Experto en los Fracasos (Tony Stark)

Querido Corazón.

"Querido Corazón:
Tu eterna necedad nos tiene una vez mas solitarios por el mundo, por las calles vagabundos; Y nunca escuchas cuando digo que algo mas allá y no sabes mirar que solo va a jugar contigo, querido amigo. Y vas sin frenos detrás del primero que me roba un beso, tan ingenuo a mil revoluciones por tener su amor.
Voy a dejarte encarcelado guardado en un cajón, olvidado en el mercado. Dentro del cofre de un pirata o perdido en una plaza hasta que aprendas tu lección. Quiero vivir tranquilo un rato, por fin dejar de lado tanto estúpido dolor y no correr el riesgo de volver a enamorarme.
Atentamente: La razón."

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Tony pasó tres semanas encerrado en el taller sin dejar que nadie más aparte de Joseph o Peter entraran a verlo o hablar con él. A todos les parecía bastante extraño, pues el castaño no había presentado síntomas de depresión desde que  perdieron en la primer batalla contra Thanos.

Peter y Joseph se encargaban de tranquilizar a todos con su paranoia diciendo que Anthony estaba bien. Aseguraban que comía todo lo que ellos le llevaban y que no había en él ni una sola señal de que hubiera bebido, contrario a lo que la mayoría pensaba.

Para Bruce y Rhodey fue más fácil hablar con el castaño, pues solo ellos dos y Peter sabían que jamás les ignoraría una llamada o mensaje. No les sorprendía que Stark pudiera soportar tanto tiempo "durmiendo en un sillón incomodo", ya que sabían que dentro del taller Stark tenía una habitación oculta; más pequeña que la principal, pero cumplía con su cometido.

Al cumplir una semana de estar encerrado, todos dejaron de insistir con que debían sacar a Tony de su escondite. "Saldrá cuando él quiera salir. Dejen de intentar sacarlo de su lugar seguro o solo provocaran que pase más tiempo ahí y cuando su presencia sea realmente necesaria no querrá dejar su cueva." había dicho Bruce en una reunión en la sala de juntas.

De vez en cuando, Stephen también entraba al taller por medio de un portal, burlándose de que el castaño aún no pudiera hacer algo contra que el mago apareciera en cualquier lugar de la torre a la hora que quisiera.

"Te juro que para la próxima vez que hagas cosas de ese tipo sin antes enviarme si quiera un mensaje; terminaré poniéndote una campanilla para escuchar cuando te mueves, o haré que Viernes active todas las defensas del complejo y probar si sirve la barrera electrificada para detener ciertas plagas..."

"Oh no, ¡Tony me va a electrocutar como mosquito!" Stephen actuó como si de verdad estuviera asustado con su amenaza y después se cruzó de brazos con el semblante serio. "Superalo, Edward. Eso no te funcionará conmigo. Así que ve pensando en otra opción."

Anthony bufó y volvió a su trabajo. Esta vez estaba haciéndole una revisión de rutina al auto clásico que había pedido que llevaran, después seguiría con mejoras para el IronSpider y su propia armadura. "¿Qué es lo que quieres? Tengo trabajo." Stephen se sentó en un banco cerca de la mesa de trabajo antes de contestar.

"Tendrás que salir de aquí, ermitaño. Everett y yo nos vamos a casar". La cara de Tony fue todo un poema. La llave que tenía en la mano se cayó y entonces Stephen soltó una risilla. "Ambos queremos que seas nuestro padrino." bien, Tony no podía negar que eso definitivamente le había hecho abrir la boca hasta donde más podía por la sorpresa. "Oh vamos, Edward. No es tan sorprendente. Pero en realidad, ese no es el asunto por el que tienes que salir de aquí"

"¿Ah no? ¿Y entonces qué te trajo aquí para molestarme hoy?" el más bajo se cruzó de brazos y volvió a su actitud hosca. Aquello le estaba quitando valioso tiempo.