°THE MEMORIES IN THE LETTERS° (Paperhat)

_Martes_

Flug estaba contento con los resultados de las ventas, valla que vendía muy bien.
Se había topado con villanos de "categoría" obviamente ninguno como su jefecito, bueno, así lo veia él.
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Se encontraba con un simple traje elegante negro, este soltó un suspiro y se miró en el espejo, retirando su bolsa mirando su reflejo.

-Si, voy decente.

¿Porque estaba tan bien vestido? 

Pues, había invitación a toda la ciudad para una cena elegante en el castillo de un héroe que había sido premiado por acabar con la organización más grande de villanos, y no dejar ni rastro de ningún empleado del lugar.

Maldito engreído, organizaba una fiesta, donde solo presumirá como acabo con su malvado jefecito, así eran los "héroes" solo alardeaban de sus victorias, ah pero cuando los vencen, ¿Porque no hacen fiestecitas esas?.

Como sea, la fiesta había comenzado, así que ya se debía ir.

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Una vez en la fiesta, miraba todo ocultando el gesto de asco por tantas buenas acciones, y las habladurías del héroe.

-Entonces, ya con sus intentos de subordinados en el piso muertos, lo tome del cuello y le dije: "Este será tu fin, malvado villano". 

Flug tenía una copa de vino en la mano, y estaba entre ese grupo de admiradores mirando al héroe disimulando su mirada de odio total.

-Él me suplicaba por su vida, pero, ¿Para que perdonarle? Seguiría haciendo el mal.

Maldito exagerado, su jefe JAMÁS suplicaria, menos si es a un maldito héroe como el, ¿Perdonarle?, demonios, ya le hervía la sangre.

-Y sin mas acabe con el.

Todo el grupo comenzó a aplaudir y felicitarlo, excepto Flug, el solo lo miró y recordó algo con que atacarlo.

-Disculpe, señor, si es asi entonces, ¿Porque el villano aquel lo atravesó múltiples veces con unos tentáculos, y usted no podía defenderse por la velocidad?

Todos se quedaron en silencio y el héroe se sobresalto un momento.

-No quiero ser grosero, pero usted no estaba en esa pelea, no le vi.

-Estaba ahí, solo que escondido.

-¿Si? Entonces, ¿Como era mi rival?

-Alto, delgado, una mirada atemorizante, dientes como dagas, vestía elegante con un sombrero de copa, y color de piel, grisáceo.

El héroe maldijo internamente, si, estuvo ahí sin duda.

-Era un buen rival, no lo niego.

-¿Y por eso debía llo-

Fingió tropezar con alguien y derramar el vino sobre el traje del héroe, el cual solo lo miro y despues sonrio.

-No pasa nada, en un momento me limpio, ya regreso.

-Espere, fue mi culpa, déjeme ayudarlo.

El héroe solo asintió y ambos entraron al recibidor del castillo.

-¿Donde consigo toallas húmedas?

-Con eso no se quita el vino.

-No, pero se intenta. 

Flug miraba alrededor buscando con la mirada algún sirviente cerca, nada, vacío, todos estaban afuera, a lo que solo sonrió con victoria.

-¿Sabe, señor? No debió hablar asi, ¿Subordinados muertos?¿Como es eso posible?

Este fingió buscar algo entre su saco.

-Pues, no eran nada comparados a mi.

-Ah, ¿Si?

Este saco un pañuelo y se lo paso por la mancha de vino al héroe, distrayendolo.

-Si, pero agradece al menos que ya no hay que temer.

-Eh, si como sea, lo siento, no pude hacer nada con esta mancha...

Este fingió desilusión y comenzó a ir a la entrada, cuando el héroe se giro para ir a cambiarse, este también, mientras sacaba su rayo desintegrador.

-....pero con la mierda si.

Cuando el héroe se giro, no tuvo ni tiempo a reaccionar cuando Flug disparo, volviendolo cenizas.

-No debió acabar con mi jefecito.

Al salir, obviamente ya con el arma guardada, fue bombardeado de preguntas.

-El héroe fue a cambiarse el traje, no pudimos hacer nada con esa mancha.

Pobres idiotas, se lo creyeron.

(te la kreiste we xdxd)

Una vez acabado, Flug se fue a su departamento, y se vistio como siempre, imcluyendo su confiable bolsa.

Fue a su ordenador y se impresionó por la cantidad de pedidos que tenia, pero decidió primero escribirle a su jefecito chulo, ya después atendería a esos villanos.

Todo estaba bien, hasta que llegó la cosa rastrera esa, ¿Es que acaso solo sabia arruinarle sus momentos?

-¿Otra vez escribiendole?

-Deberías intentarlo, es bueno para desahogarte.

-¿De qué me sirve si ya esta muerto? ¿Entendes, Flug? MU-ER-TO jamás las va a leer.

Esto en cierta forma de lodio al doctor.

-¡5.0.5! ¡Sacala de aqui¡

El oso llego, cargo a Demencia, y se la llevo a otro lado, obedeciendo a su creador.

Este ultimo solo suspiro y siguio con la carta, un poco dolido a decir verdad.