El secreto de sus ojos

Decisiones

Alexandra

-Él está el camino, ¿Qué debemos hacer?

-Nada, el solo se cooperara si con eso salva la vida de su hija.

-Los resultados aún no están listos, como sabremos que no nos sirve.

-Por su madre, la sangre se mezcló ya no tiene el mismo poder, ¡no nos sirve!

-Pero sus ojos.

-Los ojos solo son una característica, no el poder Astor.

Eso lo descubrimos con Efraín, a pesar de todos los experimentos a los que fue sometido y el resultado peculiar que mostro no sirvió, no obtuvimos lo que necesitamos.

No consideramos la sangre las cuatro familias eran las únicas no debimos matarlas. Las cosas que pasan por no considerar todas las opciones, ¡esto es un comoleto desastre!

Jeremy

Veo lo que un día fue Gozler, aun no puedo creer que he regresado, me dirijo por inercia al centro, los veo sus fieles sirvientes están ahí.

-¿Dónde está Alexandra?

-Te llevaremos con ella, pero primero…

-No, quiero verla ¡Ahora!

-Ven.

Aunque haya pasado tanto aún recuerdo todo, nos dirigimos a la que fue mi casa, Samanta pronto estaré contigo, mi pequeña niña.

-Jeremy has regresado.

-No estés tan contenta sabes porque vine, ¿Dónde está?

-Ella está bien, aunque ya te deberás imaginar que estamos haciendo con ella.

-No te atrevas- grito mientras mis puños se endurecen.

-Tranquilo hemos avanzado ya no somos los mismos que sacábamos ojos, hemos aprendido de nuestros errores.

No puedo creerlo así tan simple es para ella decirlo, yo vi lo que le hicieron a Efrain, como se desangraba, son unos monstruos.

-¿Qué  es lo que quieres de mi hija?

-Nada que tú no lo sepas.

-Aun no entiendo, ¿Cuál es el poder?

-Te pondré las cosas fáciles Jeremy, tu vida a cambio de la de tu hija.

Mi vida, ¿acaso todo se trata de mí?

-No creo que las cosas puedan ser tan simples, no contigo.

-Y eso que no me conoces. ¡Está bien! Astor trae a la niña.

Algo están tramando, las cosas no pueden ser fáciles, no con ellos. Aunque la vida de Samanta es más importante no puedo dejarla sola.

-¡Samanta! Mi niña estas aquí.

-He cumplido ahí está tu niña, ella no nos sirve nos da igual, sería fácil matarla pero preferimos ser benevolentes.

-Piensas que la voy a abandonar, por quedarme con ustedes.

-¿Y tú “padre”?, no creas que no lo sabemos el sigue vivo, el último.

-Él ha perdido la cabeza, perdió toda gana de vivir luego que asesinaron a su hijo.

-¡Oh! pequeños actos que marcan la diferencia como se puede dejar vencer, aun no lo creo que débiles son.

-¿Quién eres? Acaso no te das cuenta el daño que has hecho.

-Claro, lo sé pero para que pensar en eso si te tengo frente a mí.

-¿Me mataras?

-Si es necesario lo hare.

Su cinismo es abrumador, su forma de hablar no muestra nada, al igual que sus ojos.

-Hare lo que pides, solo deja a mi hija en paz.

-De acuerdo, así será.

Alexandra

Esto ha sido muy fácil, el hará todo lo que le ordenemos.

-Astor, trae a Joel.

-Enseguida.

Las cosas han sido difíciles, es el último que conoce como despertar el poder de la sangre, y debido a su enfermedad no sé cuánto tiempo le quede.

-¿Joel, que novedades me tienes?

-La niña no le sirve, mientras…

-Eso ya lo sé, por favor dime algo que no sepa.

-La sangre de Jeremy es la última….

-También lo sé, ¿Qué te ocurre? Necesito avances.

-Los tendrás, los resultados estarán listos mañana, regresare a informarte.

-Está bien, ahora vete.

Joel

Debo ser muy cuidadoso, aunque mi vida no valga nada la de esa pequeña y Jeremy es otra cosa.

-Hola Jeremy.

-Joel, tu estas tras todo esto.

-No, solo quiero salvarte.

-¿Cómo?

-Sé que todo esto es muy doloroso pero era necesario, al tenerte aquí Alexandra cree que todo va bien, y que podrá obtener lo que tanto anhela.

-¿Y acaso no es así?

-No Jeremy, yo puedo ayudarte.

-¿Con que fin?

-Tu no debiste vivir, te explico, cuando tu padre era un adolecente y estaba próximo a asumir el liderazgo de Gozler, el disidió no tener más hijos, la primera vez que llego Alexandra ella aun no conocía la fuente de su poder, y mato a muchos de nuestro pueblo, cuando se dio cuenta, nos dejó vivir por un tiempo, la masacre fue observada por tu padre y él quería terminar con todo, quería proteger a todos.

-Eso lo sé, una vez cuando era pequeño me lo dijo.

-Luego conoció a tu madre, aun con todos sus intentos por no amarla, no pudo y lo inevitable paso su amor se consumó, y tú fuiste concebido, cuando naciste quisieron enviarte lejos, pero no pudieron Alexandra se enteró, la otra opción era asesinarte, pero un padre podría matar a su propio hijo. Ahora tú te encuentras en la misma situación que él, debo decirte que he mentido tu hija es igual que tú, y ella pronto lo sabrá, debes tomar una decisión.

-¿Estás diciendo que debo matar a mi hija?

-No solo ella debe morir, Jeremy tú también debes morir, con su muerte esta persecución terminara.

-¿Hay algo mas que no me has contado?

-Tu esposa estaba embarazada, no la mato Alexandra, la mande a matar yo, espero me perdones, pero con otro niño las cosas se hubieran complicado aún más.

-Lárgate….

-Piénsalo Jeremy, regresare al alba.

Jeremy

Veo a mi pequeña niña dormir, ni siquiera puedo pensarlo, como podría matarla, aunque si no lo hago sé que ella no tendrá paz.

-Joel, he tomado la decisión.

-Es lo correcto Jeremy, lo que hay en este frasco contaminara su sangre, y no les servirá, todo acabara.

Samanta acabo de despertar, tengo el frasco en la mano, es la hora.

Tomo la cuchara de la cena de la noche anterior y coloco el líquido, mientras lo acerco a su pequeña boca, sus ojos me miran y lo traga. No sé cuánto tiempo tarde en hacer efecto.

Samanta comienza a cerrar sus ojos y cae profundamente dormida, la observo unos minutos, y la dejo en la cama.

Es mi turno. Llevo el recipiente a mi boca y lo tomo completo.

Alexandra

-¿Qué paso? ¿Cómo pueden estar muertos? ¿Dónde está Joel?

-También está muerto.

-¡Me traiciono!