Capítulo 12: "Fugaces recuerdos"

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Si bien, las charlas nocturnas con su tío, luego de que este llegara de trabajar, eran divertidas y tranquilizadoras, pero de todos modos aún tenía en mente fugaces recuerdos que lo incomodaban. Fugaces recuerdos que no comprendía por completo.

¿Por qué no simplemente desaparecen? Pensó tratando de alejarlos haciendo diferentes cosas, como escuchar música, ver televisión, o hacer el intento de ordenar su habitación. Lo había intentado todo. ¿Qué tiene él? ¿cuál es el problema? Se preguntaba. Pero las respuestas no llegaban.

Yoo Youngjae. Fue lo único que se le vino a la mente, seguido de imágenes que casi había logrado olvidar, por lo cual no eran más que lagunas mentales. Sin embargo, eso no fue mucho impedimento para que saliera disparado, huyendo en dirección contraria a la de ese chico, al sentir que era necesario.

Se rascaba las sienes intentando recordar. Aunque… ¿para qué recordar? Si con eso solamente lograría que se sintiera más mal de lo que ya lo hacía.

—¿Estás listo? Hoy vienes conmigo, quiero asegurarme de que entres a tus clases.

—No es necesario, no suelo saltarme clases una vez estando dentro del edificio.

—Hmm. No es como si desconfiara de ti, pero... es mejor ser precavido —su tío le dedicó una sonrisa antes de bajar las escaleras y esperarlo en la puerta.

Soltando un suspiro buscó con la mirada dentro de su habitación esperando ver su mochila por alguna parte. Llevaba dos días sin asistir a ninguna de sus clases con la excusa de que estaba enfermo, y ya no sabía ni siquiera donde estaban sus útiles escolares. Pudo ver una de las tiras de su mochila sobresalir por debajo de su cama y se acercó a buscarla con rapidez. No quería saber cómo llegó allí.

Sin cerciorar que llevaba todo lo necesario, bajó las escaleras y salió de la casa junto con su tío. Ya en el auto del mayor sólo se mantuvo en silencio, viendo por la ventanilla pasar las casas. Prefería distraerse contando las mascotas en cada vivienda o simplemente viendo cuál casa era mas bonita, para no pensar demasiado en otras cosas.

«—¿De verdad le gustan los chicos? ¡Ya me lo imaginaba! Solo con verlo uno se da cuenta de eso.
Es cierto... nunca se lo ha visto hablando con chicas ni nada...
Oí que se le declaró a un chico de último año y lo rechazó.
No creo que sea cierto. Sería muy tonto si lo hiciera, ¿quién querría estar con él?»

Cerró sus ojos con fuerza y apretó sus manos formando puños cada vez más apretados. No quería perder el control frente a su tío y comenzar a gritar ahí mismo; no quería preocuparlo, pero le estaba costando mucho trabajo contenerse. Recordar las palabras que oía constantemente tiempo atrás, le generaba una gran molestia en el pecho, así sea enojo, tristeza, o simplemente vergüenza, no lo dejaba tranquilo, necesitaba tomar aire fresco, salir de ese auto y respirar con libertad inmediatamente. Probablemente perdería el control de sus impulsos si seguía de esa manera, conteniendo sus sentimientos cuando estaban mucho más sensibles que cualquier otro momento similar en el que sus recuerdos atacaban sin piedad. Pero no podía hacer eso, tenía que intentar calmarse de alguna manera, no era buen momento para perder contra el pasado que lo atormentaba; no frente a su tío.

Inhalando profundamente, mientras trataba de disimular que estaba algo alterado, abrió la ventanilla del auto dejando al viento chocar contra su rostro. Era un poco relajante.

—Llegamos —avisó el mayor deteniendo el vehículo—. Te llevaré a tu primer clase y luego seguiré con mi trabajo, ¿entendido? —preguntó con una sonrisa.

—No —respondió cortante. Le molestaba que su tío desconfiara de él.

—Ha... Youngjae... —suspiró frustrado— Está bien —continuó esta vez con seriedad—. No iré hasta tu clase pero sí entraré contigo a la escuela, no puedes negarte a esto también porque me veré obligado a llevarte de la mano por todo el lugar... de nuevo.

Inevitable. [2Jae]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora