Parte 5

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Había despertado muy cómodamente en los pechos de mí prometida y luego estuvo el tema de su hermano, Mel lo arreglo rápido y después tuve esa pequeña sesión con ella en mí cuarto, luego fui con su hermano pase el rato más largo posible eligiendo el traje, decidí por uno blanco como es costumbre en mí reino y tarde un rato más en las conmemoraciones, mientras Francis me llevaba a quién sabe dónde , y hacia preguntas sobre lo ocurrido en la biblioteca, pensé en como Mel se había resistido a contarme porque se estaba tocando y como yo se lo había sacado, mí entrepierna sintió un cosquilleo y ganas de estar con ella surgió dentro de mí.

Después de un tiempo en un bar volvimos, yo no tomé, quería estar sobrio en mí boda, al pasar por el pueblo vi una joyería y le indique a Francis que detuviera el carruaje, entre y seleccione una alianzas de oro blanco. Volvimos al castillo, mis padres habían llegado del reino en la mañana, al parecer partieron al momento de recibir la invitación, hablé con mí padre a solas  después del almuerzo,

-estoy orgulloso de que hallas aceptado esto y más cuando se adelantó tanto tiempo- dijo mí padre.

-no es como si me pudiera oponer y menos con Mel-me corregí -la princesa Mel- mí padre sonrió.

-una mujer de carácter fuerte, eso es lo que necesitas- levante mí ceja- no me mires así hijo sabes que es verdad-no lo negué.

- ella es buena- le dije. Mí padre asintió. Mí madre me explico que debía ser un buen esposo y que no la molestará o Mel me dejaría y buscaría un amante, la idea no me gustó, y también me advirtió de que ni se me pasará pensar en tener concubinas, y yo concorde sobre la idea.

La hora de la boda estaba llegando me cambié y los guardias me llevaron hacia la catedral, dentro encontré al conde Rupert mí mejor amigo desde los 10, nuestros padres eran amigos y ahora él se quedaba en el palacio para ser mí consejero.

-Ey amigo- Rupert me abrazó- así que te atan ¿He?- digo mientras golpeaba mí hombro- dicen que la princesa es hermosa ¿Ya la viste?

-si ya la vi- por completo- y si es hermosa- más cuando gime mí nombre.

-eso es bueno-sonrió y luego su cara se volvió sería- viste ese de allí- me señaló un chico de nuestra edad alto pelo claro y ojos marrones-esta diciendo a todo el mundo que la princesa está enamorada de él y que él fue su primer beso- el enojo brotó dentro de mi- solo digo que deberías decirle algo- comencé a caminar hacia el.

-vamos-le dije a Rup y este me siguió, me presenté a esa familia y luego el se presentó un tal Matius lo lleve a parte con la escusa de contarme más sobre su participación en el parlamento.

-si sobre las reformas institucionales..-lo corte.

- ahórratelo- el me miró confundido- así que tú dices que la princesa Mel está enamorada de ti-se irguió al comprender en que situación estaba.

-si ella lo está-dijo seriamente-ella nunca te amará- escupió esas palabras.

-eso es muy gracioso Matius-me reí- verás ella jamás te menciono ni en nuestra cita ni cuando nos besamos- le dije, su cara se volvió roja.

-ella nunca te hubiera besado, mientes- dijo Matius.

-¿Porque mentiría Matius?- alcé una ceja y me crucé de brazos.

-por que tienes miedo de que te engañe conmigo- me reí ante el comentario, Rupert que vigilaba también río.

- Matius, Mel no sería capaz de engañarme y menos contigo ¿Sabes porque?- me acerque solo para que él escuchará- porque ella se toca pensando en mí, ella se viene sobre mis dedos y ella sólo gime mí nombre, y sabes que ella jamás te amará a ti.

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