Capitulo IV Presa de su obsesión...

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"...¿en que me he metido...? Mi vida era normal...así la quería..., pero...al parecer no hay limites para la obsesión..."


Pov Bruno

La vi ingresar a la casa y lo primero que pude apreciar es sus ojos llenos de espanto y terror, la pequeña se adelanto abriendo la puerta de manera escandalosa, tuvimos suerte o simple poca conciencia que nos queda, que ocultaron sus armas antes de que ella las viera, para cuando levante la mirada Isidora ya estaba dentro de la casa, siento un poco de lastima, "la pequeña ave entro a la jaula sola", y Amanda como su inocente carnada

-¿Quiénes son ustedes?-pregunto mirando a todos lados, quizás buscando una salida aferrada a la niña y viceversa, fue cuando me vi en la obligación de intervenir frente a ellas, envié a la pequeña a su habitación, bueno... "sus padres" a su manera tan poco dulce le ordenaron eso, al menos obedeció en medio de berrinches cerrando la puerta del cuarto escuchando como encendía la televisión, pero aun me quedaba un pequeño gran problema, Isidora

-ya tienes lo que querías! Ya déjanos ir!- grito el estúpido de Mauricio, sentado en el sofá junto a su esposa, Beatriz, no saben cuando cerrar la boca, estúpidos, no debe hablar de mas o cerrare la boca a la fuerza, no les voy a perdonar nunca, lo que tenían planeado hacerles y por lo mismo me asegurare de que a ellas nada les suceda aunque para ello deberé llevármelas a la fuerza

Isidora aun sin entender nada, quería huir, lo sabia, era bastante obvio, dedicándome una sonrisa que temblaba su mentón retrocediendo hacia la puerta disimuladamente lista para escapar, aunque yo fui mas rápido en detenerla tomando su mano fuertemente mirándonos directamente a los ojos, me analizaba lo se muy bien, esperaba que se sintiera intimidada, muy por el contrario, ella era quien me hacia sentir extraño, culpable, maldito, apartando la mirada rápidamente de ella, no puede ser que no pueda mirarla a los ojos ¿será por todo lo que he hecho toda mi vida? O tal vez es simplemente Isidora quien me hace sentir así

No me dio mucho tiempo para pensar cuando apreté su mano llevándola tras de su espalda haciendo que soltara un quejido de dolor, cubriendo su dulces labios con mi mano llevándola nuevamente hacia donde se encontraban esos idiotas fingiendo no saber nada, sentía como ella trataba de removerse con toda su fuerza para zafarse pero le era completamente inútil, aun así no se daba por vencida, y además Mauricio gritando estupideces con el fin de callarlos y que Isidora se quedara quieta, hice una señal a mis hombres para que los apuntaran con sus armas, lo demás fue silencio absoluto

-ya las tienes al ambas ¿Qué más quieres? -volvió a gritar el muy idiota, no aguante mas, firmaron su sentencia de muerte y un solo disparo termino con su vida, en ese instante sentí toda mi mano empapada de las lagrimas de Isidora que corrían como un rio por mi piel, no quería que viera eso, pero no me dejaron otra opción, sé que algún día me entenderá o la forzare a que lo haga, me distrajo a un grito desgarrador de su mujer, la silencie inmediatamente para que se reúna con él en el mas allá

El cuerpo de mi pequeña castaña se paralizo, podía escuchar los latidos de su corazón sentir como estaba a punto de salir de su pecho, nadie me lo creería pero se muy bien lo que siento, ya que mi pecho esta pegado a su espalda, también que no hará ningún movimiento absurdo soltándola lentamente cayendo del mismo modo al suelo, temblaba..., pobre..., tengo deseos de contenerla, abrazarla, pedirle perdón por hacer que ella viera lo perverso que puedo ser

-ahora se buena chica y ve por la niña, nos vamos -le dije desviando la mirada hacia otro punto que no fuera ella

-¿Qué?...-le escuche casi con un hilo de voz-dejaste sola...a Amanda...-decía perdida en shock, la sostuve de los hombros y con un solo impulso la senté en el gran sofá, mirándome perpleja, no creí que fuese tan ligera o yo utilice mucha fuerza para levantarla

Por ambas...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora