No pain, No love (Camila Cabello y Tú) [G!P]

Capitulo 4- Eran verdes

2 semanas después

Camila POV

Ya han pasado un par de semanas desde que me reconcilie con _______. Me dio su nuevo número, aunque no hablamos con tanta frecuencia ni con tanta confianza, cosa que es lógico el porque. Ella me confesó que estaba en el proceso de mudarse; que vivir bajo el techo del otro no era en realidad lo suyo y que no quería vivir más con su madre ni su hermano. Su hermana vivía en Francia así que no podía hablar de que ella le molestaba, al contrario, ella estaría feliz si viviera con su hermana, cosa que me da temor. Ella me ha comentado que ha pensado varías veces irse a vivir con su hermana a Francia; a veces lo dice en broma; otras en serio; otra no se, pero estoy clara de que en cualquier momento se puede marchar y dejarme a medio terapia. Aunque quiera no me puedo oponer a que ella se mude a Francia o a otro lugar donde se le plazca la gana, ya tiene su cédula y sus ganas de adolescente de escapar.

Como mi terapeuta dijo que estaba establemente emocional con todo lo que estaba pasando, ergo, mi terapia iba progresando rápido, me sugirió, como no, ir a enfrentar a Lauren. Según Ashlee dijo, ella está viviendo ahora en un departamento alejado de donde vivía antes. Al parecer todas esperaban graduarse para irse corriendo de la casa de sus padres. Si yo pudiera, iría con mis padres. Parece que al final si somos lo opuesto.

Varios días después Ashlee me envió la dirección de la casa actual de Lauren. Estaba bastante más nerviosa para ser honesta. El reencuentro con ______ fue agradable, pero difícil para mi. Cálmate, recuerda que es un paso más hacia tu paz. Tenía que mantener en mente todo el tiempo las palabras de la psicóloga para no tener un ataque de pánico en público.

Estaba por marcar mi hora de salida cuando una de las recién llegadas se me acercó.

-¿Cabello verdad?- pregunté con una mirada insegura, pero penetrantes ojos azules. Yo solo asentí sin analizarla mucho, tenía muchas ganas de irme a mi casa.

-Soy Clarke- me dedicó una sonrisa y abrazo su pequeño tablero a su pecho. Si, era un tablero no una carpeta. Que chica más rara.

-Camila- le dije pensando que no sabía mi nombre. Aquí todos conocen a los residentes por sus apellidos debido a unos crueles que no les gusta que les llamen por su apellido.

-Creí que su nombre era Karla- dijo un poco confundida. Miré al piso y suspiré cansada. Ella y Shawn deberían ser mejores amigos.

-Es mi primer nombre. ¿Hay algo que no sepas sobre mi?- la chica se enrojeció. Trato de cubrirlo con su pelo y una mirada hacia el piso, pero su palidez tampoco la ayudaba. Después me miro de nuevo con valentía.

-Tu número- dijo con una sonrisa de lado. Giré mis ojos hacia el cielo.

-Mira linda, aquí tenemos una regla de no salir con los recién llegados así que por favor no la cagues en tu primer año- le dije lentamente para que entendiera. Ella se mordió el labio y parecía que no me prestara atención. Volví a rodar los ojos y me dirigí al ascensor. Malditos ingresados, con razón los residentes son crueles aquí.

-Espera... al menos te puedo invitar un trago- me dijo siguiéndome

-¿Cuantos años tienes 18?- le pregunté y asintió

-¿Como supo?- suspire de nuevo antes de contestarle y llamar al ascensor. La miré y respondí por lo bajo

-Intuición-

El ascensor llegó y yo subí siendo seguida por la insistente ingresada. No paraba de hacerme preguntas, era peor que un maldito interrogatorio. Estaba apunto de lanzarla contra la pared y no de una forma sexy. Para mi desgracia yo trabajaba en el piso 10 y tenía que ir a planta baja. Mi pie rebotaba contra el piso intentando acelerar el elevador de alguna forma, pero parecía que lo único que hacía era ir más lento.