Conociendo a mi ídolo {JustinBieber&Tú} [TERMINADA]

Capítulo 27: La discoteca y sus facturas

Capítulo 27.

2 meses después. Viernes Noche. 21:00h

-¿Estás lista? -preguntó Vicky a través del teléfono.

-Si -le dije mientras veía mis uñas perfectamente arregladas y de un color turquesa. 

-Vale, ya vamos por ti -me dijo y colgó sin darme tiempo a despedirme.

Vicky y Harry vendrían por mí para ir a una discoteca de famosos, necesitaba despejarme un poco y hace tiempo que no salía. Me ofrecí a cuidar de mi primo pequeño durante dos meses y la verdad no es nada fácil. Cada día salía un titular nuevo en las revistas del corazón, en la televisión y hasta HICIERON UN TT EN TWITTER. Según los "medios" había tenido un hijo en otra relación y bla bla bla. Por suerte George me defendió y aclaró todo en una entrevista que tuvo. 

Bajé las escaleras con mis altos tacones de color aguamarina a juego con mi chaqueta, iba enfundada en un traje descubierto por la espalda y como tres dedos por encima de la rodilla, era blanco y ajustado. 

-Me voy -avisé a Jorge pues era el único en la casa. Últimamente mis padres pasaban bastante tiempo fuera, no solo por su trabajo. Era misterioso, muy misterioso. 

-No vuelvas muy tarde -me dijo y besé su mejilla.

-Jorge, tengo 18 años ya..-le recordé.

-Lo se, pero para mí siempre serás la princesita de mama y papa, caprichosa y hermosa -me dijo tierno. Reí y lo abracé para después salir por la puerta.

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Meneaba mis caderas al compás de "Bailando" de Enrique Iglesias. Mi copa en la mano derecha se balanceaba de un lado para otro, en una esquina Harry y Vicky se daban el lote sin importar dónde estaban. Preguntaréis, ¿Harry? Sí, Harry Styles, el cantante de la boyband One Diretion. Cuando estuvimos en los premios él y Vicky se dieron los números y según me contó mi rubia amiga hablaban noche y día hasta que él apareció una mañana en la puerta de su casa para pedirle ser su novia, LOCO, ¿Verdad? pero sin locuras, ¿De que sirve la vida? Una descarga de adrenalina recorriendo tu cuerpo entero de pies a cabeza lo necesitamos todos alguna vez, ¿cierto..o me equivoco?

Sonreí. Estaban hechos el uno para el otro. 

Noté unas caricias en mi cintura, dirigí mi mirada a ellas y vi las manos de un hombre posadas en ella. Me giré hacia el individuo y quedé sorprendida. 

-Nos volvemos a encontrar -susurró haciéndo aparecer una sonrisa coqueta después.

Mi cara estaría igual de pálida que el primer día que lo conocí. La embriaguez de mi cuerpo tomó control haciéndome saltar a sus brazos y besarle de una manera apasionada, sorprendiéndonos a ambos. 

"Comprende (It´s over)" empezó a sonar y nos separamos, el sonrió. Me di la vuelta y pegué su pecho a mi espalda mientras me movía al compás de la canción, no me reconocía, ésta no era yo.

-Cristina contrólate-sonreí pícara- oh mierda, estás borracha -dijo y me tomó de la muñeca.

-Te llevaré a casa -dijo.

-NO -Le dije- he venido con Harry y Vicky. 

-¿Harry? preguntó- ¿Styles? -Asentí.

-Están saliendo -comenté y miré nerviosa mis altos tacones.

Justin buscó mi boca y calló mis palabras, retrocedimos hasta quedar pegados a la fría pared de la discoteca. Subió su mano por mi pierna acariciándola hasta llegar  a mi cintura.

-¿Seguimos la fiesta en privado? -Preguntó mientras observaba atentamente cada rasgo de mi rostro. No respondía a nada, el alcohol ya había hecho efecto en mí. Corrimos por los pasillos de la discoteca, a veces tropezábamos pero eso daba igual, quité mis tacones y entrelazamos nuestras manos para enfrentarnos a los paparazzis. Volvímos a correr hasta llegar al coche.

-Justin, ¿tú y Cristina habéis vuelto?-preguntó uno.

-¿Habéis tenido un hijo y lo ocultáis a tus fans? 

La de barbaridades que decían eran inmensas pero mi cerebro no reaccionaba, no podía responderles, tampoco debía. Agaché mi cabeza y me aferré más al brazo de Justin para no caerme allí en medio. Abrió mi puerta y entré, rodeó el coche y entró, después, arrancó dejándolos allí mientras se dirigía a algún lugar que no reconocí pues caí dormida minutos después. 

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Desperté en una cama que a simple vista descubrí que no era la mía, sentí una respiración a mi espalda y lentamente giré sobre mí misma dejándome ver el cuerpo que yacía a mi lado. Justin estaba sin camiseta, me miré. 

-Mierda-susurré.

Estaba en ropa interior. Su respiración acompasada y tranquila me hicieron saber que seguía durmiendo, como un angelito, un angelito que se convertía en demonio cuando quería. Lo recorrí con la mirada de arriba abajo, una sábana de algodón lo tapaba de cintura para abajo dejándo ver su perfecto torso con sus tatuajes, apenas se veía piel limpia, pues la demás estaba impregnada de tinta. Su rostro relajado hacía verlo aún más tierno y sus labios rosados entreabiertos daban ganas de besarlos. Me acerqué a él, rápidamente me alejé, ¿Que estoy haciendo? pensé.

-Sólo uno, el último -susurré.

Acerqué mi rostro y junté nuestros labios, los míos calientes como el infierno junto a los suyos tibios. Él no me seguía el beso, aunque era normal, ESTABA DURMIENDO. Pronto sentí su mano en mi cabeza empujándome más hacia él (Si era posible) su mano izquierda se hizo dueña de mi cadera, por donde me cogió y me tumbó debajo de él. El beso en sí era lento pero pícaro a la vez, sus labios tibios se mezclaban con los míos mientras que su lengua jugaba a su antojo dentro de mi boca. Mis manos cayeron en su cuello pegándolo más a mí mientras que su mano derecha bajó de mi cabeza hasta la cama para así sostenerse encima mío. Un gemido ronco salió de mi garganta cuando me mordió el labio inferior. Sonrió y se separó.

-WOW, nunca he tenido tan buen despertar -me guiñó un ojo y sonrió coqueto. 

-Justin, ¿qué hicimos anoche? -pregunté, estaba nerviosa.

-¿No te acuerdas? -me preguntó y negué- Espera que te refresco la memoria. 

Acercó su boca a mi cuello y empezó a dejar besos suaves y húmedos, bajó hasta llegar a mi pecho y entonces lo detuve. 

-¿Qué haces? -pregunté exaltada.