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Hoy cumplo mi primer año en el trabajo y Charlie me ha dicho que tengo bien merecidas unas vacaciones.

Es viernes, el domingo es mi cumpleaños 23 y las próximas 2 semanas las tengo libres, pensaba en hacer un pequeño viaje a la playa para celebrar mi cumpleaños y despejarme del trabajo y de todo el estrés que viene con él.

Llego a casa y dejo mi mochila en un pequeño armario que tengo junto a la entrada, me quito la chamarra y la meto junto a la mochila.

Recorro las escaleras hasta el tercer piso y me aviento a la cama, como cuando era pequeño, al instante viene a mi mente cuando papá y yo saltábamos en la cama hasta que mi mamá nos regañaba diciendo lo peligroso que era, rió bajo y miro al techo con una sonrisa melancólica.

-Los extraño, me hacen mucha falta.- Digo en voz alta.

El sueño me gana la batalla y me quedo dormido, despierto al día siguiente algo tarde y mi estómago gruñe indicando la necesidad de alimento.

Cuando recibí mi primer sueldo compre varios equipos para hacer ejercicio, y adapte todo el segundo piso haciéndolo gimnasio, pero no había tenido tiempo para estrenarlo, así que decidí que hoy era el día.

Desayune algo ligero y llene una botella con agua fría, subí a mi ahora gimnasio y estuve durante 2 horas ahí, luego tome un baño bastante largo y me acosté en mi cama para hacer una tarde de películas.

Así paso el sábado, algo aburrido pero no podía quejarme, no tenía amigos con quien salir y hace 2 meses intente llamar a mi tío Rob pero nunca contesto, lo busque en facebook y todo indicaba que me había bloqueado. Oficialmente estaba solo.

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15-12-14

Despierto por los rayos del sol y me estiro hasta que los huesos de mi espalda suenan.

No tengo nada planeado para hoy, me quedo un rato viendo mis series favoritas, dan las 4 de la tarde y bajo para ordenar comida a domicilio, pido también un pastel pequeño y preparo una mesita en la terraza de mi casa, al rato llego la comida y subo a la terraza para comer mientras veo el inicio del atardecer.

Ya con la noche algo entrada me recuesto en la silla, soplo la velita de cumpleaños y pido un deseo como siempre.

Me meto un pedazo de pastel a la boca y cierro los ojos, disfrutando del dulce sabor de chocolate.

Ya más noche, me levanto de la silla y antes de entrar por la puerta de cristal corrediza observo el cielo, las estrellas se alinean y muestran lo que parece la cara de un chico, un chico realmente precioso e inconscientemente una sonrisa se forma en mi rostro y mi corazón comienza a latir a mil por hora.

Dante y el chico de las estrellas.Where stories live. Discover now