Parte 4

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Sorpresa eso era lo que genera Elías en mí, gratas y satisfactorias sorpresas, en el lago estoy bastante segura que se estaba conteniendo, y luego en el caballo me hizo venir de una manera que jamás pensé, había quedado totalmente satisfecha.

Después antes de la cena, había visto las marcas que había dejado en mí cuello y durante la cena solo había pensado en las formas que él podría marcar mí cuerpo y eso me desconecto de todo, hasta había evitado una pelea con mí hermano, después había subido a mí torre y colocado mí camisón con mí bata de seda he ido a la biblioteca después de acomodar varios libros, había pensado en lo que Elías había hecho conmigo y no soporte las ganas de tocarme, estaba tan sensible que no tarde en desplomarme en el suelo jadeando, seguí tocándome hasta que sentí que unos brazos me rodeaban y una mano paso directo hacia mí intimidad, me paralice y lentamente me voltee y vi a Elías, el metió sus dedos en mí y yo lo dejé, está vez me sostuve de sus brazos.

-¿Sabes, mis dedos están cansados por todo lo de hoy?- su mano se retiró, yo no quería decirle que los dejará, así que me resigné y espere a que el se fuera, pero no fue así , en cambio el me alzó del suelo y me puso sobre la mesa y se colocó entre mis piernas, me beso en los labios luego el cuello, por mis pechos, mi abdomen, sus manos recorrían mis muslos y lentamente se escapo de mi línea de visión, me incorporé para ver que estaba haciendo pero antes de poder decir algo, el tomó mis piernas y las subió sobre la mesa, sus manos recorrían mis piernas ,fue depositando suaves y húmedos besos a lo largo de ellas, con sus dedos sacó mí ropa interior y metió su cara entre mis piernas.

Cuando su lengua toco mí intimidad, una descarga eléctrica corrió por todo mí ser y lo único que puede hacer fue gemir y arquear mi espalda, el chupo y lamió mí interior dándome descargas de placer y provoco que gimiera su nombre. Sus manos se mantuvieron firmes en mí cintura mientras me llevaba a la cima del placer, trate a atraerlo más con mis manos y me retorcí en su agarre, mis entrañas anunciaban la llegada del orgasmo y grite su nombre mientras terminaba.

Elías paso su lengua por última vez y luego se paró, me miró y sonrió- gracias por la comida- me tendió su mano y yo la tomé, me senté sobré la mesa - ¿haces esto siempre?- me preguntó con una sonrisa traviesa.

-no lo hago aquí si es lo que preguntas- mire hacia otro lado, evitando su mirada.

-¿Y porque lo hiciste aquí? ¿Ahora?- aún tenía su sonrisa arrogante.

-ninguna razón en especial- él se colocó entre mis piernas nuevamente y yo me mordí el labio al sentirlo, su erección estaba dura y se apretaba contra mí.

-dime la razón- demandó mientras tomaba mí cintura y me acercaba más a el, yo gemí y el bajo un tirante de mí camisón, mí bata en algún momento se había perdido, pasó su mano por mí hombro y luego se dirigió hacia el otro tirante y lo bajo dejando mis pechos desnudos- dime la razón- mordí mis labios para no decir nada y negué con la cabeza, el Elías demandante se me hacia realmente sexy y excitante, Elías se agachó y con su boca tomó mí pecho y comenzó a chupar y ahogue un gemido -dime- demandó.

-estaba pensando- solté mientras el chupaba y entonces su manos se dirigió hacia mi entrepierna y metió uno de sus dedos en mí, gemí, estaba demasiado sensible y la situación no lo mejoraba.

-¿Sobre qué?-dijo y cambio de pecho, luego metió otro dedo.

-sobre ti- solté.

-¿sobre mí haciendo que?-su dedo pulgar se pasó por mí clítoris e hizo pequeños círculos, sus manos realmente sabían que hacer y donde tocar, me abrace a el y me aferre lo más que pude, y en su oído dije.

-sobre ti haciendo marcas en mí-jadié- sobre ti tocándome, sobre ti dentro de mi- gemía mientras llegaba a mí cuarto orgasmo en el día, Elías satisfecho con mi respuesta retiro sus dedos de mi y los lamio uno por uno, y su típica sonrisa arrogante apareció .

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