No sé

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Faltaba poco para mí graduación, estaba lista para dar el siguiente paso, pero antes tenía que seguir estudiando y lidiar con la época escolar.

Tocan la campana de salida, guardo todo y espero a mi amiga.

-¿Vamos?-pregunté.
-Antes de irnos tengo que decirte que el chico de "5.º C" te está esperando en la salida, me dijo que te avisará.
-¿Quién?
-Jael.
-No lo conozco-respondí con muecas.
-Yo te acompaño y me voy.
-¡No me dejes sola!
-Tengo que hacer un encargo de mi hermana, si no con gusto te acompañaría.

Tenía curiosidad, pero me sentía desconcertada, llegamos a la salida Paula me mostró quién era y se retiró.

-Hola.-saludó tocándose la cabeza.
-Mi amiga dijo que querías verme.
-¿Puedo acompañarte a tu casa?
-No te conozco-apareciendo mi SOS grité: ¡Warren!... Lo lamento tengo planes, adiós.-escapando del momento incómodo.

-¿Qué pasó?
-Discúlpame es que no sabía como escaparme.
-Ok, la próxima avísame y salimos juntos.
-¿Lo conoces?-pregunté.
-Claro, es el Don Juan, así lo conoce el colegio.
-Si mi mamá me hubiera visto...
-Felizmente viniste conmigo.

Pasó la misma situación por una semana consecutiva, era incómodo tan solo salir al recreo o del colegio, definitivamente ya paso desapercibido.

Llego el día martes, mi curso favorito era química nos dirigíamos al laboratorio, pero grande fue mi sorpresa verlo allí en mi aula, resulta que el profesor había dado esta clase a otra sección, pero Jael y dos compañeros más habían faltado al curso y los incluyó en nuestra clase porque valía como nota final.

Buenos días alumnos, el día de hoy compartiremos el curso con tres compañeros de otra sección en esta ocasión realizaremos un experimento yo elegiré a su grupo, tomen asiento por favor.
Empezaremos...

-Camila, Warren, Marco...

En mi mente repetía, que no diga Jael, que no diga Jael, que no diga Jael...

-Mmm, Jael.

¡Mierda!

-Se agrupan por favor.

En ese momento no sabia donde esconder mi cabeza y supongo que él tampoco.
El profesor terminó de agrupar y empezó con la clase.

-Hola, intentaré aportar lo que pueda en el grupo.-Jael, rompiendo el silencio.
-Agradecería que todos tomen nota para comparar al final.-añadí.
-«Cami» yo puedo exponer.-Warren acotó.

Era el peor grupo que me había tocado por el simple hecho que estaba a unos centímetros de mí, no sabía como empezar a romper el hielo tenía que tragarme la incomodidad y empezar.

-Jael y Marco realizarán el experimento nosotros los ayudaremos al finalizar Warren y yo expondremos, espero de su colaboración para sacar una buena nota.- concluí.

La clase finalizó con éxito después de mucho tiempo pude salir tranquila, me fui con Paula, nos desviamos para llegar a nuestras casas y en eso lo veo...

-Hola.-saludó.
-Hola Jael, ¿vives por acá?-pregunté.
-Vengo de visitar a un amigo, no pensé que era tu ruta, quizá piensas que te estoy siguiendo.
-No, solo me pareció extraño no verte en la salida.-buscaba las palabras para salir de la situación y retirarme dignamente.
-Quiero aprovechar para agradecerte por compartir la nota contigo, también quiero decirte que me gustas mucho Camila, me encantaría que me des una oportunidad de conocerte.

El momento fue mucho más incómodo de lo que ya erá y se tornó un silencio infinito, tenía que cortar esto si no me seguiría molestando por más tiempo.

-Jael...
-Camila no me digas nada solo dame la oportunidad de conocerte, tengo que irme cuídate.-marchándose.

Supuse que esta charla quedó pendiente...
Llego a mi casa, ceno y me recuesto sobre mí cama de pronto se me vino a la mente ese momento, quería sacármelo de la cabeza, pero no dejaba de recordar prendo la radio y empieza a sonar una balada de «Melody - No sé».
Me quedo escuchando y me llama la atención una parte que dice: «me quedo quieta o me lanzo hacia él, sigo soñando o me arriesgo a perder».
Terminé durmiéndome con los pensamientos revueltos.

Despierto relajada, hoy tengo una exposición tomo desayuno, me alisto, agarró mis cosas y me voy, pero a partir de ese día todo sería diferente, empecé a recibir por un mes un dulce que me lo mandaba Jael, pero me lo daba Paula, por un momento pensé que era más amiga de él que mía, ella solo me decía que siempre la buscaba y no sabía decirle que no, bueno yo tampoco nunca le pedí que no le recibiera.
Mientras él se estaba metiendo en mi cabeza yo intentaba parar, pero cada dulce venia con una nota, fue muy cursi tanto que me estaba dando diabetes (en sentido figurado).

Al finalizar el mes me cito en el parque para conversar esta vez decidí ir, pero la única diferencia era que tenía el corazón confundido Paula me acompaño y se retiró, era la «amiga alcahueta».

-Camila me alegra que estés acá te cité porque quería conversar, pero antes quería regalarte esto.-sacando de su mochila unos chocolates, un peluche en forma de corazón y una nota que decía... ¿Aceptas ser mi enamorada?

 ¿Aceptas ser mi enamorada?

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Un amor infinitoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora