Lo que esconden los dioses

Abraxas, Logan y Allen

Abraxas discutía mentalmente las ventajas e inconvenientes que surgían de este plan disparatado de Logan. Podía observar a Lucas haciendo una escena interminable mientras el director discutía qué ángulo era mejor. Vio a Tadrio en la mesa de bocadillos y se acercó curioso. El rubio se fió en él y le sonrió, luego de tenderle un sándwich siguió concentrado en lo que hacía Lucas. El pelirrojo volvió a problematizar la situación. Era extraño, en especial viniendo de él, pero no quería hacerlo debido a que le caía bien Tadrio. Pero aun así tenía que secuestrarlo.

-¿Y eso que estás por aquí?- dijo Tadrio sacando a Abraxas de sus pensamientos- ¿No tienes trabajo de oficina? Pronto habrá un festival de cine ¿no?

-Razones de fuerza mayor me llevan a odiar el trabajo de oficina.-Exclamó Abraxas suspirando, ese era otro tema que no quería tocar.

Tadrio no pudo preguntar mucho ya que Lucas apareció frente a ellos y se dirigió a los bocadillos. El grupo se reunió alrededor y terminaron bromeando y planeando lo que sería el colarse a una fiesta en casa de Lucas. Claro que el pelirrojo consideró súper extraño y gracioso el que todos fueran vestidos de vikingos hasta la camioneta. Abraxas se coló entre ellos y luego de llegar al evento decidió que mejor entraba por la puerta. Él de todos modos estaba invitado. Ya una vez dentro se encontró con los dos sujetos que no quería ver su padre y Caleb Blawch. El cuerpo del joven se tensó ante la repentina mirada de ambos y sintió un escalofrío.

-Veo que has llegado Abraxas.- dijo su Padre con una voz fría que denotaba molestia.-Saluda al hijo del Ministro de salud...

-Ya nos conocemos- interrumpió Caleb con una mirada intensa sobre el pelirrojo- Hay que dejar las formalidades, es un placer volver a vernos.

-No es como que pueda decir lo mismo.- exclamó Abraxas y dio un paso en la dirección contraria a ellos, su padre lo miró con ira contenida y supo que si los plantaba se molestaría.- Debo irme.

El aura de los alfa era increíblemente asfixiante y él incluso siendo un beta era capaz de sentir como tanto Caleb como su padre emanaban poder y control. El los ignoró y corrió escaleras arriba. Ya sabía dónde podía encontrar a Logan y Allen. Llegó a una de las salas más alejadas de la fiesta y abrió la puerta de golpe. Allen, rubio y fuerte, estaba sobre Logan un Logan pelirrojo y suave. Las ropas estaban desarregladas, pero no estaban completamente desnudos. Abraxas siempre sentía deseos de pintar esos cuerpos que se amoldaban tan bien el uno al otro. Vio la tensión de Logan inicial y el cómo Allen lo cubría levemente con su cuerpo y luego cómo al reconocerlos su amigo solo extendió una sonrisa traviesa y siguió mordiendo el cuello de Allen. El rubio se tensó pero no se atrevió a rechazar a Logan.

-¿No tienes vergüenza? estás en una casa ajena- dijo Abraxas sin sentirse para nada escandalizado por la situación, no era la primera vez que los encontraba así- Aunque ya me puedo imaginar el título de la prensa "Primer Ministro y Presidente de Islandia sorprendidos in fraganti"

Logan no le prestó atención a Abraxas, sabía que este solo buscaba molestarlo, así que mordió el cuello de Allen y volvió a mover sus caderas contra él. El rubio gruñó disfrutando el contacto pero seguía negándose a continuar con espectadores.

-Tácticamente aun no soy Primer Ministro y Allen tampoco es presidente todavía- dijo Logan tomando el rostro de Allen y dándole un beso húmedo y profundo. Luego se separó y obligó al mayor a quedar abajo. Alzó la mirada para ver a Abraxas cruzado de brazos y alzándole una ceja- ¿No te quieres unir?

-No- repuso Abraxas tajante, lo último que quería era hacer eso.

Logan movió sus caderas sobre Allen sin dejar de mirar a Abraxas en una especie de duelo de miradas aunque Logan supiera que perdería. Un sonrojo le cubrió el rostro en cuanto Allen decidió dar su estocada y sintió algo similar a la vergüenza, cosa que Abraxas disfrutó al tenerlo vulnerable ante él. La verdad ya empezaba a sentir algo de calor y debía cortar la situación si no quería tener ciertos problemas luego.

-Logan ¿aún quieres capturar a tu lindo Omega?- exclamó Abraxas con una sonrisa.

En el instante que la palabra "omega" fue pronunciada Logan volvió a mirarlo con curiosidad. Él todavía trataba de conectar a Qué omega se referían, pero las estocadas de Allen no lo dejaban pensar, por lo que se separó de él de golpe. Allen soltó un gruñido a modo de queja y miró furioso a Abraxas pero siguió manteniéndose callado. Logan pasó sus brazos por el cuello de Abraxas era cinco centímetros más alto por lo que se inclinó levemente. Ambos tenían un cabello color del fuego pero miradas muy distintas. Los ojos de Logan era verdes como el pasto y tenía una piel blanca y pecosa, mientras el otro tenia ojos de un color ámbar y una piel blanca sin pecas.

-¿Te refieres a que vas a ayudarme a secuestras a ese lindo manager que vi en tu oficina?- dijo Logan con una sonrisa.

-Te tengo una mejor noticia, está justo en esta fiesta y si te das prisa en vestirte, tal vez tengas tiempo suficiente para idear un plan- Abraxas normalmente no le permitía a Logan acercarse tanto, pero ambos habían desarrollado este acuerdo táctico en donde cierta cercanía y coqueteo era permitido. Solo para ver a Allen sufrir. Observó cómo el rubio pasaba de la furia controlada a levantarse de golpe y acomodarse la ropa para irse ofendido.

-Más me vale ir a calmar al niño o no colaborará- exclamó Logan para sí mismo- Te avisaré en cuanto tenga algo

Logan se fue de la habitación luego de vestirse dejando a Abraxas solo y sintiéndose ligeramente incómodo. No había pensado muy bien lo que había dicho y había terminado cediéndole una oportunidad a Logan. Solo había querido molestar a Allen, pero ahora debía pensar en si ayudaría a Logan o salvaría a Tadrio.