Por ambas...

Capitulo III Ojos esmeraldas

"...Solo nos vimos una vez..., solo aquella vez y quedo borrada de mi mente..., y sello mi destino..."

Pov Isidora

En cuanto Amanda se cayo del juego del parque, regresamos en cuanto pude a su casa, no contaba con mucho dinero, como para tomar un taxi, aun tenia que guardar un poco para llegar a la mía, así que la tome entre mis brazos conteniéndola ya que lloraba por la caída, levante la vista viendo que se acercaba un bus con dirección a la casa de ella, si lo tomaba tal vez solo tendría que caminar un par de cuadras

-vamos a casa Amanda...-le dije tiernamente-y cuando lleguemos comeremos helado ¿si?-le prometí

-¿helado?-pregunto dejando de llorar

-si, el sabor que mas te guste-reafirme abrazándome fuertemente para cargarla y llevarla en dirección al bus, una vez arriba tuvimos mucha suerte ya que habían asientos disponibles, finalmente Amanda había dejado de llorar e incluso se le había olvidado en cierto modo, animada a que al llegar a su casa comería un poco de helado, nos entretuvimos mirando por la ventanilla, mientras ella reía nombrándome los colores de los autos que pasaban a nuestro lado

-rojo

-azul

-verde

-muy bien-parecíamos mas bien en vez de una dos niñas pequeñas, casi nunca me subo a los buses, casi siempre suelo caminar así que es muy diferente a lo que yo veo a diario, la tome entre mis brazos para bajar, lo cual el chofer fue muy amable en detenerse, descendiendo sin problemas, tan solo nos faltan un par de cuadras para llegar a su casa y tal vez me quede a dormir allí, casi siempre sus padres viajan, no puedo creer que la dejen la mayor parte del día a mi cuidado, claro que yo la cuido bien pero...¿y si no fuera así? ¿y si fuera otra persona?, me preocupa que llegue un punto que ella sufra la ausencia de sus padres, soy su niñera nada mas, pero me entristece saber que ellos no puedan ver lo que yo veo en ella todos los días, una pequeña que necesita amor, y contención de su familia

Amanda tomaba mi mano de manera suave, dando saltitos mientras caminábamos hacia la casa, no nos quedaba mucho, y al parecer olvido por completo el pequeño accidente que tuvo en el parque, extrañamente vi algunos autos de color negro con cristales polarizados, no le preste mayor importancia, ¿será que hay un funeral?

-Isi ¿cantemos?

-¿Qué canción quieres cantar?-pregunte, se cual es su favorita, pero tal vez la haya cambiado

-las gotas-respondió con una sonrisa

-bien, si las gotas...-comenzamos a cantar mientras llegábamos a su casa, abrí el portón encontrándolo sin seguro ¿Qué extraño? Normalmente los padres de Amanda son algo precavidos en eso, tal vez fue un simple olvido, mire a mi costado encontrándome con los mismos autos negros estacionados muy cerca, ¿de que vecino será?, entre algo rápido ya que me dio un poco de miedo, por mi y por la niña, ella por su parte seguía cantando y prefiero que siga así, se adelantó soltándome repentinamente mi mano dirigiéndose a la puerta que se encontraba entre abierta, una sensación extraña recorrió todo mi ser, mi mente o tal vez mi instinto no lo se muy bien diciéndome " no entres", pero Amanda abrió la puerta y Sali tras de ella sin pensar, ambas nos detuvimos en el lumbral de la puerta y ya era tarde, porque nuestros destinos ya estaban sellados

-¿Quiénes son ustedes?-pregunte al ver a un grupo de hombres, gigantes por lo demás, de traje y lentes oscuros, como estatuas vivientes en diferentes puntos de la casa ¿Quiénes son?, la pequeña se aferro mas a mi lado abrazándome una de mis piernas sintiendo su ligero temblor en su cuerpo, esta asustada, lose porque yo también lo estoy, quiero correr y salir lo mas rápido posible de aquí, sonreí torpemente nerviosa, retrocediendo un paso hacia atrás aun con la niña aferrada a mi, y no obteniendo respuesta de ninguno de esos sujetos-perdón nos equivocamos de casa...-dije estúpidamente con una sonrisa irónica, girando con Amanda hacia la salida cuando veo a una muralla de hombre cerrando la puerta en mis narices dejándonos completamente a oscuras