Capitulo 2: Soledad Terminada

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Otro día mas, nada ha cambiado, siempre solo, cansado, haciendo tareas y atendiendo el trabajo, revisando y respondiendo mensajes de mi mamá, se había vuelto ya una rutina, llegaba a casa del trabajo, hacía mi tarea, dormía un rato o veía la televisión, comía algo, ya que llegaba a mi casa cerca de las seis de la tarde, por lo que tenía hambre, después de eso, me duchaba, revisaba mi teléfono, por último dormía, para repetir todo de nuevo. La rutina era realmente aburrida pero no tenía tiempo para cambiarla, me estaba consumiendo, no tenía amigos para salir así que me propuse el conseguir uno.

Admito que algunos meseros del  restaurante eran bastante simpáticos y agradables pero ninguno lo sufisiente como para hablarle más y considerarlo mi amigo. Ya han pasado casi seis meses desde que llegué y nada interasante ha sucedido, sigo sin conocer casi a nadie pero espero hacerlo pronto.

Hasta ahora llevo buenas calificaciones, pues quiero llegar bien a la universidad, pero creo que también debería de cuidar el aspecto social, ya que algunos compañeros me empiezan a molestar, no le doy mucha atención pero, obviamente, no me agrada que me vean como un "raro" más.

Mis compañeros de clase son demasiado inmaduros porque parecen no entender que ya han dejado atras la secundaria, que ya están en la preparatoria; frecuentemente hacen "bromas" a compañeros "raros o débiles" y maestros, y evidentemente, entro en ambas clasificaciones(raros y débiles) para mis compañeros. 

Durante las últimas tres semanas he puesto todo mi esfuerzo en conseguir amigos, sin embargo, no he conseguido muchos resultados, me resulta bastante complicado hacerlo, y el haber cambiado constantemente de escuela durante toda mi vida, creo que no me ayuda. Siempre que intento conocer a alguien, me pongo muy nervioso, y sin temas de conversación, por lo que muchas veces terminan ignorandome o sin tomarme en serio. Sinceramente, creo que si sigo así nunca lograré tener amigos.

He revisado el refrigerador y me dí cuenta de que la leche y el huevo se acabó, tendré que ir a la tienda a comprar, tal vez me hago amigo del cajero... Imposible, pero se vale soñar.

Compré todo lo que necesitaba, lo llevé a casa y como no tenía nada que hacer, decidí salir a la calle para conocer mejor la ciudad  iba tan atento a lo de mi alrededor que no me fije que un tipo alto iba delante de mi y choque contra el.

-Auch- Dijo un tipo de cabello castaño, alto, ojos café miel, su piel era blanca, estaba vestido de una playera de converse con unos pantalones de mezclilla color beige, y vans azules.

-Perdón, no estaba poniendo atención-Dije avergonzado por lo ocurrido.

-No te preocupes, el paisaje está lindo hoy, como para observarse- Dijo con un tono de voz despreocupado y simpático, tenia una sonrisa honesta.

- Jajaja... es cierto, el día está muy agradable- Dije señalando a una pareja que se estaba besando- o por lo menos para ellos, cierto?

- Jajaja... Cierto. ¿ Vives cerca de aquí?

- Si, ¿y tú?- Por fin era mi oportunidad de hacer amigos.

-Si, y nunca te había visto por aquí, me caíste bien a diferencia de la mayor parte de los vecinos- Dijo y yo me quedé sorprendido.

Tanto que me quede casi trabado sin saber que decir

-Oh wow, que bien, t-tu también eres simpatico emm...-Dije todavía un poco trabado, esperando que dijiera su nombre.

-Ah, soy Elliot, ¿y tú eres...?- .

-Yo me llamo Ian -Dije emocionado por que al fin estaba hablando normalmente con una persona que además era simpática.

- Hey, te gustaría que algún día fueramos a jugar el Xbox en mi casa?-.

- Claro, estaría genial, ¿cuál es tu número para quedar?-

Me anotó su número en un papel y nos despedimos.

Oscuro Vacío|PAUSADA hasta que termine de reescribirla|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora