Un amor infinito

Sin ti

  —Si.—respondí sin ganas de entablar conversación.
  —Vamos a pasarla bien, deja de pensar en esa persona que no quiere estar en tu vida.
  —Tú crees.—volteando los ojos.
  —Que especialidad te dedicarás.—buscando un tema de conversación.
  —Era mi primera semana, aún no lo decido.
  —Bueno, yo estudio ingeniería de sistemas este año es mi graduación estas invitada.
  —Gracias.
  —¡Vamos! anímate que no eres la primera que termina con el corazón roto, a mi me engañaron en la época del colegio y mírame ahora, aun sigo vivo.
  —Mmm, voy buscar a Amanda.
  —¿Te acompaño?
  —No, gracias.

Sinceramente no tenía ganas de entablar una conversación y menos con alguien que recién había conocido. Recorro la fiesta y por lo visto todos la están pasando bien, nadie tiene problemas o al menos eso parece, en esa multitud veo a Amanda besándose apasionadamente con un chico, por lo visto la perdí.
Me dirijo a la barra y pido un tequila.

  —Que sean dos, por favor.
  —¿Lucas que haces acá?
  —Demoraste y fui a buscarlas vi a Amanda, pero ella si la esta pasando mucho mejor que nosotros.—recibiendo los tequilas.
  —Gracias.—tomándome y pidiendo otro.
  —Tranquila que la fiesta se trata de disfrutar y no embriagarse.—refunfuño.
  —Quiero olvidar.
  —Si tomas así, acabarás mal.—pidiendo un vino.
  —En serio, ¿un vino?
  —Es más tranquilo y yo no me embriago tan rápido.
  —¿Y porque tomarías tú?
  —Mi última enamorada que tuve, me dejo porque no podíamos tener una relación a distancia.
  —Jajaja pero ya es historia pasada.
  —Es que las relaciones a distancia no funcionan, yo traté pero ella al parecer tenía a otro.
  —¿Tú crees?—respondí tomando un sorbo de vino.
  —Claro, de un momento a otro cambió y buscaba cualquier motivo para terminar.
  —¿Y por eso crees que había otra persona?
  —Nunca lo confirme pero tenía mi corazonada.
  —A mi me dejaron porque iba a viajar a otra ciudad y para él las relaciones a distancia no funcionan.—tomando toda la copa de vino.
  —Déjame servirte.
  —Gracias.
  —¿Cuánto tiempo estuvieron juntos— preguntó, sirviéndose otra copa más.
  —Seis meses, fue mi primer amor.
  —Vaya entiendo, pero al menos no es mucho tiempo.
  —¿Tú crees?—pensando: "¡en serio me dices eso!".
  —Que te parece si jugamos, ya que te veo amiga de la botella.
  —¿Jugar?—sonriendo.
  —Verdad o shot pero con vino que dices, ¿aceptas?
  —Ok, acepto.
  —Yo empiezo, ¿Cuál es tu mayor secreto?
  —Lo siento, shot.—tomándome un sorbo.
  —Uy, empezamos mal.
  —Me toca. ¿Alguna vez te has comido un moco?
  —jajaja, en serio, no jamás... me toca, ¿Qué es lo más ilegal que has hecho en tu vida?
  —Bueno eso si te puedo responder, cuando tenía doce años mi madre nunca me dejaba tomar gaseosa y un día me escapo de mi casa y me robo de la tienda, para mí mala suerte mi vecina me descubrió, yo estaba muerta de la vergüenza sabía que le contaría a mi mamá. Llegó en la noche, me llamo la atención tanto que aprendí la lección.

  —Vaya, pensé que me dirías que te robaste un banco, jajaja.
  —Que gracioso, ahora te pregunto ¿alguna vez te han encontrado haciendo algo que no debías?
  —No responderé.—dijo bebiendo un sorbo.
  —Seguro que si, jajaja.—respondí riendo.
  —Quizá pero no estoy listo para contarte, ahora me toca. ¿Quién te gusta más? ¿Hagrid, Dumbledore o Dobby?—haciendo referencia a Harry Potter.
  —En serio, obvio que Dobby.
  —Buena elección.—asintiendo con la cabeza.

De pronto, a lo lejos escucho un chico bebiendo y tomando como loco, empieza a quitarse la ropa para meterse al piscina, la fiesta cada vez se ponía mas pintoresca.
En ese momento me cae un calcetín en la cabeza.
  —Me han arrojado un calcetín, soy un elfo libre.—haciendo honor a mi soltería.
  —¡Que épico!.—riéndose a carcajadas.
  —El destino, bueno sigo yo, ¿saldrías con una mujer mayor?
  —Si, para el amor no hay edad.—arreglándose el cabello.

Mientras nosotros jugábamos, la botella se acababa y la fiesta también.

  —Creo que páramos, voy a buscar a Amanda.—contesté.
  —Te acompaño.—respondió.
  —Apenas me pare y el licor estaba haciendo su efecto.—apoyándome en la silla.

Nos dirigíamos al centro de la pista de baile entre la multitud era difícil encontrarla fuimos a la piscina, pero de pronto Amanda nos abraza por la espalda empujándonos con ella dándonos un chapuzón, toda la gente empezó a gritar incitando a que otros se lanzarán.

  —Lucas, discúlpame que me apoye en tus hombros pero no se nadar, estoy molesta con Amanda felizmente traía un jeans y no un vestido.
  —Descuida, ¿Te ayudo a salir?
  —Claro.—tomando su mano.
  —Camila, amiga vez que divertido está la fiesta.
  —Vámonos estas pasada de copas, en serio te pasaste para lanzarnos a la piscina.
  —Borracha jamás, sólo estoy picada.
  —No lo parece.—acotó Lucas.
  —No te preocupes por la ropa en mi camioneta hay ropa para ti y Lucas.—recibiendo las llaves.
  —¡Sabías que algo así pasaría!—exclamo molesta.
  —No, pero era para emergencia.—alejándose entre la multitud que nadaba en la piscina.

En ese momento de casualidad solté la mano de Lucas sentí que me hundía, él reaccionó  rápido y me agarró del brazo sujetándome tan fuerte como pude.

  —¿Estas bien Camila?
  —Si, gracias.
  —¿Quieres que te enseñe a nadar?—preguntando sarcásticamente.
  —jajaja.— arrancándome una sonrisa.

Lucas me ayuda a salir y nos dirigimos al estacionamiento no tenía idea de que Amanda tenía una camioneta y mucho menos que contaba con ropa de repuesto.

Entre al auto me cambié esta vez era un vestido muy cómodo para la ocasión luego entró Lucas y se cambió, regresamos a la fiesta a buscar a Amanda, pero ella la estaba pasando bien que preferimos quedarnos un rato más.

  —Camila, ¿Quieres bailar?

Empezando a sonar una canción de «David Guetta - Without You» que significa en español «sin ti».

  —Ok, esta bien.
  —¿Te gusta la canción?
  —Si, aunque no entiendo la letra.
  —Bueno te la dedicó, en tu tiempo de ocio buscas el significado.