Katherine, la bruja de hielo

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El sonido constante de las campanadas matutinas, alerta que indicaba la hora siendo temprano por la mañana, despertó a Katherine de su no tan profundo sueño, haciendo que esta, con algo de pesar, levantara la mitad superior de su cuerpo y abriera sus ojos cansadamente

Parpadeando y bostezando, para después chasquear su lengua y labios mutuamente, ella estiró su cuerpo mientras se escapaba un pequeño fragmento de su dulce, suave y femenina voz

Una vez hecho esto, ella se puso de pie y caminó hasta el baño, que se encontraba al otro lado de una puerta en su habitación

Mirando a la muy despeinada e indecentemente impresentable ella en el espejo, lavó su cara con el agua saliendo del dispositivo metálico en la cuenca frente a ella, para después enjuagar un poco su boca y cerrar el flujo del líquido para evitar un desborde

Una vez que terminó, lo siguiente fue la clara acción de bañarse, entrando en la bañera y sumergiéndose en el agua, luego, de una forma casi que inmediata, el agua que una vez estuvo tibia, pasó a tener una temperatura perfectamente equilibrada y caliente, capaz de rejuvenecer y curar el alma de cualquiera

Cabe decir que la temperatura recién adquirida estaba establecida por factores específicos, definidos por la mente y el cuerpo de la chica cuyo nombre completo era Katherine Paoli le Lifanice, tales como, sus gustos, resistencia corporal, aptitud física y sobre todo, el mana emanado de su cuerpo y absorbido por la bañera para calentar el agua, un mecanismo asombroso e innovador, en su momento claro esta

Después de una sesión rápida de 5 minutos, Katherine regresó a la habitación principal, y con un rápido uso de sus manos y los cajones en los que almacenaba su ropa, se vistió y, tras estar lista, salió a desayunar

Mientras estaba sentada en la mesa correspondiente de su año, que era segundo en la preparatoria, ella agradeció por la comida, sumando su voz al unísono coro que se llevó a cabo al mismo tiempo en el lugar, para después comenzar a comer

El platillo de hoy era arroz con carne guisada, acompañado de una ensalada de patatas y algunos guisantes, mientras que las grandes piezas de carne de res de la más alta calidad, junto con la única copa de vino en la mesa, no pasaban desapercibidos y, junto con las otras grandes cantidades de comida exuberantemente finas, daban a entender que no se trataba de gente normal la que comía sobre esas mesas

Después de un desayuno como ese, muy poco ligero, cada año se dirigió a su debido salón para recibir las clases, y después de un rato sentada en su pupitre, finalmente llegó la encargada de dar la clase del día de hoy

Mientras hablaba y demostraba a través de ejemplos y dibujos en el pizarrón, la profesora, aparte de demostrar su enérgica actitud, le estaba enseñando a los alumnos sobre la alteración artificial de materia a través de la magia, y después de explicarlo teóricamente, pidió a un voluntario que la ayudara a demostrarlo en lo práctico, llamando así a Katherine

- ¿yo? –dijo señalándose a sí misma

- Si, tu cariño –respondió amistosamente la mujer que aparentaba unos 50 años probablemente

Suspirando, Katherine se puso de pie, con esta acción, todos los estudiantes presentes tomaron medidas preventivas, siendo el sacar una bufanda y usar la mesa como escudo las más comunes entre ellos

Una vez frente a la pizarra, que por cierto, estaba estipulada y ubicada al igual que en las clases universitarias de la actualidad, con el profesor en el área baja mientras que, con unas escaleras, los pupitres iban subiendo hasta llegar al punto más alto, dando una forma de onda hacia arriba, Katherine suspiró y miró la mesa con la piedra encima de esta, para luego preguntar

Mi Familiar Es... ¿¡Un Ser Humano!?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora