Caminaron hasta llegar a la biblioteca, aprovechando que no habrían muchos estudiantes por ahí a esas horas, y se sentaron en una de las mesas al fondo, lejos de la vista de la bibliotecaria. Jaebum se sentó junto al menor, pero dio vuelta el asiento y le indicó que hiciera lo mismo para quedar ambos de frente. Youngjae se sintió nervioso al notar que estaría sólo con Jaebum. Eso seguía afectándole un poco. Y es que, ¿cómo no estar nervioso teniéndolo tan cerca? Tal como aquella vez...-Youngjae, lo siento.
-Perdón, ¿qué? -preguntó confundido.
-Lo siento -repitió el mayor.
-¿Por qué?
-No lo sé. Algo me dice que debo disculparme por lo que sucedió el otro día... siento que yo tuve la culpa de que te hayas ido de esa manera -bajó su cabeza y se mantuvo mirando sus pies.
-No es así, Jaebum. No fue tu culpa, en verdad -Youngjae acercó su brazo al mayor para poder acariciar su mano más cercana y luego darle un ligero apretón. Eran acciones casi inconscientes que realizaba sin pensar demasiado en todo.
-¿Qué pasó entonces? ¿fue por mi amigo?
-No... no lo sé -de repente se sintió muy sincero-. Yo... realmente no sé bien por qué, pero me sentí incómodo y solo quise salir de ahí -murmuró.
Jaebum entrelazó su mano con la del menor, lentamente, como si no quisiera generar algún tipo de incomodidad entre ellos que pudiera dar como resultado una reacción negativa por parte de Youngjae. Pero la verdad era que, en el interior de este último, florecía un hermoso jardín colorido, con todo tipo de flores y mariposas revoloteando alrededor.
Youngjae realmente se sintió feliz ante el contacto entre sus manos. Aquella acción provocó que sus mejillas tomaran color de inmediato y una ligera sonrisa se asomara en sus labios.
Me gusta. Pensó. Estaba de más decir que Jaebum le gustaba -pues, era un chico realmente atractivo-, pero esa sensación cálida y reconfortante que sintió fue totalmente nueva para Youngjae, y le encantó. Le encantaba él. A su lado parecía olvidar todo aquello que lo molestaba e incomodaba en ocasiones. Se sentía bien. En ese preciso y precioso momento, se sentía feliz.
-¿Por qué eres tan lindo? -preguntó Jaebum moviendo su mano libre para acariciar el rostro del menor.
Y Youngjae pensó que podría morir en ese momento por sobrecalentamiento corporal. Y si eso no tenía sentido, no le importaba. Nada más podría importarle en ese momento. Estaba tan concentrado disfrutando el contacto y la calidez de la piel de Jaebum sobre la suya, que casi no nota las intenciones con las que se acercaba el mayor. Su cerebro estaba en blanco, mientras que su rostro se encontraba casi tan rojo como un tomate, y tan caliente que creía que en cualquier momento comenzaría a sudar. Su cuerpo reaccionaba a Jaebum de manera automática. Antes de que siquiera pudiera pensar un poco las cosas y analizar la situación, sus ojos se cerraron y sus labios se entre abrieron, cosquilleando en la espera de los contrarios. Con esa última acción se encendió la mecha de una bomba de emociones que explotó al primer roce de sus labios.
Dulce. Pensó Jaebum, mientras que en la mente de Youngjae se repetía una y otra vez la misma frase. Jaebum me está besando, Jaebum me está besando. Quería saltar por tanta alegría y el cosquilleo en todo su cuerpo, el cual empezaba por los labios. E inconscientemente golpeteó sus pies contra el suelo un par de veces.
El mayor de ambos movía sus labios con experiencia, aprisionando los contrarios con suavidad, y Youngjae se dejaba llevar. Se volvió un casi inexperto en cuanto a besos en ese momento, con sus torpes movimientos que intentaban seguir el ritmo de Jaebum.
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Inevitable. [2Jae]
FanfictionJaebum, un joven de dieciocho años de edad, estando en su último año en la secundaria superior, al conocer a un chico un año menor que él, comienza a sentir extraños sentimientos que nunca antes había sentido y otros que simplemente quería olvidar. ...