En Silencio

Capitulo 12: Revelaciones

Tres días despues de aquella noche, Jean andaba más contento, sus poemas hablaban ya de un enamoramiento cursi y meloso, toda la legión lo miraba como la imagen viviente del “legionario alegre”, pero aquello seria opacado por la noticia de una nueva exploración fuera de los muros.
Salierón como siempre lo hacia la legión, con provisiones para una semana y con dos grupos de legionarios, aquellos temerosos de no volver y otros ansiosos de salir, curiosamente Eren formaba parte del primer grupo y Connie del segundo grupo. En toda la trayectoria de la legión a la base donde se quedaron la anterior, a lo lejos esa base lucia intacta y muy bien cuidada, a lo cual Erwin y Armin dedujeron que alguien se quedó a vivir allí o estaba viviendo allí.
Erwin mandó una escuadra conformada por Levi, Mikasa, el cadete recien egresado Schultz y el sargento Hausdorff transferido de la Policía Militar del norte.
Fue cuando entonces salió el titán bestia y el titán carguero, este último causó el miedo total a toda la legión incluyendo a Eren Jager, el semi titán estaba impresionado por lo que veia, dos oponentes contra él, en el lugar se mantenía un silencio tal que se podia escuchar el ruido de los arboles provocado por el viento.
El titan bestia al ver que los legionarios estaban aún sin hacer nada y su compañero titánico esperaba alguna orden suya, decidió hablar.
--Antes de que hagan una maniobra en nuestra contra, les avisamos venimos en busca de paz con los muros-dijo el grotesco titán, impresionando a Hanji-somos leales a Erdia-dijo un hombre rubio parecido al padre de Eren que salia del cuello del simiesco titán, haciendo que Hanji se desmaye de la emoción.
--¿Quién eres y a qué viniste?-preguntó un alarmado e imprecionado Erwin, sus teorías y especulaciones fueron confirmadas.
--Soy el Jefe de Guerra Zeke Jager, hijo de Griesha y Dina Jager-se presentó con reverencia-y junto a mi compañera, vengo a pedir ayuda a ustedes
Entonces los legionarios se acercarón con precaución cuando los cuerpos de los titanes cudrúpedo y bestia se desintegraron, Yelena era el nombre de la portadora del bizarro titán que andaba a cuatro patas. Ya adentro de la base los erdianos de más allá de los muros les explicaron la situación que vivían allá, con algunas fotografias y cartas de algunos miembros de la resistencia en el continente logrando convencer al comandante Erwin, tambien tuvo que ver las cosas que Eren escuchó a decir a Reiner e Ymir cuando estaba secuestrado y los recuerdos que Armin conservaba del libro viejo de su abuelo, Erwin ya seguro de su desición, mandó un escuadrón a que llevaran la carta que escribió Zeke con su puño y letra ese mismo día.
La carta recitaba lo siguiente:
“Saludos, mi señora, Reina Historia Reiss.
Hago un llamado a los erdianos de los muros, el país de Mare, aquel que fuera el principal desolador de nuestra gente ya sea enviando titanes a la isla que habitan u oprimiendo a gente como mis padres, ha caido en una guerra civil, los nobles y algunos politicos leales a Mare fueron exterminados por la revolución y cuatro de nueve titanes cambiantes estan capturados para ser consumidos por los soldados de la revolución y tenemos intención de compartir el poder con ustedes.
La revolución esta siendo financiada por los asiáticos y las naciones de occidente, estos son nuestros aliados hasta que algo ocurra para que la alianza se rompa.
Confio en las memorias de sus antecesores, en la acción conjunta con la Legión de Reconocimiento y en estas fotografias de las tierras más allá de los mares que les mando para ganar la confianza suya.
Por una Erdia grande de Nuevo.
Atte: Jefe de Guerra Zeke Jager”.
En la base, se decidió regresar a Shinganshina y a muestra de confianza y buena voluntad de los guerreros de más allá del mar, Zeke y Yelena limpiarian el lugar de titanes garantizando la seguridad de la legión, aunque entre ambos dijeron ya haberlo hecho.
Partieron dos días y una noche después, el camino a las ruinas del pueblo que alguna vez fué el hogar de Eren, Armin y Mikasa fue como dijo Zeke, libre de titanes, al llegar a la casa de Eren, este junto a Erwin, Levi y Hanji fue directo al sótano, abriendo la puerta de un golpe al serle inutil la llave de su padre, pero esa llave no abria la puerta, sino una cajita donde habia una carta donde se explicaba el mundo más allá de los muros y el mar, en esa misma carta se decía que Eren era medio hermano de Zeke y venia allí con una foto del patriarca Jager con su familia en Mare, Zeke soltó una lagrima de nostalgia demostrando su humanidad.
Toda la informacion se hizo saber a toda la legión, lo cual hizo perder un dineral a Connie y Moblit que apostarón con Jean y Armin si el Jager mayor era pariente del bastardo suicida.
Mikasa y Yelena estaban en shock por la noticia al igual que el resto de sus compañeros, Armin y Jean por el contrario estaban felices y parcialmente podridos en dinero por haber apostado con mas gente que Connie y Moblit.
Al día siguiente, llegó un mensajero real junto a un pelotón de la Guardia Estacionaria y otro de la Policía Militar, en la carta que envió la reina, esta envió a hacer asentamientos fuera de los muros, aumentar la capacidad de las barracas del ejercito, reclutar soldados y mejorar el sueldo de los miembros de todo el ejército de los muros, las nuevas ordenes de la Policía Militar y la Guardia Estacionaria era llevar cañones y artillería a Shinganshina con previo reconocimiento de la zona, para finalizar la carta que Erdia entraria completamente a la guerra contra Mare. Ese mismo día Yelena partió al continente con la noticia y Zeke se quedó a convivir con su medio hermano y a planear la invasión a Mare con los comandantes estrategas Nile Dok, Dot Pixis y Erwin Smith, este ultimo ascendió a Armin Arlet, Eren Jager y Jean Kirschtein al puesto de capitanes. Yelena al partir les dijo que cuando volviera, traería un "regalo", un prisionero militar con el nombre de Donnar Helvete poseedor del titán warhammer, lamentaba no traer a la señorita Tybur ya que en su agonía por una bala en la cabeza en un atentado, fue consumida por Helvete para evitar su muerte, la otra sorpresa era que el sargento revolucionario Berthold Hoover vendría con el prisionero, aquel nombre sulfuró a la legión especialmente en los capitanes Arlet, Jager y los Ackerman de la legión.
Ese mismo día se marcó un lugar donde se pondría un monumento a los caidos, a aquellos que murierón en el asedio titán, y a aquellos militares que cayeron en cumplimiento de su deber.