Mi corazón encantado

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Empezó a sonar una melodía lenta me tomaste de la mano y empezamos a bailar te busqué la mirada, pero me percaté que mirabas mis labios.

—Camila sería osado de mi parte decirte que quiero besarte en este preciso momento, sólo si me lo permites.
—¿Cómo?—titubie.
—Me encantan tus ojos tanto que puedo ver el infinito a través de ellos.

Me acaricio el rostro acercándose lentamente buscando mis labios, mi corazón se aceleraba que podía sentir los latidos, me sudaban las manos estábamos frente a frente a milésimas de sentir sus labios con los míos, pero ...

«Alarma»

Saco la mano de la colcha que me cubría y como pude la apago, recordando que estaba soñando con el amigo de Amanda coloqué mis manos sobre mi rostro sacando mis lagañas estirandome lentamente intentando recordar que había sucedido ayer.

Después del baile Amanda se acerco a nosotros nos abrazo y se puso sentimental ella estaba completamente borracha y ya no lo podía negar la llevamos a su camioneta para luego irnos de la fiesta, obviamente Lucas manejo por que yo no sabía ni prender el auto, pero en mis planes estaba decirle a Amanda que me enseñe a manejar.
No podía llegar a mi casa con mi amiga de la forma en que estaba, tampoco podíamos ir a su casa y dejarla de esa forma así que decidimos ir a casa de Lucas, él no se negó pues vivía sólo en su departamento. Puse música para calmar el ambiente y empezó a sonar (Mi corazón encantado de Aaron Montalvo).

—Déjala no la cambies me gusta esa canción.—dijo Lucas acomodandose el cinturón.
—A mi también me gusta es una mis favoritas.
—Tenemos algo más en común.—mirando el retrovisor.
—¿Algo más?
—Claro después de Amanda.—refiriéndose a la amistad que teníamos con ella.
—Cierto.—sonreí acomodándome el cabello.

Llegamos, rápidamente bajo del auto y cargamos a Amanda entre los dos. Ella deliraba en los corredores del condominio Lucas abrió la puerta de su departamento la recostamos en el sofá y la cubrimos con una cobija.
Lucas me sirvió un vaso de agua y es allí donde me empezó a darme vueltas la cabeza, parece que el alcohol hizo su efecto. Me ayudó a llevar a Amanda a su dormitorio para que yo descansará con ella, porque el se quedaría en el sofá.

En ese momento siento un bulto en mis pies era Amanda que estaba recostada, terminó de estirarme y me dirijo al baño me miró al espejo y veo lo desaliñada que estaba, lavo mi rostro y me arreglo un poco.

«—Camila porque sueñas con Lucas, sólo fue un baile o ¿querías que fuera real? quizá si Amanda no nos hubiera abrazado hubiéramos bailado una pieza más, ¡Hay que cosas digo!— Me digo a mi misma frente al espejo.»

Trato de levantar a Amanda pero ella está profundamente dormida, agarró mi celular y me dirijo a la cocina, intento caminar en cunclillas para no despertar a Lucas me sirvo un vaso de agua y reviso su refrigerador para ver si tenía algo de comer porque moría de hambre en eso votó el vaso de casualidad trató de recogerlo torpemente con la mano y terminó cortandome.

—Mierda.—llevando mi mano al lavadero.
—Camila ¿Estás bien?
—Hola Lucas, disculpame que te despertará intentaba tomar agua.
—No sabía que tomar agua era peligroso.
—Que gracioso.
—Voy por el botiquín.

«Que tonta, que tonta me muero de la vergüenza, no entiendo como Amanda puede dormir tranquilamente.»

—Dame tu mano, esto dolerá un poco pero vivirás.—aplicando alcohol.
— Me arde.—haciendo muecas de sufrimiento.
—Tranquila sólo es para desinfectarte la herida.—soplando levemente para que me calmara el ardor.
—Te aplicare esta medicina para que cicatrice rápido y te pondré un curita tomará su tiempo, pero vas a estar bien.
—Disculpame yo te pagaré el vaso.
—Descuida no me tienes que pagar nada, te voy a preparar el desayuno porque Amanda aún sigue dormida.

