Rick Sánchez.
Es curioso, ¿no crees? Como la vida, a veces, tiene preparado para ti algo completamente diferente a todo lo que tenías planeado hacer en ella pero sin duda creo que me estoy adelantado a los acontecimientos.
-¡Soltarme, hijos de puta! -escuché la voz de ___ gritando un tanto nerviosa, su voz era lejana pero no demasiado ya que podía escucharla casi perfectamente, no debía estar muy lejos.
Sin pensarlo dos veces salí corriendo de la habitación en la que me encontraba dispuesto a buscarla en donde diablos quiera que estuviese, la idea de dejarla a su suerte en aquel caos que yo había formado no era una opción, no, no iba a abandonarla, si voy a salir de aquí es contigo ___, pero no sin tí.
Flashback.
Después de que los guardias me sacasen prácticamente a rastras de aquel mierdoso comedor en el que se había formado una revuelta entre los presos por mi culpa, al intentar defender a ___ de un par de gilipollas, me llevaron junto al director de la prisión federal.
Nada más entrar en aquel despacho un fuerte olor a mierda inundó mis fosas nasales, si soy sincero no sé cómo no vomité el medio desayuno que acababa de comerme.
Dos de los guardias accedieron conmigo a la estancia sentándome en una silla frente al hijo de puta más grande de aquel lugar, el director.
-Vaya, vaya, ¿pero que tenemos aquí? -dijo el bicho parlante observándome de arriba a abajo indiscretamente. -Recluso 7150972, Rick Sánchez, ¿no es así? Si no tengo mal entendido eres uno de los criminales más buscados de todo el universo y... También uno de los más inteligentes...
-¿A dónde coño quieres ir a parar? -pregunté un tanto molesto por su tono de voz, ese gilipollas me ponía de los nervios con sus putos aires de superioridad.
Él sólo río de una forma un tanto escandalosa aparentemente divertido por mi respuesta, mira que es gilipollas el pobre...
-Siendo tan listo como dicen que eres, si es que es verdad, cosa que dudo profundamente, me gustaría saber qué cojones haces en mi prisión matando a presos indiscriminadamente -preguntó de forma indirecta, notablemente molesto por mis actos, anda y que le follen.
-Porque eran unos imbéciles y no creo que nadie los eche en falta tampoco -respondí indiferente sin mirarle si quiera a los ojos.
-¿Estás seguro de que fue por esa razón, Rick? -preguntó de nuevo pero está vez fue diferente, su tono de voz era una mezcla de picardía y diversión que, siendo sincero, me dió muy mala espina.
-¿Qué otra razón tendría? No conocía a ninguno de esos hijos de puta -respondí encogiéndome de hombros mientras miraba mis esposas, las heridas que había bajo ellas iban cada vez a peor y mejor no hablemos del dolor que provocaban.
-Cambiando de tema -habló ignorando mi comentario anterior mientras miraba su reloj de muñeca. -He podido observar que mantienes una buena relación la nueva reclusa 7508048, es bastante hermosa, ¿no lo crees? -volvió a preguntar con el mismo tono de antes.
Mis nervios se pusieron de punta y un sentimiento de rabia envolvió mi cuerpo por completo desde dentro hacia fuera, me levanté rápidamente de la silla y golpeé la mesa con ambas vamos lastimándome así mis ya heridas muñecas.
Los dos guardias que se quedaron en la habitación escoltándome se pusieron en alerta por mi reacción y cuando estaban a punto de agarrarme para volverme a sentar en aquella incómodisima silla el director puso su mano en el aire indicándoles que se detuvieran.
-¿Qué estás maquinando grandísimo hijo de puta? -pregunté completamente rabioso intentando mantenerme tranquilo para no partirle a boca a puñetazos.
-En un rato serás llevado a una sala donde recibirás un examen -respondió serenamente con una sonrisa de oreja a oreja. -De momento, en lo que preparamos todo, serás llevado a enfermería y recolocado en tu celda.
-¿Examen de qué? -pregunté está vez yo un poco más tranquilo intentando ocultar mi curiosidad pero me era del todo imposible.
-Ya podéis retiraros -respondió, de nuevo ignorándome, mandando a sus guardias a sacarme de aquella estancia.
Yo sólo lo miré con asco y molestia, de verdad, juro que cuando me quite estas esposas lo asfixiaré yo mismo.
-Ah, y una última cosa Rick -habló justo cuando ambos guardias acababan de abrir la puerta por la que yo abandonaría la estancia. -Disfruta de la nueva reclusa lo más que puedas, el tiempo corre -añadió divertidamente sádico el muy hijo de puta.
Mis ganas de partirle el cuello crecían cada instante más pero no había nada que pudiera hacer al respecto, por lo menos no ahora, ya me encargaría de él más tarde.
No me dió tiempo a responderle pues los guardias me sacaron de la habitación cerrando la puerta tras de mí lo más rápido posible, seguramente sabían que iba a saltar encima de aquel cabrón y tomaron medidas rápidamente.
Después de aquello fui llegado a enfermería donde un guardia más curaba las heridas que la revuelta me había generado, no eran prácticamente nada pero, según el "enfermero", el director insistió.
Las heridas de mis muñecas no fueron atendidas, ni siquiera se dieron cuenta de que estas existían, yo no dije nada pues sabría que me drogarían con alguna u otra mierda de las muchas que le habían inyectado a ___ a pesar del poco tiempo que lleva aquí y no podía permitírmelo, no, tenía que estar completamente despejado si quería salir de aquí.
Cuando mis heridas fueron curadas una hora y media después me sacaron de la enfermería y me hicieron caminar hacia la zona de las celdas donde me esperaba mi amada, nótese el sarcasmo, "celda" en forma de trapecio.
Me encadenaron a ella, como ya es costumbre, y yo me dejé hacer, estaba demasiado ocupado pensando en como iba a apañarmelas para salir de ahí en medio del examen y sacar a la cría conmigo pues no iba a dejarla, no después de que aquel hijo de puta me pusiera los nervios de punta de aquella manera.
La nave fue recolocada en mi lugar de costumbre, suspiré involuntariamente al escuchar el "click" metálico que la "celda" hacía al conectarse, aquel sonido cada vez me gustaba menos.
Los ojos de la niña se posaron veloces sobre mí, y sus labios no tardaron ni medio segundo en comenzar a emitir palabras, me preguntaba cómo estaba, si estaba bien, si me habían hecho algo...
Yo sólo pude reír, ¿en serio estaba tan preocupada por alguien como yo? No pude evitar que aquello me pareciera demasiado tierno.
Conversamos por alrededor de media hora de algunas cosas sin sentido, nada realmente transcendental pero he de admitir que me lo estaba pasando muy bien junto a ella, todo lo bien que se podía estando en una prisión federal.
Todo iba bien, podía notarse una buen ambiente en el aire hasta que una nave vino por mí, al principio ___ me miró un tanto asustada, tal vez pensarían que vendrían por ella pero se equivocaba, era hora del examen y, por ende, hora de irnos.
-Ya es hora de largarnos de aquí, ¿no crees? -le susurré con una pequeña sonrisa mientras mi nave era desconectada nuevamente y llevada a Dios sabe dónde.
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Contigo pero no sin tí. [Rick x Tn]
FanficEs cierto que la mayor parte del tiempo el destino es un cabrón insensible que nos destruye y machaca nuestros pedazos ya hechos mierda, pero también es cierto que a veces nos guarda cosas maravillosas. Rick Sánchez no cree que algo como el destino...