E S P E C I A L

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El constante golpeteo de las yemas de los dedos contra las piezas del teclado daba plena consciencia del inminente y arduo trabajo que el hombre de cabello negro realizaba. Suspirando profundamente por décima vez en los últimos cinco minutos, abandonó su rígida postura sólo para reclinarse descuidadamente contra la silla que ocupaba. La fatiga comenzaba a cobrarle factura luego de las últimas casi 24 horas en las que se había dedicado a trabajar casi sin descanso.

ChanYeol  había estado tan ocupado las últimas semanas. Su agenda estaba repleta, al punto en que no había encontrado ni un solo momento para descansar como era debido. Ni siquiera había podido responder adecuadamente la mayoría de los mensajes y llamadas que cierto bailarín le había hecho, ni hablar sobre verlo personalmente.

La angustia rasguñaba ligeramente su garganta mientras permitía que el pensamiento de que pudiese estar molesto, rondara su cabeza. Más aun, que JongIn continuase diciéndole que se había conseguido una fierecilla personal le preocupaba hasta un punto alarmante. ¿Y si en verdad BaekHyun estaba molesto? Después de todo, apenas hacia un par de semanas que se habían propuesto intentarlo y justo él tenía todo ese trabajo por delante, el cual no le dejaba nada de tiempo libre para estar juntos.

Sabía que no era el hombre más divertido del mundo, mucho menos en comparación con el extravagante bailarín, y era por ello que la constante angustia de que el joven se aburriese de él fácilmente no dejaba de atormentarlo.

Los suaves golpes contra la puerta consiguieron que alzara la cabeza, encontrándose instantes después con la gentil mirada de su secretaria, quien le dedicó una suave sonrisa antes de anunciarle que había alguien que quería verlo. Frunciendo el entrecejo, se vio a sí mismo asintiendo sin siquiera ser consciente, notando como la mujer formal se hacía a un lado, dejando en su lugar a un delgado hombre de cabello rubio, quien le sonrió gentilmente antes de agradecerle y ver como ella desaparecía de la escena.

—¿Ya has comido?— con un gentil tono, se acercó al ordenado escritorio y depositó una bolsa plástica con lo que parecía una charola desechable.

—No he tenido el tiempo.

—Lo imaginé...— frunció el ceño— Sé que tu paladar es sumamente selectivo, así que traje un poco de comida italiana. Ossobuco, risotto alla milanese, salsa boloñesa, y como postre crostata de mermelada de fresa.

—¿Qué hay de la bebida?

—Bueno, no soy tan bueno como tú en seleccionar vinos, así que simplemente me aseguré de que me diesen el mejor vino del restaurante. — alzó los hombros con desinterés.

—Y lo hiciste, simplemente para traerme algo para comer. — la sonrisa que se extendía a lo largo de sus labios mientras abandonaba su asiento y se acercaba decidido al menor, consiguió que éste apartase la mirada avergonzado.

—No te acostumbres. — gruñó al sentir cómo el más alto ceñía sus brazos alrededor de su cintura y lo atraía hacia su cuerpo, intentado encontrar sus labios después— Tan solo supuse que serías tan tonto para dejar de comer por todo ese trabajo que te ha surgido, es todo.

—Eres encantador.— murmuró mientras sus dedos acariciaban los suaves mechones rubios— ¿Y este cabello?

—Un pequeño cambio que tuve hace un par de días.

—Y no estuve allí para verlo. Debes odiarme.

—Bueno no es como si necesitáramos estar todo momento al lado del otro, sin embargo, sí.— frunció el ceño— Quedamos en intentarlo, y tú has estado ausente estos días. ¿Cómo podremos?

—Lo haremos. Lograremos que funcione, te lo aseguro.

—¡Ni siquiera me has besado!— rezongó mientras veía al otro carcajearse— No he tenido a nadie con quien poder quejarme sobre Wendy y su constante deseo por conocer nuestra vida sexual, ni tampoco el humor insoportable de mi hermano. ¿Y qué decir de la obvia mudanza de JongIn a mi departamento? ¡Estoy Volviéndome loco!

ATYPICAL PRINCESS  [CHANBAEK~BAEKYEOL]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora