Balonazo

9 1 1
                                    

Karen y yo llegamos a la casa y yo intenté memorizar el camino. La casa era, pequeña, acogedora, era como una habitación, pero con cuarto de baño. Habían cuatro literas, Dee y Lily cogieron dos juntas, es decir una detrás de otra. Yo cogí una litera abajo de la de Karen. La cama era cómoda y mullida. Detrás de la habitación de las literas había dos puertas, una daba a un cuarto de baño bastante agobiante y al otro lado había una especie de vestidor. Sonó el timbre y alguien tocaba a la puerta insistentemente. Abrí yo porque nadie parecia querer y encontre a una pelirroja de pelo mojado y a una chica rubia con pinta de tener una gran educación.

-Hola, me llamo Madison Ray O'Connor - dijo la chica rubia.

-Yo me llamo Blair, Blair Whitehill.

-Encantada, me llamo Lauren Wolf, ehm, ¿queréis pasar?

-No gracias, solo veniamos a decir que a las siete es la cena, nos han encargado decirlo la Señora Gordon.
Por cierto, somos vecinas, y vivimos justo enfrente.

-Oh vaya... bueno, lo que queráis, tocadnos la puerta.

Diciendo esto se dieron la vuelta y se dirigieron a su casa.

-Han dicho que a las siete es la cena, y son las... vaya las cuatro, se me ha pasado el tiempo volando.

-Deberíamos vestirnos e ir a explorar un poco,¿no?- dijo Lily

-¿Por qué no?, venga vayamos - le respondí.

Diciendo esto, Lily se acicaló un poco más, a mi me daba igual, asi que la esperé - Venga, vamos.

Fuimos por todo Verbiage y a mi me pareció como si fuese donde el otoño vivía, todo lleno de hojarasca, no hacía mucho frío pero hacia falta una sudadera, parecía perfecto para mí, salvo por la gente. Iba pasando por un pasillo y un silbido me alarmó.

-Heey nenas, ¿que hacéis por aquí?- soltó un tío desde un grupito que se apoyaban en las taquillas.

-¿Perdona?-le solté yo misma en un grito ahogado de rabia.

-Ey, tampoco hace falta ponerse así guapa.

-¿Puedes callarte así, y punto?

-Tío déjalo, Drake, son unas estrechas.-le dijo otro tío.

Les lance una mirada intimidante, agarré a Lily del brazo y nos alejamos de ellos.

-¿Por qué has hecho eso? -dijo Lily

-¿A qué te refieres?

-Es...es Drake Carter, es de los populares aquí...

-Lo siento mucho pero no me importa lo más mínimo.

No me esperaba eso de Lily, bueno, realmente la acababa de conocer, supongo que comprendí lo que quiere decir que nunca terminas de conocer a nadie. Salimos del pasillo al exterior y un balonazo impactó en las piernas de Lily haciendo que se cayese.

-¡Ay! ¿Demonios, quién ha sido?

Un perdón lejano se dejaba oír entre la multitud de gente. Giramos la cabeza y me asombré tanto que ni disimule. Un chico de pelo rizado y con equipación de fútbol se acercaba hacia Lily, así que me alejé y quede en un segundo plano.

-Vaya, perdona, ¿estás bien?

Noté que Lily también se asombró y le afirmó su pregunta titubeando.

-Caray, espero no haberte hecho mucho daño... ¿por cierto cómo te llamas?

- Li-lily Wi-willows... descuida creo que no me hice nada.

-Perdón lo siento mucho... oye, mira, si quieres pásate por la casa 8 esta noche, hemos pedido permiso y va a haber un fiestón para empezar el curso.

-Va-vale iré.

-¡Genial, llévate a tus amigas!- diciendo esto se fue al campo de fútbol.

-¡Pregúntale como se llama! - le dije en un susurro más bien gritado.

-¡Oye!¿Cómo te llamas?

Él se giró y le contesto -¡Chase, Chase Williams!- le sonrió y se dió la vuelta.

Se alejó y Lily y yo nos miramos mutuamente sonriendo y notablemente sonrojadas, primer día, primera fiesta, dios mío-¿voy a ir?- pensaba, claro que iría, pero por otro lado, que vergüenza, ¿será un error?

Rápidamente nos fuimos a casa y miramos la hora, las seis y media, y a las siete era la cena.

-¡Vaya si estan aquí Batman y Robin!¿Qué tal por Gotham?

-¡Dee, dios mío no te vas a crear lo que nos a pasado!

(se lo cuenta todo detalle a detalle)

-Ajá...y por eso venías gritando...vaya muermo chica, pensaba que yo que sé, a Heather Ohlson le había entrado diarrea o algo parecido, hubiese sido como, una lluvia de meteoritos.-soltó una risita de cerdo y sus ojos se pusieron muy serios mirando a la pared - ¡son las siete menos diez! ¡Corred o no llegamos a la cena, que la Sargento Gordon hace guardia en la puerta del comedor y al que llega tarde le castiga!

Diciendo esto corrimos como unas locas hasta el comedor menos Karen, que decía que no le apetecía cenar.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Aug 01, 2018 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Quemaduras De Primer GradoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora