Amor Entre Campesinos Y La Realeza

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La noche había pasado rápido, Jimin habia dormido en su habitación esperando que el príncipe y su amado estuvieran cómodos en la habitación de huéspedes, no tuvo tiempo para preparar algo decente para que descansarán pero gracias al cielo, todo estuvo bien.

El desayuno se tomó con tranquilidad, Daniel comía con cuidado y total decencia, al final, estaba frente a dos príncipes, tenía que tener modales.

Cuando terminó de comer se levantó con el máximo cuidado posible y se encaminó a la cocina para lavar su plato, Jimin noto que aquel pequeño caminaba un poco... Raro, así que no evitó preguntarle al mayor que pasaba.

-¿Que fue exactamente lo que pasó anoche, Hyung Sik?-
Jimin lo miraba serio, como si estuviera interrogando a un asesino, no le gustaba que le escondieron cosas.

-Nada, no paso nada-
El joven suspiro y siguió comiendo mientras evadia la mirada de Jimin, no iba a contarle todo lo que pasó en la noche, era su intimidad.

Jimin soltó un suspiro y se dirigió a su trono como si nada, todo estaba bien pero algo tomo su atención, habian leves ruidos y risas afuera, se asomó un poco a la ventana y vio como algunos pétalos volaban.

Era extraño ver pétalos por ahí cuando sus flores eran bien cuidadas, algo estaba pasando y el descubriría que era.

Salió con rapidez al patio y busco el origen de aquellos pétalos voladores, al encontrarlo se impresionó y solo se quedó mirando.

RJ y Koya eran los responsables de aquellos pétalos, estaban tirando pétalos mientras celebraban aquel momento, parecía una pequeña ceremonia de mascotas pero todo cambio cuando Jimin vio a los personajes principales de aquella ceremonia... Shooky y Chimmy.

Shooky estaba sonriendo y saltando como siempre, veía la felicidad de aquella galleta salir por todo su pequeño cuerpo de masa, llevaba una pequeña gomita de mora azul en su cuello simulando un corbatín mientras que Chimmy por su parte, vestía aquella tela blanca del día anterior junto a unos zapatitos blancos hechos con papel. Jimin estaba muerto de amor al ver aquella pequeña ceremonia o mejor dicho, pequeña boda.

Se sentía orgulloso de ver a su pequeño amigo casarse con aquella pequeña galleta, entendía que el amor era algo más que solo el físico y eso lo podía ver en sus mascotas. Eran tan diferentes, tanto en tamaño como en forma pero su amor era el mismo, compartían el amor y admiración hacia el otro y por eso eran perfectos.

Después de un largo rato de mirar aquella ceremonia, Chimmy volteo a verlo haciendo que todos al fin se dieran cuenta de su presencia, estaban tan enfocados en la boda, que nadie se había dado cuenta de la presencia de Jimin ahí, ni siquiera Tata que estaba justo al frente de el.

El pequeño perrito comenzó a temblar pensando que Jimin iba a impedir su boda pero Shooky se interpuso mientras miraba a Jimin, no iba a permitir que alguien separara a Chimmy de el.

-Oye, Oye, tranquilo~
Jimin soltó una leve risa y se arrodilló para verlos mejor.
-No vine a interrumpir nada, solo quería ver su boda, no les impedire que se casen, más bien... Felicidades~

Ambos quedaron sorprendidos por las palabras del joven, Jimin les mostraba su sonrisa más pura haciéndoles comprender que todo lo que decía era verdad. Lo único que pudieron hacer fue abrazarlo, no sabían que más hacer, estaban tan felices de que Jimin hubiera aceptado eso que no sabían ni qué hacer ahora.

Fue un largo abrazo que fue interrumpido por unos pasos fuertes, Shooky se separó y miró al dueño de aquellos pisotones, sus ojitos apenas miraban el suelo apenado como si tratará de decir "Lo siento".

-Shooky... Tu no debes casarte con el, el debe casarse con la mascota del príncipe Hyung Sik... ¿¡Por qué carajo no lo entiendes!?-
Yoongi alzó la voz espantando a todos y haciendo llorar a Chimmy, Jimin miró al joven mientras abrazaba a su adorable perrito que lloraba en su pecho, no entendía que pasaba pero no iba a dejar que arruinara la boda.

