Contigo pero no sin tí. [Rick x Tn]

Capítulo 6.

Rick Sánchez.

–Y así es como me escapé de la cárcel espacial... –dije desinteresadamente dándole un largo sorbo a mi taza de café. –Uh... Daba miedo –añadí divertido para luego mirar a mi hija Beth a los ojos.

–Vaya Rick... ¡Qué pedazo de historia! –respondió rápidamente mi nieto Morty muy emocionado. –Me hubiera gustado estar allí para verlo... –Seguro que si, pequeño hijo de puta.

–¿Quién querría estar allí cuando podemos estar en familia en Shounny's? –comenté levantando mi taza de café en el aire con diversión.

–Papá, me alegra que estés de vuelta y eso, pero... ¿No preferirías estar en casa? –preguntó mi hija Beth con preocupación.

–En el sentido emocional nena, Shounny's es mi hogar –le respondí indiferentemente mientras le daba otro largo trago a mi café.

–No lo sé Rick... –comenzó ha hablar entonces el gilipollas de Jerry. –Toda esa historia de la federación suena extraña... Yo...

–Jerry –dije llamando rápidamente su atención e interrumpiéndole. –Levántate de la mesa, quítate la ropa y pliégate doce veces.

El imbécil de Jerry no tardo ni medio segundo en cumplir con las indicaciones impuestas lo cual dejaba algo muy claro, estos putos burócratas deben de pensar que soy subnormal... Dios...

–¿Sólo seis pliegues? ¿Qué... Qué mierda me habéis puesto? –tartamudee. –¿Un serie 9000? Putos insectos roñosos... ¿En serio creíais que no haría falta un equipo mejor? Patético...

Mis palabras parecieron detener el tiempo, todo a mi alrededor se desmaterializó y frente a mis ojos apareció nuevamente aquel hijo de puta que hacía un rato había intentado amenazarme, el director de la jodida prisión federal.

–Se lo dije a mis chicos de contabilidad, "se cree el hombre más inteligente del universo, no vamos a engañarlo tan fácilmente, ¿no?" –habló sarcásticamente. –Pero no quisieron escuchar... Quién sabe, puede que haya gente más egocéntrica que tú por el infinito cosmos, Rick –añadió lleno de soberbia el muy subnormal.

–¿Sabes? Si yo fuera tú, cuidaría la forma en la que me hablas, las zorras de tus guardaespaldas no podrán sujetarme esta vez y no sabes las ganas que tengo de partirte esa maldita boca de bicho de mierda que tienes desde que llegué.

La risa de ese maldito hijo de puta resonó por todo el lugar como la de un puto lunático esquizofrénico para luego simplemente quedarse de pie, con los brazos cruzados y su atenta mirada posada sobre mí.

–No necesito guardaespaldas Rick –respondió tranquilamente acercándose a mí con mucho cuidado. –Sé que eres listo, no sé si tanto como para atribuirte un título tan grande como el de "el hombre más inteligente del universo", pero si lo suficiente como para saber que si intentas hacerme algo, por muy estúpido que sea, habrá consecuencias –añadió con un tono de voz un tanto sombrío.

–¿Ah, si? Cuéntame más porque, la verdad, estoy sumamente interesado –respondí divertido. –¿Sumarás más cadenas perpetuas a mi condena? ¿O estaré castigado sin tus putos días sociales de mierda? –pregunté sintiendo como la rabia empezaba a subir por mi cuerpo. –Creo que no eres consciente de que no hay nada con lo que puedas dañarme, toda la mierda que puedas hacerme me trae sin cuidado, me importa una mierda, como tú, como yo y como toda tu puta federación galáctica de mierda...

–¿Ah, si? –habló interrumpiéndome imitando mi diversión inicial. –¿Y ___? –preguntó entonces divertido ese grandísimo hijo de perra, juro que voy a matarlo.