CAPITULO 15.

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Christian me despierta temprano ya que tenemos que irnos a trabajar. Nos levantamos de la cama y mientras el entra a ducharse yo escojo la ropa que me voy a poner para mi primer dia.

Cuando Christian sale de la ducha entro yo. Cuando termino de ducharme me visto y me arreglo el pelo. Mientras me maquillo Christian se peina y al verme se muerde el labio.

    -¿ Qué pasa?- le pregunto riéndome.

    - Estas extremadamente sexy- dice giñándome.

     - Según tú siempre estoy sexy- digo guardando mi maquillaje.

     - Es que siempre lo estas, eres incleiblemente sexy hasta con el pelo alborotado y sin peinar- dice abrazándome por la cintura mirandome por el espejo.

Yo me sonrojo y niego con la cabeza.

      - Vamos a desayunar anda, que se nos hace tarde- le digo separandome de él.

Él coge mi mano y salimos de la habitación. Cuando llegamos al comedor Maria nos da el desayuno.

       -¿Nerviosa?- pregunta mientras come.

       - Para nada- le digo mostrándole una sonrisa.

       - Esa es mi chica, segura de sí misma- dice él.

Terminamos de comer y salimos para montarnos en su ferrari negro. Cuando llegamos a la empresa aparcamos en una plaza especial para él.

      - Esa plaza que hay al lado de la mía es por si algún día vienes en tu coche- dice cuando bajamos del coche.

      - Vale- le contesto.

Entramos en la empresa y todo el mundo se nos queda viendo.

      - Me miran como si fuera una diosa o algo y eso que ya vine aquí antes- digo cogiendo la mano de Christian.

      - Te miran porque ahora eres dueña también de la empresa, porque saben que nos vamos a casar y porque si te dicen algo saben que se las verán conmigo- dice dándome un beso en la frente cuando llegamos al ascensor.

Yo le beso, y él me corresponde hasta que escuchamos un carraspeo.

     - Chicos no es por entrometerme pero esto es un lugar público- Nos dice Óscar, el que acaba de llegar con Alba.

      - No es un lugar público, ya que es una empresa privada y más concretamente nuestra empresa por lo que podemos hacer lo que queramos- le digo entrando en el ascensor.

      - Perdone por la confusión señora directora, no habrá más confusión- dice riendo.

Todos nos reimos y yo le doy un abrazo a Alba.

       - Te he echado de menos- digo abrazándola fuerte.

       - Pero si hemos estado tan solo un día sin vernos- dice riéndose.

      - Perdona mejor amiga, si tú estabas retozando con tu novio probando todas las camas y lo que no son camas de tu casa y no te has acordado de mi no es mi problema. Pero yo que me mantengo fiel a ser virgen hasta el matrimonio si me e acordado de tí- digo llorando falsamente.

      - Virgen hasta el matrimonio... la que me espera- susurra Christian.

Lo que provoca que todos salgan riendo del ascensor y yo detrás con mala cara, cuando por fin entramos a la oficina respondo:

     - La que te espera de qué, si eres un pervertido que solo quiere lo que quiere buscate a otra porque conmigo no lo vas a conseguir- digo sentándome en su silla con los brazos cruzados.

     - Que chistosa es, te creeríamos si no te hubiéramos encontrado que una situación comprometedora nunca, pero como no es así no te vayas ahora de santita- se rie Óscar.

     - Vale- digo.

Me levanto de la silla y salgo de la oficina de Christian,para a continuación entrar en la mía enfadada.

Enciendo el ordenador y observo todos los documentos que hay en mi mesa. Suena el teléfono que hay en mi mesa por lo que contesto.

 - Dígame.

 - Buenos días señorita Sofía, le comunico que yo seré su secretario, me llamo Manuel y estaré a su servicio siempre que lo necesite, me encontrarás en la mesa que ahí en la entrada de su oficina.

 - Vale perfecto Manuel, muchas gracias.

 -Denada señorita.

Me pongo de pie apoyada en el ventanal de mi oficina que es igual que el de Christian. Pasan dos minutos hasta que la puerta de mi oficina se abre.

-¿ Por qué te has ido así?- dice Christian.

- Para darle un corte a Óscar, ya me he cansado de siempre lo mismo- le digo abrazandolo.

- Que mala mi princesa- dice besándome.

-Ves lo que te digo,para que me voy a disculpar si siempre los encuentro igual- dice Óscar que acaba de entrar en mi oficina.

- Discúlpate, ya- dice Alba.

- Esta bien, lo siento, sabes que solo lo hago para picarte- dice dándome un beso en la mejilla.

- no hay problema, sabes que he dramatizado un poco para picarte- digo abrazándolo.

Él se rie y pasa su brazo por encima de Alba y dice

- Bueno chicos, deberíamos de empezar a trabajar, nos vemos a la hora de la comida.

Los dos salen de mi despacho y Christian me da un beso y sale también.



Mi día a consistido en rellenar papeles, firmar documentos, comprobar contabilidad y muchas más cosas, a la hora de la comida fuimos los cuatro a comer a un restaurante y cuando terminamos volvimos a trabajar.  Al llegar  a casa cenamos y nos acostamos después de un día de lo más agotador.

casada con un millonarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora