Capitulo XII Mesa para tres...

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...A veces la vida se empeña en darme sorpresas...incluso las mas inesperadas..."

Pov Isidora

Ahora estoy en mi habitación, me estoy alistando para la cena que le invito Bruno, me parece un chiste, ahora estoy aceptando sus tonterías, fingiendo que estoy desmemoriada para que no me toque y además proteger a Amanda, ella luce entusiasmada con la salida, creo que le sirve salir de aquí un poco, pero lo que me sorprende es la nada misma que ha preguntado por sus padres, no ha preguntado absolutamente nada, es como si ambos llenáramos ese vacio paternal que tiene, si que esto es extraño, el vestido aun esta sobre mi cama, a estado allí desde que entre la habitación, es un rosa pálido ajustado y un detalle en uno de los hombros

Amanda en un vestido violeta, con un cinto blanco en su cintura, muy...bonito, y dulce para su edad, le peine su cabello dejándoselo suelto, preguntándome porque yo aun no me he arreglado, la verdad aun no me quito la bata de baño después de ducharme para esta noche, mi cabello aun tiene la toalla y ya empieza a dolerme por la humedad, la verdad no me quiero arreglarme, no quiero salir con él, ¿Por qué acepte?, ¿Por qué me convence tan rápido? Que ingenua o estúpida soy –no tengo remedio...

-¿enferma?-me pregunto Amanda mirándome con extrañeza de seguro por mi comentario estúpido, solo sonreí para ella mirarse al espejo mientras la peinaba

Me anime a cambiarme ropa aunque lo hacia de forma lenta, medias, calzado alto y el vestido que obviamente Bruno escogió para mi, y un poco de maquillaje, aunque debo admitir que tiene buenos gustos, y lo que me hace sospechar de que no he sido la única mujer que ha conocido en su vida, pero me juro que seré la única que no se la llevara a la cama

Salí un poco tímida, o así me siento, intimidada, pero Amanda tenia otros planes para mi, ya que tomo mi mano llevándome con fuerza por los pasillos donde estaban los matones de Bruno hasta la gran sala, sin antes bajar por las escaleras, donde le pedí a la pequeña que tuviera mas cuidado, él me estaba esperando como un príncipe a su princesa, me sonroje, por un instante este hombre es muy detallista conmigo, pareciera como de un cuentos de hadas, pero con una historia muy oscura detrás, a veces me pregunto ¿Qué lo llevo ser así? ¿Por qué no tuvo otra opción? Creo...que todos podemos cambiar...

Al bajar el ultimo peldaño alcanzo mi mano, sosteniéndola con suavidad, besándola tensándome un poco

-te ves hermosa...-me dijo, si como no pienso que se lo ha dicho a muchas

-gracias...-conteste

-tu también, mi pequeña-le dijo a Amanda, mientras que ella lo abrazo así como si nada dejándome boquiabierta , no puedo hacer nada, aunque el mas sorprendido es él, quien lo vi hasta nervioso con Amanda en sus brazos, correspondiendo de manera torpe a su muestra de cariño e incluso emocionado

Tomo su mano y Amanda sostuvo la mía quedando ella en medio de nosotros, comenzando a salir, mientras que Leo nos abría la puerta del auto y la pequeña se sentaba atrás ajustándole en cinturón de seguridad en su asiento para niños, al sentarme, mire hacia atrás para asesorarme que todo estuviera bien con ella, aunque para regresar mi vista al frente ya estaba Bruno a mi lado

-cariño, mi pequeña, las llevare a mejor lugar del mundo-nos dijo encendiendo el motor del auto, para emprender el rumbo hacia el lugar que nos prometió

Tras algunos minutos, en la carretera me había dado cuenta que la casa de Bruno y la nueva ciudad en si, estaban bastante lejos, si me hubiera escapado de seguro estaría perdida con la niña, tal vez fue la mejor decisión haberme quedado con él

Llegamos a un hermoso restorán, el rostro maravillado de Amanda era igual que le mío, aun así no dejaba de sentirme extraña, es un lugar que no estoy acostumbrada, y no puedo evitar sentirme algo nerviosa, como extraño los hot dogs y las hamburguesas..., desperté de mis pensamientos cuando siento como Bruno abrió la puerta del copiloto para que yo descendiera y un hombre de negro, le abrió a Amanda bajando de inmediato tomando mi mano, mientras que él le entregaba las llaves del auto a ese desconocido

Al entrar, el lugar era mucho mas bello que por fuera, parecía que era otro mundo, aunque todo era brillo y cristal, el aroma y el silencio era algo tétrico, ya que a pesar de la gran influencia de publico, se sentía un ambiente tenso, como si todos desconfiaran de todos, el garzón nos llevo a nuestra mesa, justo se ubicaba en medio de el gran salón, el mesero iba a mover mi silla, cuando Bruno se lo impidió de inmediato, mientras que Amanda se sentaba por su cuenta en la silla, a lo que sonreí un poco nerviosa

-¿te gusta el lugar?-me pregunto sentándose frente a mi

-esta muy bello, gracias

-bonito lugar-contesto Amanda, a lo que él sonrió

-se ve que aquí solo hay personas importantes...-no pude evitar comentar eso, todas se parecían mucho al estilo de Bruno, imponente, arrogantes y extravagantes

-si...pero la verdad, todos ellos son como yo...-respondió bebiendo una copa de vino

-¿todos?-me sorprendió por su respuesta tan abierta

-si-contesto asintiendo-e dije que seria honesto contigo y con Amanda, aquí vienen las personas como yo y sus familias, amigos y enemigos...

-¿Qué?...pero...

-no te preocupes..., hay ciertos códigos que tenemos, son como "treguas" además mientras hayan niños no hay necesidad de guarda espaldas, ya que no tienen nada que ver con el negocio, y en parte si, pero...les protegemos la infancia

-suena extraño...

-lo es-dijo con una pequeña risita, ¿acaso se burla de mi?-no te lo tomes a mal, pero las cosas son así desde que entre al negocio-el mesero nos interrumpió, tenia la curiosidad de saber mas de él, no se con que fin, pero su historia era fascinante, llena de acción, locura y misterio, una mezcla peligrosa que me invita que adentrarme, ¿Por qué será? ¿por la vida tan "normal" que tuve y quiero volver? ¿acaso estoy viendo la realidad de la vida? ¿de un mundo desconocido para mi?, cuando el garzón se marcho con la carta de nosotros, eligiendo por nosotras

-¿Cómo...entraste al negocio Bruno?-pregunte haciéndolo detener a media copa que bebía de nuevo- eso fue por...-un silencio inundo el lugar, lejos del bullicio que había, poco pero era ruido al fin, ahora era algo sepulcral, mire extrañada al igual que Amanda quien entraba al lugar-¿Qué sucede Bruno...?-le susurre

-es el jefe

-¿jefe?

-digamos, el tiene mas dinero que yo-contesto sonriendo un poco-pero es peligroso, según dicen, además su vida es un total misterio, familia, amigos, nada

-suena como si lo hubieses investigado

-lo hice...-dijo con una leve carcajada, no pude evitar reírme también, sin duda es lo mas loco que he vivido en mi vida, cuando entro una mujer, tan hermosa como artista de cine, con un hombre de traje, alto, robusto, moreno y....

-¿Gabriel?-pregunto en voz alta sin pensar poniéndome de pie, captando toda la atención de todos

-¿Isidora? ¿Qué haces aquí?-no puedo creerlo, ¿mi amigo? ¿mi mejor amigo aquí?, al verlo frente a mi junto con la mujer que lo acompañaba con ojos bien abiertos, antes que podía pensar en otra cosa, solo sentí en la voz perpleja de Bruno

-¿Qué?

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Holaaa espero que les guste este capitulo, muchas gracias por apoyar estar historia, besos, perdon las faltas de ortografia, abrazos!!!


proximamente.................................................Capitulo XIII Grabriel, mi mejor amigo...

Por ambas...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora