El secreto de sus ojos

Recuerdos

Los rayos del sol se corren por medio de las cortinas, llegan al rostro de Jeremy provocando que despierte, el dolor de cabeza no se compara con el que siente en lo más profundo de su corazón.

Se da cuenta que sé que se desmayó, se levanta aun mareado, y corre por el pasillo de la cabaña y en la mesa a la mitad de la sala encuentra una nota.

Sabes dónde encontrarme.

-Maldita, pagaras por el daño que has hecho.
Toma sus cosas y sube al auto, en dirección a su ciudad natal Gozler, Jeremy nació en esta pequeña cuidad alejada de todo, donde sus habitantes eran muy pocos.

Recordando su origen

En el pasado la cuidad era muy pacifica todos vivían en armonía, eran como una gran familia, se dice que al principio eran cuatro familias las cuales se asentaron a mediados del siglo pasado, no se conoce con certeza de dónde vinieron solo que cada familia tenía una hija y un hijo y como era de imaginarse al creer sentimientos iban apareciendo en cada uno de ellos fue así que con el paso del tiempo contrajeron matrimonio entre si y la cuidad creció, trabajaban la tierra todos juntos se encargaban de obtener sus alimentos.

Al pequeño pueblo no se lo encontraba fácilmente, por no decir que era imposible dar con el, imaginemos antes cuando apenas existían carreteras, los únicos que sabían salir y entrar del pueblo eran los lideres, no eran unos octogenarios sabios, y arrugados, ¡No, no! el poder era en sucesión de las cuatro familias su hijo primogénito asumía el poder, y así el hijo primogénito del primogénito, era una cadena sin fin.

Si llegas a dar con el camino que llega a Gozler lo primero que te da la bienvenida son los inmensos sembríos de toda clase de vegetales y frutas además de los hermosos jardines con toda clase de bellas flores y únicas en su especie, las cuatro familias originales habían creado una comunidad digna de admirar.

Cuatro generaciones de líderes habían pasado cuando nuestro pequeño Jeremy nació siendo el primogénito se le debía preparar desde pequeño para que asuma como uno más de los cuatro el liderazgo.

Además de responsables y disciplinados los habitantes de Gozler, no se oponían a las órdenes de sus líderes, era primavera y Jeremy cumplía sus 8 años, y en lugar de recibir un obsequio se le dio una orden, abandonar la cuidad, junto con los demás niños los acompañarían dos mujeres que cuidarían de ellos el tiempo que deberían permanecer fuera, los demás habitantes se quedarían, la razón no se la dijeron.

A la madrugada todos los niños abandonaron Gozler, su camino hacia las montañas era largo y por la salud de los niños debían ir a paso lento, cuando el sol estaba a en la mitad y anunciaba el mediodía llegaban a su destino permanecerían en una pradera, comenzaron a montar el campamento y desde la altura en la que se encontraban se podía ver panorámicamente el pueblo y en él un tumulto de gente que parecía pelear, la imagen de llamas en los techos de las casas y fuertes sonidos, se quedaron grabados en la memoria de Jeremy.

Los cuatro primogénitos que debían tomar el poder eran los más vigilados por las dos mujeres las cuales tenían conocimientos en medicina y lucha, los niños eran como hermanos, fueron criados juntos, se complementaban además cada uno educado de la manera que solo líder podría.

A la mañana solo se podía ver un humo negro saliendo de la cuidad, llego uno de los lideres a comunicar nuevas órdenes, deberían permanecer en la montaña una semana, hasta que todo volviera a la normalidad, y las casas fueran reparadas.

Los 4 niños esa semana aprendieron a sobrevivir cuando las condiciones no eran las mejores, soportando las bajas temperaturas y con poco alimento, se movían por la montañas y se adentraban en el bosques, el entrenamiento era duro, y siempre acababan exhaustos cosa que con los demás niños no pasaba, ellos solían jugar y pasear libremente por la pradera, a los ojos de Jeremy su vida no era mala pero en ocasiones le gustaba imaginar que podía estar tranquilo disfrutando de la naturaleza en lugar de la idea de sobrevivir.

Llego el día en que debían regresar, la mañana era fresca, y perfecta para el largo camino que les tocaba recorrer, cuando los primeros se adentraron al pueblo sus ojos presenciaron lo que fue una masacre, cuerpos tirados la sangre manchaba las calles, el olor a muerte era lo único que les daba la bienvenida.

Las mujeres en un acto desesperado ordenaron dar vuelta, pero era tarde cinco hombres de aspecto mayor y vestidos de negro les observaban, poco a poco se acercaron a los niños, quienes los veían con temor, dos disparos se oyeron a sus espaldas, y con ellos sus protectoras caían al suelo, los gritos y sollozos se hicieron presentes, no había forma de salvarse.

Una mujer emergió del interior de una de las casas, hizo una señal con la que los hombres desaparecieron, esta mujer era diferente vestía de blanco, y sus ojos no mostraban nada, pronuncio dos palabras “vengan conmigo” y todos los pequeños hicieron caso, se adentraron al lugar que era usado para reuniones era un gran galpón allí encontraron comida y ropa limpia encima de esta una nota con cada uno de sus nombres, los niños solo hicieron lo lógico se alimentaron y cambiaron, por la tarde, todos se encontraban sentados al medio del gran salón, esperando.
Jeremy, Efraín, Eddy, Jeyson, sabían que sus vidas y la de los demás corrían peligro, y planearon escarpar, cuando cayó la noche y así se les ordeno descansar, era la hora para que el plan que habían pensado se llevara a cabo, uno de ellos llamaría la atención de quienes hacían guardia mientras los demás salían, era obvio que los niños en su inocencia pensaron que podría funcionar, Efraín al ser el mayor de los cuatro decidió ser quien se arriesgaría, se hizo ver por los guardias y así consiguió que lo siguieran mientras los demás estaban listos para salir. Los dos guardias comenzaron a perseguir a Efraín, quien no se detenía ni por todas las palabras amenazantes que escuchaba.

Poco a poco los niños salían, faltaban 6 entre ellos Jeyson y Jeremy que serían los últimos, cuando la alerta fue dada un estruendo seguido de una luz que segó a quienes pudieron salir, no supieron de donde o como, solo algo tibio recorrer su cuerpo, mientras un mareo los hacia tambalear y caer. Los habían disparado desde lo alto.

Caían los cuerpos inertes de los niños mientras en olor a sangre se esparcía, Sin dudarlo cuatro de los restantes corrieron por su vida pero no consiguieron hacer nada al salir un solo disparo bastaba para hacerlos caer.

Jeremy y Jeyson se miraban sin comprender, buscaron una salida por la parte trasera donde no encontraron más que vegetación, y se internaron en ella, corrían con todas sus fuerzas, con la desesperación por vivir.

Jeremy detuvo el paso al pensar ¿para que huir?, no tenían a nadie, entre Jeremy y Jeyson existía un lazo de amistad tan fuerte que Jeyson no lo iba a dejar solo, fue así que pasaron la noche en medio de tierra y grandes árboles.

A la mañana se debatieron entre volver y buscar a Efraín y Eddy o huir, sabían que lo más importante era su vida, pero no podían dejarlos solos, nunca les dijeron que hacer si llegara a pasar algo parecido, actuando por instinto, regresaron, conocían el terreno, conocían como llegar y los diferentes caminos para no ser vistos, cuando llegaron los cuerpos inertes de los demás niños aun yacían en el piso, entre ellos pudieron reconocer a Eddy, lo habían matado, aun sin saber a dónde dirigirse para encontrar a Efraín, permanecieron en silencio, no había movimiento, no había nadie en las calles.

Al final de la calle se visualizó una fuerte luz, algo similar a un rayo, con cuidado inspeccionaron de que se trataba, era Efraín, sobre una cama, atado de manos y pies, junto a él una mesa con diferentes objetos extraños, un hombre entro y vendo los ojos de Efraín, aunque no podían escuchar por la manera en que Efraín se movía se notaba que le dolía, con un bisturí procedió a corta la muñeca de Efraín, y su sangre broto la misma que fue recogida y llevada fuera, no sabían si seguía vivo, inmersos en sus pensamientos, no se percataron que detrás había una persona, era el padre de Jeyson el mismo líder que hace más de una semana dio la orden de quedarse en la montaña.

