Epilogo.

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86 años después.

Caminaba por las calles adoquinadas del pueblo, me gustaba que a pesar de que ahora todo se basaba en tecnología inteligente, este pueblo se hubiera decidido por el pasado y siguiera teniendo edificios de piedra y árboles en todos lados.

Entré al pequeño edificio y me puse a subir las escaleras de madera, sabía que podía aparecerme en cualquier lugar del mundo, pero caminar me hacía recordar, y me gustaba recordar.

Abrí la puerta.

El anciano había muerto en su silla mecedora, pareciera que se hubiese quedado dormido.

Su alma, estaba a espaldas de mí, de pie mirando por la ventana.

Observé su cuerpo en la silla y se me encogió el corazón. Aún llevaba el collar.

Él se volteó y me miró con curiosidad. Me bajé lentamente la capucha.

―Hola Peter, ¿Te acuerdas de mí?

― ¿Amber? ― Sus ojos se iluminaron―Cumpliste tu promesa. ―Se aproximó hasta mí y me tomó de la mano. Pequeñas lágrimas se asomaron por la comisura de mis ojos.

― Si, lo hice, ya podemos estar juntos.

Y así tomados de la mano como en aquellos tiempos en los que él tenía seis años y yo dieciséis. Caminamos hacia un lugar mejor.

Fin

//// Bueno hasta aquí llega la historia de Amber, ahora solo quiero darte las gracias por darle una oportunidad y haberla leído hasta el final, se que no es muy larga pero realmente espero que haya llenado algo, también espero que hayas llorado por que yo lo hice mientras escribía el final. Y bueno... ¿Qué te pareció? me encantaria saber tu opinion.


Los 100 dias de mi muerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora