Mierda, mierda, como me pude olvidar...
—S-Saúl...
Se sentía tan ansioso, aún no sabia que hacer con el pelinegro sentado en su regazo, la respiración del menor apoyada débilmente en su cuello, su mejilla reposando en su hombro, sus gafas idas hacia un lado con los ojos debajo de esas mismas cerrados, intentaba vivir el momento hasta lo más profundo, tan lindo. Acariciaba la delgada cintura del menor por sobre la tela de su camiseta, con el miedo a incomodarlo recorriendo su palma, no iban a llegar al segundo nivel, eso lo sabían los dos, además ya debía irse, aunque no quería salir de aquella comodidad que le entregaba el menor, no debía acostumbrarse, de todos maneras todos terminaban traicionándolo de alguna forma ¿acaso Saúl era un caso diferente? Sin moverse demasiado volteo su rostro, vio el pacifico rostro del mas bajo, tal vez le daría un calambre al pobre, alzo su diestra hacia la pelinegra cabellera, Saúl frunció ligeramente sus labios por aquel repentino tacto, el contrario solo se removió haciéndole entender al menor que tenía que levantarse, el pelinegro bufó, el corazón del menor seguía bombeando tan lento, se sentía realmente bien y cálido, finalmente sus ojos se abrieran encontrándose con la mirada del mayor sobre el, la sonrisa del más alto se dio a conocer, ¿era una especie de táctica?
—Me tengo que ir, p-pequeño... —Sonó lo mas convencido posible el castaño—
—Esta bien... —Con la respiración calmada respondió el menor, bajando su mirada tímido— ¿D-Dónde iras?
—Me tienes muy mal, peque... —Jadeo cuando Saúl se removió aun sobre regazo— A casa... iré a casa
El mayor le susurro lo último cerca a su oído, su cálido aliento choco suavemente en el mismo, repentinamente la respiración tranquila del menor era pesada, se supone que todo iba a terminar ahí, nuevamente sintió a Saúl removiéndose en su regazo, una exquisita fricción, pudo observar su bonito cuello, sus clavículas marcadas, un espacio que quería marcar.
—Mmm... Sebas- —Gimió cuando los fríos y largos dedos de su mayor toco la piel de su cuello—
—Te quiero, ¿sabes? —Con su dedos dibujaba abstractamente el moreno cuello encima de el—
—Idiota, me acabas de conocer, oh... —Sus sentidos se contrajeron cuando la caliente lengua del mayor delineo sus labios, muy bueno, demasiado—
—Este idiota se tiene que ir —Susurró el mayor dejado besos sobre el cuello del contrario hasta la clavículas, el menor cerraba sus ojos ligeramente—
Agarro al menor de la barbilla uniéndolo a el en un beso sin segundas intenciones, ninguno de los dos sabía aun que era lo que le pasaba, así que debía pensar bien las cosas, lo ultimo que quería era dañar al menor, tal vez Sebastian por fin había conocido a alguien que no lo juzgaría, ¿tan malo se ve? Debía pensar en como iba a decírselo a sus padres, a Franccesca, claro que no lo tomarían nada bien, pero primero estaba su felicidad, no iba a permitir que le hicieran daño de alguna manera a Saúl, algo lo motivaba a ver el pacifico rostro del menor cuando dormía, lo único que podía hacer ahora era mimarlo, demostrarle que cuenta con el para cualquier problema, ya sea como el amigo, o la persona que caminara junto a el en el viaje de la vida. Lo respiración del pelinegro volvía a ser tranquila, apoyaron sus frente sosteniéndose el uno al otro, claro que pudo ver los ojitos del contrario brillar, sus labios entreabiertos dejando que el oxigeno llegue mejor a sus pulmones, sus pelinegros cabellos moverse por el viento que provocaba una ventana abierta.
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CANCELADA/INACTIVA🚫
Acciónꜰᴜᴏʀᴠɪᴀɴᴛᴇ - ------------ ¿Deberás creíste que sería fácil? -Yo había confiado en el, pensé que nunca que abandonaría -Sus lagrimas amenazaban con salir- ¿Creíste que iba a renunciar todo por ti? -Nunca debí haberle hecho caso, no debí hacerlo -L...