Los condujo fuera del pueblo, a mas de medio día de camino, allí encontraron un improvisado campamento con las personas que habían logrado sobrevivir, Jeremy busco a sus padres mas no los encontró, habían muerto en el enfrentamiento, Cole el padre de Jeyson lo acogió y seria el quien se encargaría de velar por el pequeño Jeremy.
A pesar de su pequeña edad se le informo todo lo ocurrido como primogénito debía tomar el poder, lo normal era al cumplir los 20 años pero debido a las circunstancias para él sería al cumplir los 16, el entrenamiento y educación se intensifico, y en su mente se sembró la idea de gobernar.

Ocho años habían trascurrido, eran nómadas cada cierto tiempo debían trasladarse a otro lugar alejarse de donde alguna vez fue Gozler.
En la ceremonia para asumir el liderazgo junto a Cole, el único sobreviviente de los cuatro, le fue dicha la razón por la que atacaron su pueblo.
-¡Hijo mío! Si, aunque no sea yo tu padre biológico, eres uno más de mis hijos. Recordaras tu cumpleaños número 8 y con el ataque a nuestro pueblo, los hombres que atacaron buscaban tu sangre, en ella se esconde un poder tan grande que no puede ser descrito, es difícil entender, pero debes confiar en mí, de las cuatro familias originales, la tuya era a la que se protegían las otras tres, nuestro origen es tan antiguo que muchos detalles se han ido perdiendo al pasar del tiempo, además que habíamos vivido en paz más de un siglo, te protegeré, mi hijo te protegerá, y cuando tengas tus hijos el hijo de mi hijo protegerá a tu hijo.

-Entiendo tus palabras Cole agradezco tu lealtad.

-Se te ha enseñado a no amar, has estado solo, pero un día encontraras a una mujer que será lo más valioso e intentaras proteger hasta con tu propia vida.

-Lo sé.

-Aunque estos años hemos vivido en paz no podemos asegurar que esto seguirá, tus ojos te delatan en cualquier parte del mundo podrían encontrarte.

-Estoy consciente que no puedo esconderme, y cuando se presenten estaré preparado.
Jeremy se crio solo, sin poder liberar el sufrimiento de perder a sus padres, sin amigos incluso Jeyson fue alejado de él, debido a su eterno entrenamiento.

Encargarse de la cuidad no le fue difícil, era un líder nato. Y pasaron así cinco años, Cole le entregó el liderazgo a su hijo Jeyson. Jeremy nunca mantuvo relación alguna con ninguna mujer, a pesar de que Cole siempre le insistiera que debía hacer su vida, formar una familia, ahora él era su consejero, y aunque le respetaba y cada consejo era bienvenido su vida personal era asunto aparte.

Si de verdad en Jeremy se ocultaba un poder que él aun desconocía, no sería mejor que deje de existir en lugar de procrear un nuevo niño.

***

-Nos han encontrado debes irte Jeyson te acompañara, no te preocupes por nosotros no regreses Jeremy, haz tu vida en otro lugar y no dejes que te encuentren.

-Lo hare Cole, gracias por todo.

Tomaron rumbo hacia el norte, parecía que habían tomado mucha ventaja y decidieron descansar, a la madrugada un sonido hizo hacerlos incorporar, los habían alcanzado, se notaba que esta vez no iban dejarlos ir.

-¡Vete Jeremy! Yo los distraeré.

Jeremy solo asintió, y desapareció.

Tres hombres encontraron a Jeyson, lo capturaron y lo torturaron hasta acabar con su vida, mientras que los que quedaron de Gozler fueron puestos a trabajar en condiciones inhumanas. Cole con ayuda de algunos hombres pudo salvar a algunas mujeres y a los niños se los llevo lejos, mezclándose entre la gente normal, queriendo encontrar la paz para los suyos, su conciencia lo atormentaba todas las noches tenia pesadillas pensar que pudo hacer más, salvar a más personas, en ocasiones lo hacía perder la cabeza el solo hizo lo que se pudo.

Jeremy viajo por mucho tiempo, se alejó lo más posible, dejar de huir no quería seguir así aunque no tenía miedo, sentía que no podía parar, hasta que llego a aquella cuidad, pequeña y con una vista hermosa.

A los dos meses de intentar buscar trabajo, lo llamaron de una firma de arquitectos, donde conoció a Elisa.

***

Hace mucho que no recordaba su pasado, y hacerlo trajo consigo más sufrimiento, mientras más se acercaba su ira se incrementaba, y la idea de su hija en manos de esos hombres lo hacía apretar el acelerador.