rascar detrás de mi oreja, la vi directo a los ojos y ella volvió a sonreír.

Todo vale la pena si ella está sonriendo.

-Nora...yo, lamento aquello que dije....-
-no hay nada que lamentar- y nuestros labios se volvieron a unir.

-Te amo- dije sobre sus labios.
-Me alegra saberlo- me volvió a besar.

Quizá mi vida amorosa no sea todo un desastre.

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