BaekHyun jamás había creído que podría pensar en otra persona con tanta frecuencia y con tanto cariño, como lo hacía con ChanYeol . Apenas y se detenía un instante, su mente le evocaba los recuerdos de aquellos momentos casi mágicos a su lado; era como si de alguna forma, le hubiese cambiado la vida.
Ahora incluso llegaba a avergonzarse cada vez que Wendy lanzaba comentarios burlescos con referencia a su evidente ablandamiento desde la llegada del mayor. Su hermano también lo molestaba diciendo que en todos los años que habían pasado juntos, nunca lo había visto sonriendo tanto y en tantas ocasiones.
Y la verdad es que era cierto. Cada vez que sus ojos encontraban a los del mayor, su corazón saltaba a la vida y todo alrededor perdía sentido; cada vez que veía una sonrisa extendiendo esos preciosos labios carmín, su respiración se tornaba errática; y cada vez que sentía la tierna caricia del mayor sobre su piel, todo lo demás terminaba para él.
¿Significa algo?
Suspirando profundamente, se miró una última vez al espejo antes de abandonar su recámara e internarse en la mediana sala, en donde esperaba su hermano pequeño y aquel hombre de tez morena que ya parecía vivir en el departamento.
—De verdad, debería comenzar a cobrarte alquiler, JongIn.— viró los ojos con fastidio mientras se perdía en el interior de la cocina.
—¡No sé de qué hablas! — escuchó el grito desde la otra habitación, cosa que le hizo bufar mientras miraba el reloj del microondas. Encendió la cafetera.
—¡Son las nueve de la mañana! ¡Y apuesto a que tu trasero está sobre mi sofá desde hace horas!
—¡No han sido tantas! — el grito le hizo fruncir el ceño mientras regresaba a la sala y se tiraba sobre el sofá, junto a aquel par y robaba el control remoto y el tazón de cereal del que Sehun comía.
—¡Ey! Eso es mío...— se quejó infantilmente
—No me importa...— dijo mientras masticaba las hojuelas y cambiaba el canal— Así que, díganme... ¿Cuándo piensan arreglar este ambiente tenso entre ambos?
—¿De qué hablas?— fue el menor quien respondió mientras fruncía el ceño, evitando la mirada del moreno, quien parecía tener la misma pregunta.
—Ya sabes, el hecho de que JongIn esté prácticamente viviendo aquí y tú parezcas llevar un trozo de excremento en la nariz todo el tiempo.
—Eso es asqueroso, BaekHyun.— el menor se quejó— Además, no ocurre nada.
—Si tú lo dices...— BaekHyun sacudió los hombros, y apenas un par de minutos después, escucharon el timbre de la puerta principal. Chaqueando la lengua, se levantó con desgana y anduvo hasta la entrada principal, curioso por saber quién podría estar tocando la puerta tan temprano. Peinando improvisadamente su cabello con los dedos, abrió enseguida y no pudo evitar fruncir el ceño al encontrar una enorme bolsa de papel frente a él. — ¿Qué diablos...?
—Esperaba cualquier recibimiento, menos ese...— la ronca voz, consiguió que una sonrisa se extendiera por los labios del rubio. Apartando éste último la bolsa, con lo que parecían víveres, encontró los oscuros ojos de su novio, quien le sonrió con complicidad antes de inclinarse y robarle un casto y breve beso.
—¿Qué haces aquí tan temprano?— recorriendo la distancia que lo separaba, se inclinó y rodeó con sus manos la estrecha cintura del mayor, quien sonrió.
—Pensaba que quizás podríamos desayunar juntos, pasar solos un día agradable, tú y yo en la recamara...— murmuró— Haciendo el amor por horas.
—Me encanta esa idea...— ronroneó— ¿Cómo haces para conseguirlo? Tentarme y ponerme al límite en cuestión de segundos.
Todo lo que ChanYeol hizo en respuesta, fue inclinarse y sin importarle soltar la bolsa de víveres, tomó posesivamente los labios contrarios. Lamió lentamente el fino labio inferior y cuando sintió que tenía el consentimiento, irrumpió con deseo en el interior de esa pecaminosa y experta boca, yendo al encuentro de la escurridiza e invertebrada lengua rosada. Ronroneó cuando aquel hábil músculo comenzó a darle batalla. Se besaron con ganas, como si no lo hubiesen hecho en años.
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ATYPICAL PRINCESS [CHANBAEK~BAEKYEOL]
FanfictionUno no quería más dulzura, no era una chica para que lo trataran como a una. El otro estaba harto de involucrarse con mujeres que iban detrás de su billetera, mujeres libertinas y codiciosas. Él quería a una chica linda y que le necesitara hasta par...