¿Alguna vez os habéis mentalizado para hacer algo que puede provocar una guerra y al final esa oportunidad nunca llegó? Porque eso es exactamente lo que me pasó, todo gracias a mi gran suerte. Pero por fin ha llegado la oportunidad. He tenido que esperar días, semanas, para idear a la perfección un plan infalible.
En realidad he tenido que esperar porque el imbécil de mi ex se fue de vacaciones después de que lo buscara exhaustivamente por el parque con naranjas en mano. Pero eso no importa.
Los días pasan muy rápido cuando son pocos los que quedan para que el infierno comience. Y con el infierno me refiero a lo que los anuncios denominan felizmente como "la vuelta al cole". Madrugar y permanecer encerrados por horas en un edificio puede ser divertido para los niños, pero no para quienes están a un año de entrar a la universidad.
—¿Lo habéis entendido?
A la perfección, nueva profesora que no conozco. Debería reprenderme a mí misma por comenzar a divagar el primer día de clase, pero prefiero concentrarme en buscar con la mirada a Johnattan.
Que por cierto no ha venido. Genial.
El timbre interrumpe lo que sea que nuestra tutora estaba diciendo, haciendo que los estudiantes comiencen a conversar entre ellos mientras guardan sus cosas, dispuestos a salir de la clase lo antes posible.
—¡No olvidéis realizar las primeras actividades de la ficha! —exclama la ignorada mujer.
Salgo de allí como alma que lleva el diablo, haciendo caso omiso a la mención de mi nombre. Estoy demasiado concentrada en encontrar al imbécil que provocó las miradas de mofa dirigidas a mí. Ya lo que me quedaba, mandar a la mierda la reputación que con mucho esfuerzo conseguí. Y no lo digo por tener amigos o simplemente dar una buena impresión; eso me importa una mierda. El problema es que no quiero quedarme sin un grupo con el que hablar cuando me aburro y con el que hacer trabajos grupales. Porque la misma palabra lo dice; no somos más que compañeros de clase.
—¿Adónde vas? —Unas manos se posan en mis ojos, impidiéndome visibilidad para seguir adelante sin chocarme.
—Joder, Crystal —mascullo, apartando sus manos de mis ojos en un gesto brusco—, ahora estoy ocupada.
Mi prima simplemente ríe, mostrando sus blancos dientes. Está claro que no se iba a molestar por mi comportamiento; ¿quién podría arrebatarle esa felicidad que no sé ni de dónde la saca?
—¿Y qué te mantiene ocupada? —inquiere alzando las cejas, seguramente esperando otro cotilleo— ¿Un nuevo ligue?
—Al diablo los ligues, solo quiero vengarme de mi ex —le confieso frunciendo el ceño.
—¡Yo puedo ayudarte con eso! —exclama repentinamente emocionada.
—Por si te sirve —interviene Mika con expresión aburrida, acercándose lentamente a nosotras—, el Johnny del que te tienes que vengar está justo allí.
Tal y como mi mejor amigo me indica, mis ojos distinguen entre un tumulto de adolescentes hormonales a uno que por nivel de idiotez les gana a todos por experiencia. Sonriendo de una forma que antes me encantaba y que sin embargo ahora me repele, juguetea con uno de sus amigos como si la vida se le fuera en ello.
—Será mejor que preparéis las cámaras —alego con una sonrisa.
Esta venganza es lo mejor que he podido hacer en mi lamentable existencia. Parece que he nacido para ser útil, por lo menos, haciendo de mi ex el nuevo hazmerreír del instituto. Todos grabaron en sus cámaras cómo Johnattan paseaba por los pasillos con un cartel en su espalda que decía "Patea al fracasado". Por supuesto, hubo más de un gracioso que le arrebató la dignidad a base de patadas, y todo eso lo pude ver perfectamente. Nadie sabe quién ha sido la persona que comenzó esta divertida broma, pero supongo que ya se hacen una idea.
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Mi Única Estrella [#UAI3]
Novela JuvenilEl amor es todo un problema cuando ni siquiera tienes claro lo que buscas en alguien. Para saber elegir correctamente a la persona indicada, Kylie ha establecido una serie de condiciones que tal pretendiente deberá cumplir: 1° Que sea respetuoso. 2°...