-Yoongi, Ellos tienen todo el derecho de casarse, se aman, como nosotros nos amamos... Si Shooky y Chimmy se quisieron casar ¡Eso está bien! Ellos siguen a su corazón... Igual que yo estoy siguiendo al mío-
Soltó a Chimmy para dejar que Shooky lo consolara y fue con Yoongi, tomo al chico de las mejillas y le dio un leve beso.
-Yoongi, yo me voy a casar contigo... El plan ya está hecho, no tendré que casarme con Hyung Sik...-

Los ojos de Yoongi se iluminaron al oír esto, no entendía de que plan hablaba pero el escuchar que no iba a casarse con el otro príncipe fue como música para sus oídos. Tomo las caderas de Jimin y lo alzó hasta donde pudo mientras sonreía, enserio estaba muy feliz.

-¿H-Hablas enserio?-
Yoongi lloraba de alegria, no sabía ni qué hacer, si besar a Jimin o irle a contar a todos.

-Siempre hablo enserio contigo, nunca te mentiría, Min Yoongi~
Soltó una leve risita y se dejó caer en sus brazos, se sentía feliz de verlo así, de verlo calmado y relajado, eso lo hacía feliz, bueno, más feliz de lo que era.

Por otra parte, Hyung Sik estaba jugando con Daniel, eran una pareja demasiado adorable, el pequeño siempre le pedía besos y abrazos mientras jugaban y Hyung Sik, no podía resistirse a esos pedidos.

Era solo un niño pero enserio era el amor de su vida, no podía compararlo con nadie más y ni siquiera podía imaginar un futuro sin el como su "princesa".
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-Ah~ Ah~ -
Los leves gemidos de Daniel, se escuchaban por toda la gran habitación, no era muy tarde pero aún así, todos dormian o al menos, eso creía la pareja.

Daniel estaba recostado en la cama con sus piernas abiertas, mostrándose completamente a Hyung Sik. Este lo miraba desde el sillón que estaba solo a unos metros del menor, estaba tomando su te tranquilamente mientras disfrutaba de aquella hermosa vista que Daniel le daba o mejor dicho, que fue obligado a darle.

Hyung Sik habia hecho una apuesta con el menor mientras jugaban, trataba de que el menor tendría que mostrarle toda su sensualidad y provocarlo en la noche si ganaba, pero si no era así, Daniel podía conseguir todo lo que deseaba en el mundo... Pero como vimos, Daniel no pudo ganar aquella apuesta.

El pequeño había comenzado con mostrarle algunos de sus pasos de baile pero después terminó desvistiendose y masturbándose frente a el.

No soportaba ver a Hyung Sik exitado, ver su miembro abultado debajo de su pantalón era algo que no  soportaba y por eso terminó asi.

Daniel estaba masturbando su.miembro con una mano mientras que con la otra toqueteaba un poco su entrada, después de un rato te jugar con ella, introdujo dos dedos a su boca comenzando a lubricarlos, sonreía mientras hacía esto, sabía que a Hyung Sik le encantaba.

Cuando terminó de hacerlo, simplemente introdujo los dos dedos en su entrada mientras comenzaba a simular leves embestidas, se estaba retorciendo del placer mientras gritaba el nombre del mayor entre sus gemidos.

-Hyung Sik~ Más~ más~
Pedía cada vez más a gritos mientras miraba como el mayor movía su mano verticalmente sobre su gran miembro.

-Dime que es lo que quieres, pequeño-
El mayor se levantó de su asiento y se acercó al menor mientras acariciaba sus delicadas piernas, sonreía con lujuria mientras miraba cada parte del menor esperando unas leves palabras.

-Quiero que me penetre ya~ quiero su gran pene en mi entrada~
Dijo sin más preámbulos el menor mientras se acomodaba y con sus manitos, separaba un poco su trasero dejando ver toda aquella vista a la cual Hyung Sik le obsesionaba.

Fue más demorado Daniel en decir esas palabras que Hyung Sik en penetrar al menor, el ritmo que llevaba era fuerte y continuo, no era para nada delicado y menos cuidadoso. Los únicos ruidos que se escuchaban eran los gemidos de aquel pequeño y los choques que daban sus cuerpos cuando Hyung Sik introducía y sacaba su miembro.

La noche fue espectacular para ambos jóvenes, la pasión y la lujuria reino pero el amor floreció aún más, no solo para Hyung Sik y Daniel, también para Jimin y Yoongi.

No habían desaprovechado la noche tampoco, Jimin y Daniel hacían una perfecta armonía de Gemidos, tanto que ninguno se había dado cuenta que el otro estaba haciendo lo mismo, sus voces parecían una. Yoongi y Hyung Sik eran los únicos que se habían dado cuenta pero con más razón no iban a parar, tenian que demostrarse quien era el mejor y quien era el dueño de quién.

You are my treasure (Yoonmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora