"Querido crush" [Querido Crush #1]

09. La realidad {Narrado}

—Hola—Dije después de haber tomado un fuerte suspiro y pararme frente a Matteo quien se encontraba sentado en una de las camillas de la playa.

—Hola—Sonrió—¿Cómo estás?—Dijo apartando el teléfono de su vista y poniendo su atención en mi

—Bien... buscaba a mis padres pero no los veo por ningún lado—Sonreí—¿Tienes idea de a donde se fueron?

—La verdad es que no tengo idea, espera... ahora que lo recuerdo creo que salieron a dar una pequeña caminata por el lugar junto con tu hermano.

—¿Gaston te invitó y te dejó solo? No te lo puedo creer, que maleducado.

—No tengo problema, quería darles espacio. Pero si te sientes mejor haciéndome compañía ¿por que no te sientas y así no me quedo tan solo?

¿Estaba soñando? Matteo Balsano, mi crush, el mejor amigo de mi hermano ¡Me estaba pidiendo compañía! Necesitaba que alguien me pellizcara, era demasiado bueno para ser verdad.

—¿Eso fue un si o un no?—Preguntó, sacándome de mis pensamientos.

—Claro que me quedo—Sonreí y tomé asiento en la cama de playa a un lado de él.

Colocó sus lentes de sol oscuros en sus ojos y noté como los cerraba. Puso sus brazo alrededor de su nuca. Observé su cuerpo, era difícil no hacerlo. Tenía al chico que me gustaba en traje de baño, sin camisa ¿Podría alguien entender lo que era eso para mí? No pude evitar darle un vistazo a su parte intima. Sentí como mis mejillas se ruborizaban.

Se movió un poco y cerré los ojos para evitar que me atrapara viéndole.

—¿Necesitas que te ayude con el bloqueador? Si no lo usas créeme que tu piel se va a poner muy mal—Dijo poniendo la mirada en mí.

—Yo... este, no sé si sea buena idea. No quiero molestarte —Respondí. Pero que estúpida, era obvio que tenía que decir que si al instante.

—¿Segura? De verdad que no tengo problema.

—Está bien... pero solo en la espalda porque no alcanzo—Reí.

Llevaba un pequeño short que cubría mi cuerpo, volteé mi cuerpo y me puse boca abajo. Esperando el momento. De verdad me encontraba nerviosa.

Escuché el sonido de la botella del bloqueador solar abrirse, enseguida de eso escuché el sonido de las manos de Matteo al frotarse. Estaba ocurriendo y temía no poder controlarme.

Comenzó con su acción, sentí sus manos en mi espalda, me colocaba aquel bloqueador con tanta delicadeza. De pronto comenzó a darme un tipo de masaje por toda la espalda, y yo... yo no podía detenerlo porque realmente se sentía bien.

—¿Te gusta?—Preguntó mientras seguía masajeando mi espalda y llegando a mis hombros.

—Si—Respondí—De verdad que eres bueno.

—La práctica hace al maestro—Dijo riendo—Me gusta dar masajes, es como una buena forma de conectar los cuerpos con tan solo un roce.

¿Qué quería decir con eso? Matteo Balsano podemos conectar nuestros cuerpos las veces que quieras con más de un roce.

—No sabía eso sobre ti—Hablé.

—Hay muchas cosas de mí que no sabes—Dijo bajando hasta mis piernas.

No le pedí que me colocara en las piernas pero la sensación era tan placentera que no quise pararlo.

—Tienes razón, creo que nunca habíamos tenido una plática tan larga como hasta ahora. Siempre que quiero llegar con ustedes Gastón se encarga de alejarme. Tiene miedo de que le quite a su mejor amigo—Dije riendo. Él hizo lo mismo tras mi comentario.