Un mundo sin límites. Bestias, caballeros, humanos, dioses, heroes y diversas razas regían su potestad libremente por sus confines.
Desear algo o tener un sueño en un lugar como este, ¿era tonto? A las personas que vivían en él no parecía importarl...
Con una cantidad de fuerza excepcional, la espada fue hábilmente balanceada en contra de la base del árbol delante del chico, impactando de lleno y haciendo un sonoro eco que se perdió en las llanuras lejanas
[Golpe]
Normalmente, la tarea de cortar un árbol seria realizada con un hacha y por un experto en el tema, ya sea por motivos económicos, familiares, de supervivencia... etc.
[Golpe]
No obstante, quien estaba llevando a cabo dicha tarea, era un joven chico de 18 años, vestido con un sencillo equipo sobre su cuerpo, dando a entender que de un aventurero se trataba; su cuerpo era cubierto por una pechera de piel y cuero reforzado, en el interior de la misma había una cota de malla que también le servía como protección extra y le ayudaba a moverse, sus piernas estaban cubiertas por un ligeramente desgastado y algo descocido pantalón, mientras que unas botas con hebilla de plata cubrían sus pies
[Golpe]
Y por supuesto, el joven no estaba usando un hacha como se acostumbraría, sino más bien, una espada de doble filo con una detallada decoración en la empuñadura y un ligero resplandor en la hoja, que daba a entender la calidad exhaustiva que debía de tener la espada, la cual lo había acompañado en incontables aventuras y había tomado la vida de innumerables enemigos; ahora, ¿Cuál era el motivo por el cual el joven aventurero estaba talando un árbol con una espada de alta calidad?
[Corte] [Explosión]
Sencillo, estaba entrenando
- Uf –dijo secando el sudor de su frente– y con ese son 40, hoy fue un día bastante productivo
Y así, con una sonrisa de satisfacción en su rostro, el chico clavo la espada en el suelo mientras observaba el horizonte, a expensas de 40 árboles talados del tronco que yacían inútilmente en el suelo gracias a su entrenamiento
-o-
- ¡oh! ¡asombroso!
Como un niño pequeño en una dulcería, Hioto observaba su alrededor con sus ojos brillando con la intensidad de una emoción genuina, él estaba cumpliendo el sueño de todo otaku y gamer de historias RPG y de fantasía
La ciudad delante de él era la ciudad capital
El bullicio tranquilo de la zona comercial resonaba en sus oídos constantemente, los gritos de algunos vendedores, el trámite de personas y carrozas por todos lados también era particularmente notable, y por supuesto, los grandes espacios entre las calles y los locales daban a entender la abismal diferencia entre un pueblo y una ciudad
Hioto dirigió su mirada hacia arriba, el territorio de la ciudad se extendía en una dirección perpendicular hacia la distancia en forma de un pico o montaña ascendiente, para finalizar con el castillo y el territorio real en la cima
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