Abraxas, Logan y Allen

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Abraxas se sintió un poco irritado por la mirada de Logan, era como si deseara lastimar y al mismo tiempo no a Allen y eso confundía al menor, no entendía como dos sentimientos tan opuestos podían convivir al mismo tiempo y por la misma persona. Por algo los consideraba tan tóxicos juntos.

-Voy a buscar a Tadrio para presentártelo, trata de resolver tu pelea de amantes lo más rápido que puedas- dijo y después salió de la sala.

Logan corrió un poco para poder alcanzar a Allen. Trató de tomarlo por el brazo pero el rubio rápidamente lo pegó contra la pared y gruñó molesto contra su cuello. El pelirrojo no se resistió, e incluso encontró interesante la actitud animal de su compañero. Jadeó al sentir los dientes de Allen rozar su piel podía sentir las ansias que tenia de morderlo y por mucho que el pelirrojo ansiara eso, no era buena idea continuar algo tan peligroso aquí y ahora. Incuso aunque él fuera quien lo inició.

-Allen debes calmarte- dijo Logan dejando caricias suaves por la espalda del rubio, lo conocía demasiado bien como para saber, que a pesar de todo, él obedecería.

-Tú vas a conseguir que te mate- exclamó el rubio, Logan podía sentir la incomodidad de Allen y se mordió los labios para no reír.

-Yo podría decirte lo mismo- susurró Logan mientras pasaba sus brazos por el cuello de Allen y lo acercaba más a él- Pero debemos volver a la fiesta- Logan lo miró como pocas veces se permitía hacerlo, con vulnerabilidad- Luego podemos discutir nuestro sentimientos, pero por ahora quiero verte reaccionar a ese niño Allen.

Allen se tensó ante ese comentario, pero no hallaba como negarse a ninguno de los deseos de Logan. No sentía que pudiera negarse. Logan acariciaba su cabello suavemente y el rubio solo lo rodeó por la cintura tratando de aferrarse a la mezcla de emociones que sentía cada vez que lo tenía así. Era sentirse completo. Tomó a Logan de la nuca y lo besó, con intensidad, con deseo, con tantas emociones contenidas. La bofetada no se hizo esperar. Logan se erizó como un gato y le dedicó una mirada a Allen que indicaba un odio profundo que luego dio paso a la furia para luego tomarlo del cuello y dejar a Allen contra la pared.

-Sabes que odio que hagas eso Allen- dijo Logan con voz tensa.

-Y yo odio que me hagas esto- dijo Allen molesto- ¿Por qué quieres a ese niño? ¿No te basta con tu colección? Crees que voy a...

-No me importa lo que crees Allen, si me importara no te tendría aquí y así. Creo que tú mejor que nadie deberías ser consciente de que solo eres un juguete y quiero ver cuánto aguantas sin romperte...- Logan se sorprendió de sentir los brazos de Allen aprisionarlo contra él nuevamente- ¿Qué crees que haces?

-Sé lo que quieres de mí Logan, pero sabes que yo también tengo un límite- La voz de Allen salió casi como un gruñido salvaje y Logan no pudo soltarse del agarré aunque pudo liberar un brazo.

Logan no tenía tiempo para esto. Si alguien los veía habría muchas preguntas, más porque se supone que Allen era un hombre casado y no con él precisamente. Logan se dejó besar nuevamente por Allen y aprovechó el descuido del mayor para empujarlo hasta una puerta. Era un baño. Cerró la puerta tras de sí y sintió la mordida de Allen en su cuello. Hizo una mueca. Eso siempre dolía un infierno. Logan no entendía la maña de los alfas por morder, era algo estúpido dado que él no era un omega.

-En serio odio cuando haces eso- susurró Logan tocando la herida luego de que Allen se apartara un poco jadeante.

-Pues es tu culpa por sacarme de quicio Logan, crees que no sé que usas un perfume ligeramente alterado en tu laboratorio clandestino- repuso el rubio echando su cabello hacia atrás y tratando de calmarse, pero le era muy difícil.

Lo que esconden los diosesWhere stories live. Discover now