– Jaebum... Jaebum, tú...El mayor de los dos chicos se giró al escuchar su nombre. Ambos estaban sentados en columpios, disfrutando de la vista. Se sonrojó cuando tomó su mano y le sonrió, indicándole con la cabeza que siguiera.
– Tú... –sus nervios crecían más y más.
– ¿Si?
Tenía su mirada en el suelo, pero aún así pudo ver como su mayor se acercaba a él lentamente. Cuando levantó su cabeza, el rostro de Jaebum estaba a escasos centímetros del suyo. Cerró sus ojos, dejándose llevar por el momento. Y al sentir los labios del causante de su nerviosismo sobre los suyos, sintió un millón de mariposas florecer en su interior.
Sintió que en cualquier momento se desmayaría, pero no fue así. Jamás haría tal cosa estando en esa situación con Jaebum. Había esperado mucho tiempo para estar así con él, y que eso pasara sería el colmo.
Porque probablemente no podría volver a besar a Jaebum jamás.
– Jaebum, me gustas.
* * *
–JB puede esperar. Ven con nosotros, hace tiempo que no hablamos.
–Sólo pasó una semana, Mark. Además, si no voy Jaebum se enojará conmigo y...
–¿Qué? Casi siempre lo haces enojar, una vez más no le hará daño. Vamos.
Yugyeom ya no podía escapar de los brazos de Mark, que se aferraban al suyo para que no se fuera. A su derecha, Jinyoung reía por la actitud del mayor. Se había encontrado a sus dos amigos de camino a la cafetería, y cuando se acercó a saludarlos, el mayor de ambos le tiró de las orejas, por no haberlo llamado últimamente, o enviando un mensaje.
–Pero...
–Pero nada, vamos –esta vez fue Jinyoung el que habló, apoyando uno de sus brazos en el hombro derecho del menor.
Subieron unas escaleras y entraron a un salón vacío. Mark se sentó sobre una de las primeras mesas y abrazó a Jinyoung por la cintura cuando este se sentó a su lado. Yugyeom solo se dirigió hacia el pizarrón y comenzó a dibujar una casa, con árboles alrededor, y un camino de círculos en frente. Era uno de los típicos dibujos que hacen los niños en jardín. Sobre la puerta, Gyeom escribió “C.B”, seguido de un hombrecito 'bailando' y con una gorra, o eso parecía.
–¿Enserio? ¿Qué edad tienes? ¿cinco? –preguntó Mark al ver el dibujo.
–¿“C.B”? –Jinyoung frunció el ceño, recostando su cabeza en el hombro del mayor.
–Chris Brown –Mark puso los ojos en blanco–. Me sorprende que lo preguntes, nos conocemos desde nuestra infancia, sabes cuanto le gusta ese cantante.
El mayor se levantó y le quitó la tiza de la mano. También dibujó un hombrecito, pero este parecía estar cantando. Seguido del dibujo escribió “El futuro mejor rapero de todos”, y soltó una sonora carcajada que contagió a sus dos amigos.
–Y ese ¿quién es? –preguntó Yugyeom divertido.
Obviamente sabía la respuesta, pues, Mark se la pasaba diciendo que sería rapero en un futuro, y él un cantante. Soñaban con ser un dúo conocido y talentoso, excluyendo a Jinyoung que no estaba muy interesado en ser un cantante famoso, a pesar de su gran voz.
–Oigan, voy por... –Jinyoung observó a los otros dos jugar entre ellos, abrazándose y discutiendo sobre distintos cantantes y raperos famosos.
Sonrió al verlos y decidió salir del salón. Deambuló por los pasillos un rato, sin saber que hacer. Sentía hambre, su estómago rugía un poco, sin embargo no tenía ganas de ir a comer algo. Todo muy contradictorio. Luego de unos minutos dando vueltas por todo el lugar, saludando conocidos y algunos profesores con los que tenía buena relación, escuchó la campana. Aún no quería ir a clases por lo que se dirigió al baño, luego seguramente iría al salón de música por un rato. Puede que no le interese ser famoso, pero aún así le gusta mucho cantar. Es uno de sus pasatiempos favoritos, al igual que bailar.
–¡Ahg!
Se llevó una gran sorpresa al ver a Jaebum en el baño, debido a que estaba algo alterado. El mayor se tiró un poco del cabello, se miró en el espejo e hizo una mueca. Hubo un extraño silencio que Jinyoung no se atrevió a romper. No sabía qué sería mejor; mantenerse callado o hablarle. Conocía la actitud de Jaebum, sabía lo malhumorado que podía llegar a ser, y no quería que se enojara con él.
–Ya. Es obvio que te gusta Youngjae, no tiene caso negarlo –soltó un suspiro pesado, pasando sus manos por su rostro.
Jinyoung frunció el ceño por segunda vez en el día.
A Jaebum... ¿le gusta alguien? No es cierto.
No podía creer lo que acaba de escuchar. No quería creerlo...
Definitivamente no fue buena idea ir ahí primero, debió haber ido directo al salón de música. O simplemente ir a clases como debía ser. Cuando estuvo a punto de irse, dar marcha atrás, Jaebum lo vio, sus ojos se encontraron, y ya no pudo dar un paso más. La penetrante mirada del mayor lo estaba poniendo nervioso, así que decidió hablar. Romper el silencio, decir cualquier cosa.
–Hola –saludo con un ademán y sonrió.
–Jinyoung... –levantó su mano, pero la volvió a bajar en cuestión de segundos– ¿Tu escuchaste...?
¿Debía mentir o decir la verdad?
–Si. Te gusta Youngjae.
A pesar de no conocer a ese tal «Youngjae» lo dijo muy normal, como si lo hiciera. También sintió un gusto amargo al pronunciar lo último, y no sabía por qué, si no tenía idea de quién podría ser esa persona.
–Podrías... –se rascó la nuca desviando la mirada– ¿Podrías no decirle a nadie? Es que... quiero que sea... secreto.
–Claro. No te preocupes, Jaebum, no le diré a nadie –sonrió de la mejor manera que pudo.
–Gracias.
–No es nada. Nos vemos luego.
Y salió rápidamente de ahí. Su sonrisa desapareció. Caminó hacia el salón de música esperando no encontrarse con más sorpresas ahí. Ya tenía suficiente con esta.
* * *
¡Aprende a cerrar tu boca, Jaebum!
Tenía suerte de que fuera Jinyoung el que lo haya escuchado, él no era el tipo de persona chismosa, como lo podía ser Yugyeom.
Su pequeño secreto estaría a salvo con él. Con lo que conoce a Jinyoung, puede estar seguro de que no lo va a defraudar.
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Inevitable. [2Jae]
Fiksi PenggemarJaebum, un joven de dieciocho años de edad, estando en su último año en la secundaria superior, al conocer a un chico un año menor que él, comienza a sentir extraños sentimientos que nunca antes había sentido y otros que simplemente quería olvidar. ...