Me detengo en el espejo y reviso que todo esté en orden, ajusto mi coleta un poco y paso mis manos por aquel vestido. A pesar de que es un uniforme es uno muy bonito y hace resaltar mi piel.
Volteo a ver a mi madre que esta terminándose de arreglar, trae el mismo vestido que yo con la única diferencia es que ella tiene el cabello en un moño bien hecho
-Te ves hermosa mama-le digo acercándome a ella, me voltea a ver con dulzura.
-Gracias mi amor, tu también te ves hermosa. Pero andando los invitos seguro ya están aquí-dice sonriéndome.
Suspiro pensando en la gran noche que tendré, salgo de la habitación topándome con Alicia. Realmente se ve bien, ella es muy bonita; si no la conociera diría que es parte de los invitados. Ella llego a esta casa hace un año después de que escapo de casa ya que su madre se había casado por cuarta vez y aquel hombre intentara abusar de ella.
-Como me veo-dice dando una vuelta.
-Muy bien-le respondo entre risas.
-Gracias tu tampoco te ves tan mal-me dice guiñando un ojo-Tal vez me valla con él a la universidad-
-Como te va en la universidad?-pregunto, cambia su expresión y suspira con cansancio.
-Supongo que bien, estoy tratando de mantener mi beca no quiero perderla. Lo que gano aquí se va en materiales y transporte quedándome sin nada-responde triste.
-Veras que valdrá la pena-la animo.
-Eso espero-Sonríe.
-Chicas vamos-nos grita mi madre, suspiramos al mismo tiempo.
***
La fiesta al parecer es un éxito aunque ya estoy algo cansada, esto de estar de un lado para otra con una bandeja ofreciendo comida o bebidas es agotador. A pesar de que trato a los invitados con amabilidad muchos de ellos me ven hacia abajo como si fuera menos que ellos, poco me importa ya que ni les debo nada ni ellos a mí. Veo a mi madre a lo lejos regalando su sonrisa y al igual que a mi muchos la miran hacia abajo, pero al parecer ella no les toma importancia. Su felicidad contagia a muchos incluyéndome por eso y por otras cosas más la amo.
Sigo con mi recorrido ofreciendo más bocadillos, pero mi madre me detiene, -Gade crees que puedas llenar esta charola con copas-dice entregándome una charola vacía, asiento; antes de irme la señora Angélica pide que todos guarden silencio al parecer a llegado el anfitrión, sin esperar a que entre me voy a la cocina.
Dejo la charola y me dispongo a tomar algunos bocadillos para comerlos vigilando que nadie venga, realmente tengo demasiada hambre. Escucho como empiezan aplaudir de seguro ya entro el hijo de los señores, sin tomar importancia alguna sigo con mi trabajo de comer.
-Oye-pego brinco gracias al susto, volteo a ver al causante y me encuentro con una Alicia muy divertida acercándose-Deja algo para los invitados-dice mientras mete un bocadillo a su boca.