Esto es una locura, yo no acepte esto en ningún momento,¡CAMILA ESCÚCHAME!- le reclamaba con voz entrecortada, tratando de hacer entrar en razón a su amiga.
Las dos estaban en una especie de carrera, una carrera un poco extraña,ya que ambas iban muy rápido para caminar,pero a la vez muy lento para correr.
Estaban entrando al instituto, con la excusa de "ir a buscar a sofi".
Era una mentira.
Aunque Ariana no lo vio de esa forma Hasta que observó la sonrisa perversa de Camila mientras iban en el auto.
¿Pero que dices?, la otra noche estabas de acuerdo- le replico entre dientes.
¡PERO YO NO PENSÉ QUE IBA A SER TAN PRONTO!- Espetó exaltada.
Pero es como ¡Diablos! No era sencillo para Ariana el simple hecho de Conocer tan pronto a Srta. Sumisa perfecta (Según Camila).
Vamos Ari, no será tan malo.-Aseguró con voz extasiada por volver a ver a la ojiverde.-¿Que es lo peor que puede pasar?.- fue el argumento que dio mientras se encogía de hombros.
Eso, por supuesto. Le valió un golpe en el estómago de cortesía de Su amiga.
¡¿QUE; "QUE PUEDE PASAR"?!. - le exclamó tomando su brazo dándole vuelta, para poder discutir como se debe.-NOS PUEDE DENUNCIAR POR ACOSADORAS. ¡Y ESO SI ES QUE TIENE PIEDAD!.
Ariana, no seas dramática.- pidió rodando los ojos.
Cansada de discutir, Camila tomó el mando de la situación. Decidió seguir caminando. Si Ariana la quiere seguir,pues bien y si no también.
No pensaba perder la oportunidad de ver a su próxima Baby. Solo por el drama de Su amiga.
Mientras rechina sus dientes, golpeando el piso con la punta de su tacón. Indecisa de que hacer.Antes de perder a Camila de vista, Mando todo a la mierda y comenzó a Seguirla.
Sin decir otra cosa, en todo el camino. Se pararon en la puerta del instituto. Esperando que las puertas de este se abran.
Solo faltaban unos minutos, para que salieran.
¿Nerviosa?-pregunto con burla, observando la notable ansiedad de Ariana.
Esta sólo rodó los ojos, corriendo su pelo una mano para tratar de disimular.
Te encantaría.- respondió con voz de diva, apartando la vista.
Aguantando una carcajada, comenzó a tararear una canción cualquiera.
Esos minutos, fueron Cómo horas para ambas.
Después de lo que pareció años, sonó el timbre, anunciando el final de una jornada escolar.
Como si de una estampida se tratara, comenzaron a salir.
Algunos juntándose con sus padres, otros haciendo saludos extraños entre amigos.
Lo raro, es que Sofi aún no salía.
Se dieron una mirada, algo preocupadas.
Vamos.- dijo Camila, sin mas.
Se adentraron, con semblantes serios.
Cuando entraron, solo vieron un largo pasillo, con unos típicos casilleros.
Esto me trae recuerdos de Vietnam.-Murmuró en broma la latina.
