Experto en los Fracasos (Tony Stark)

El día que me quieras (IronStrange II)

"Acaricia mi sueño,
el suave murmullo de tu suspirar
¿Cómo ríe la vida
Si tus ojos negros me quieren mirar?"

Al día siguiente de la fiesta se encontraron en el mismo lugar donde se conocieron. Y al siguiente, y todos los días del mes que pasó después de ello.

Fue como una promesa que estaba implícita, un compromiso que habían adquirido con la convivencia.

Con el tiempo compartido, Anthony supo que Stephen tenía un segundo nombre que casi nunca usaba, que hablaba varios idiomas igual que él, que había conseguido su título y doctorado al mismo tiempo gracias a su memoria fotográfica; y que, debido a una heterocromía, sus ojos podían verse azules o verdes dependiendo la luz; Supo también que a veces Stephen podía llegar a ser el bastardo más egocéntrico, arrogante y sarcástico del mundo, incluso más que él mismo; que con él era fácil hablar de cualquier cosa, que aunque pareciera que no, se preocupaba por los demás.

Stephen se dio cuenta que al castaño le gustaba decir ciertas frases en italiano porque eso le recordaba a su madre y le hacía feliz; que en los momentos en que sentía que el mundo se le iba encima, salía a pasear en uno de sus lujosos carros por las carreteras de alta velocidad con la música a todo volumen dejando que el aire golpeara su rostro; que prefería la soledad cuando estaba enfadado por algo antes que desquitarse con quien no tenía la culpa, que James y Bruce eran los dos pilares que lo sostenían y que ellos junto a Peter eran el único motivo por el cual el castaño mataría o moriría sin ninguna duda.

Bruce, James y Peter ya aceptaban a Stephen como otro miembro de la familia. Sin saberlo, había provocado que Tony fuera más feliz, que sonriera más y eso para ellos era lo mejor que alguien podría hacer.

A James le cayó bien desde el primer momento en que se conocieron (oficialmente, claro) en un fin de semana en Malibú al que Stephen fue invitado por Tony a petición de Peter.
Bruce no podía quejarse, Stephen era una maravillosa persona y estaba seguro de que al Doctor le agradaba Tony más de lo que aceptaba.

Peter, por su parte, estaba más que feliz de que él y su padre se hubieran hecho tan cercanos en tan poco tiempo. No podía ni quería negar que en algún momento pensó que Tony y Steve podrían tener otra oportunidad de intentarlo, pero ver a su padre sonreír tan abierta y constantemente ante la presencia del doctor era algo que no cambiaría por nada del mundo. Le estaba agradecido con él por devolverle la dicha de ver los ojos de su padre brillar al hablar de algo que tuviera que ver con Stephen.

"Y si es mío el amparo
De tu risa leve
Que es como un cantar
Él aquieta mi herida
Todo, todo se olvida..."

Sin embargo, el único que no se daba cuenta de todos los cambios en sus vidas, era Tony. Él seguía tratando de salir de su propio vacío emocional por su cuenta, sin notar que Stephen haría cualquier cosa por ayudarlo.

Stephen no sabía por qué, ni quería ahondar más en la búsqueda del cómo o el cuándo comenzó a sentirse así con respecto a Tony. Aunque aveces creía que todo tendría su inicio la noche en que Tony derribó sus barreras personales para confiarle cómo se sentía a pesar de ser un extraño. Simple y sencillamente se dijo que era todo ese tiempo juntos lo que lo había llevado al punto de conseguir concentrarse completamente en el quirófano solamente si escuchaba las canciones favoritas del castaño o alguna melodía italiana que le recordara a él. Era irónico, al menos para su lado racional, que después de tanto tiempo huyendo de los sentimientos, hubiera quedado prendado de la persona más rota que conocía. Y estaba tratando de convencerse cada que sentía que aquello crecía, que más que estar enamorándose, era su juramento hipocrático de ayudar a las personas que lo necesitaban lo que le hacía permanecer cerca de Tony, al final del día, El castaño seguía con una herida abierta y él como buen doctor y cirujano, sabía que su deber era suturar para que entonces los tejidos que habían sido separados comenzaran a sanar y con el tiempo aquella herida se convirtiera en cicatriz.