Prendes la ornilla de la cocina colocas dos huevos, busca en el refrigerador jugo de naranja, pones a tostar el pan y limpias el desastre que hice.
Aprovecho en llamar a mi mamá contándole que estoy en casa de Amanda y que me quedaré para almorzar.

Pones la mesa y tomamos desayuno yo me siento un poco nerviosa porque se me viene a la cabeza imágenes de mi sueño que me hacen sudar las manos.

—Camila me acompañas a realizar las compras de la semana de paso para ver que vamos a almorzar.
—Ya vamos.—respondí.

En eso suena el celular de Amanda me fijó y decía «hermanito» contestó su teléfono, suponiendo que su familia deben estar preocupados por ella.

—Aló.
—¿Amanda?
—No, soy su amiga de la universidad ella está descansando.
—Llamaba para saber cómo estaba, ayer me dejo un mensaje que se quedaría hasta las últimas consecuencias que me quede tranquilo porque tenía unos grandes amigos que la van a cuidar.
—Eso te dijo.—soltando unas carcajadas.
—Mi hermanita es una rebelde sin causa, cuando despierte dile que me llame, gracias por cuidar a mi hermana, adiós.
—Ok no te preocupes.—colgando el teléfono.

—¿Quién era?—preguntó Lucas.
—Hermano de Amanda.
—Aya, bueno vamos al super mercado te espero en el auto.
—Ok, voy por mi bolso y regreso.

Me dirijo al cuarto veo aún a Amanda durmiendo, le dejo una nota y me voy al auto antes de ingresar me llega un mensaje de texto me fijó y era Jael.

«(Disculpame que te escriba quisiera conversar contigo cuando estés libre me llamas)»

Guardo el celular, pongo música suena la canción que estábamos bailando en el baile la que Lucas me la dedicó inexplicablemente.

—Déjala allí Camila.
—De acuerdo.—bajando la ventana.
—¿Buscaste el significado de la canción?
—Aún no.—respondí un poco apenada.
—Yo tengo la teoría que si por primera vez bailas una canción con una chica dedicasela quizá en ese momento no lo entenderá, pero el destino es tan enrredado que terminará dándole un significado.
—Me gusta tu teoría.
—¿Qué quería?
—¿Cómo?.—respondí asombrada.
—Era él ¿verdad?
—Si, como te diste cuenta.
—Lo note en tu expresión, pero descuida entiendo si no me quieres contar.
—No es eso, solo que me dejo pensando su mensaje quiere que lo llame para conversar.—haciendo señas de entre comillas con los dedos.
—¿Tú crees que quiera volver?
—Quizá, él es impredecible.
—¿Lo llamarás?
—No pienso llamarlo, comprendí que él no es para mí, que fue la mejor decisión que pude haber tomado.
Siempre estuve allí recogiendo el desastre que hizo conmigo está vez las cosas serán diferentes no será cuando el quiera si no cuando yo quiera. Y hoy no quiero, ni mañana, ni nunca jamás porque esto ya se acabó.
—Entiendo, a veces debemos de tomar decisiones aunque nos dejen el corazón roto. Espera yo te abriré la puerta.— estacionado el auto.
—Ok, gracias.

Pensaba entre mí ¿acaso serás tú quien me está dando coraje para olvidarlo? Eres muy atento, lindo y de remate soñé contigo... ¡cierto lo había olvidado! ¡Soñe contigo! ¡Estoy loca! en ese momento me puse un poco colorada que no pude disimular una sonrisa.
Abre mi puerta y veo que me llega otro mensaje de texto a los segundos empieza a sonar mi celular.

 Abre mi puerta y veo que me llega otro mensaje de texto a los segundos empieza a sonar mi celular

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⏰ Última actualización: Dec 04, 2020 ⏰

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