Capítulo 4: "El Ejército Dumbledore"

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En su interior se hallaba Draco sentado en un sillón rojo pasión, su cabeza descansaba sobre el respaldo de éste y sus ojos plata estaban cerrados, me dejaba una escasa vista de su pecho descubierto por los dos primeros botones de su camisa, a su derecha se encontraba el suéter gris encima de su túnica de Slytherin. Su corbata yacía en el suelo. 

Me acerqué a él y recorrí su hombro con mis dedos, miré su rostro y una sonrisa estaba dibujada en él. Rodeé el sillón y me senté a su lado. Draco buscó mi mano y la entrelazó aun con los ojos cerrados y sin dejar de sonreír. Un cosquilleo inundó mi estómago. Tan cerca del peligro y tan tentador. Tal vez era arriesgado estar junto a él pero...me sentía tan a gusto a su lado, aquí, con su mano agarrando la mía. 

-Has venido -susurró ronco. Pegué un pequeño brinco del susto y sonreí. Esa jodida voz.

-Sí -dije. Draco se levantó lentamente deshaciendo nuestro contacto. Caminó hasta el reducido balcón que allí se encontraba y admiró las afueras del castillo. La oscuridad nocturna cubría el castillo. Me asomé junto a él y vi la tensión acumulada en sus ojos.

-Draco –me miró- ¿Qué pasa? –pregunté mientras acariciaba su mejilla. Algo impropio de mí, una Gryffindor.

Draco suspiró y se acercó a mí.

-Llevas días deambulando por mi mente –susurró y acercó su rostro al mío- pienso que si te beso tal vez me olvide de ti -retrocedí hasta chocar con la pared del balcón- y salgas de mi cabeza. –a este paso Draco me había acorralado allí y no tenía salida.

Noté su aliento chocar con mi boca, cerré los ojos fuertemente.

-Hermione –susurró contra mi boca- ¿Puedo besarte?  -Asentí y abrí los ojos, percibí la cercanía de Draco. Él pegó nuestros pechos y miró mis labios mientras humedecía los suyos, me besó como si no hubiera un mañana, un beso húmedo y lento a la vez, hasta que la locura se apoderó de nosotros. Me cogió en brazos y yo rodeé su cadera con mis piernas mientras me llevaba al sillón de nuevo, se sentó quedando yo a horcajadas encima de él. Sus músculos se tensaron debajo mía cuando pedí permiso con mi lengua para entrar en su boca. Mis manos en su cuello ascendieron hasta sus mejillas para profundizar el beso. Una separación de tan solo 30 segundos en los que intercambiamos miradas y cogíamos oxígeno para esta vez, yo, lanzarme a su boca y devorarla. Reparé en las manos de Draco que empezaban a subir por mi espalda y llegaron hasta mi cuello recorriendo para ello mis hombros y deslizándose por mis brazos. Desabrochó mi capa  y la dejó suavemente sobre la suya. Nos separamos y me quitó el suéter que llevaba con los colores de mi casa. ¿Quién lo diría? las prendas de ambas casa enemigas juntas en un mismo lugar, un león sobre una serpiente. Mordí mi labio inferior mientras Draco me desataba la corbata y caía junto al suéter en alguna parte de la habitación, la cual estaba a oscuras desde que llegué. Un cambio de posición me hizo quedar tumbada en el sillón con Draco encima.

-¿Qué hora es? –pregunté jadeante.

-Las once menos cinco –me susurró. Lo miré y acaricié cada rasgo de su rostro.

-Deberíamos volver –dije e intenté incorporarme pero Draco me frenó.

-Quedémonos aquí a dormir –me dijo- juntos.

-Pero Draco, yo…no se –dudé, no sabía ni que había pasado hace 10 minutos, como habíamos perdido el control.

-Sé que no soy de fiar –se levantó de encima de mí- soy una serpiente –rió sarcásticamente- pero fíate esta vez.

-¿Por qué debería hacerlo? –pregunté.

-Porque puedes ganarte un castigo por incumplir la norma de no estar fuera pasada las diez –dijo fríamente.

-Soy prefecta –dije tentándolo.

-Bien Granger, haz lo que te dé la gana –espetó enfurecido.

-Draco –lo llamé, pero el rubio no contestó- me quedaré.

Me tumbe en contra de Draco y me dormí, mañana sería un gran día.

·Al día siguiente·

Desperté con Draco a mi derecha, él me apretaba contra su cuerpo mientras su mano derecha descansaba en mi cintura. Empecé a observarle. Su pelo rubio desordenado le hacía lucir sexy, sus ojos cerrados, su nariz, sus perfectos labios carnosos y rosados estaban entre abiertos, bajé más la mirada y descubrí su pecho fornido descubierto, ¿En qué momento se había quitado la camisa?

-¿Te gusta lo que ves Granger? –Preguntó Malfoy con sus aires de superioridad.

-Imbécil –susurré. Me obligué a levantarme y alejarme de él. Sus manos rodearon mi cintura y me atrajeron a él.

-Estoy de broma leona –besó mi cuello.

-Draco mira no se qué pasó ayer pe..-El rubio me interrumpió.

-Eso no debe salir de aquí, no sé si me gustas, necesito tiempo, ¿Yo te gusto?-me preguntó directo.

-No lo sé, tal vez me atraes pero, no lo sé –tomé mi cabeza entre mis manos- estoy confundida.

-Dios yo también, he besado a la casa enemiga –dijo y se ganó un puñetazo en el brazo de mi parte.

-Solo jugaba –alzó sus brazos.

Tras vestirnos nos fuimos cuidadosamente a la sala común donde cada uno fue para su lado.

Tan solo me quedaba “Historia de la Magia” y mi día habría finalizado. Caminé hasta el aula, poco antes de entrar alguien me metió en el aula de DCAO el cual estaba vacío.

-Draco, voy a llegar tarde –dije.

-Extraño tus labios –susurró y me derretí, por mucho que algo me decía que no debía fiarme la locura le ganaba. Juntó sus labios con los míos haciendo presión.

-Llego tarde enserio –le dije y me soltó, no sin antes darme un casto beso como despedida.

Toqué la puerta del aula 4F y el profesor Binns me hizo pasar, se quejaba de la falta de respeto hacia él por llegar tarde y blah blah blah. Apenas atendí a la clase pues no paraba de pensar en Draco. Quería pedirle consejo a Ginny pero dudaba de que tratándose de Draco me prestara ayuda. Tenía miedo de que estuviera jugando conmigo pero parecía tan sincero que creía que merecía la pena arriesgarme total, quien no arriesga, no gana. Sonreí inconscientemente.

A las 18:30 me dirigí a la Sala de los Menesteres, pues allí nos reuniríamos todos aquellos que habíamos creado el ED, con unas sencillas monedas entré para encontrarme con aquel rubio de ojos plata.

-¿Qué haces aquí? –pregunté.

-Yo bien, ¿y tú? –preguntó sarcásticamente.

-Draco enserio, ¿Qué haces aquí? Esto lo tenemos reservado para el ED.

-Pues…

Ahí lo dejo chicas, con la intriga ;D 6 votos

-Rocío <3 

Amor entre prefectos {Draco Malfoy}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora