Capitulo X

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No entendía el porque me daba vergüenza despertar a lado de Castiel. Desde hace tiempo que dormimos en la misma cama y nunca tuve un inconveniente con eso, pero ahora de sólo pensar que podría escuchar mis ronquidos, o que me vería despertar con el cabello desordenado, las lagañas y tal vez un rastro de saliva, me avergonzada de sobremanera.

Así que aquí estaba yo, frente al espejo cepillado mi cabello y quitándole las lagañas y cepillandome los dientes, mientras el sigue dormido.

Ya lista regrese a la cama y volví a acostarme, era sábado y no teníamos nada que hacer; el concierto sería hasta en la noche por lo porque teníamos tiempo de sobra hasta las 5 pm que tendríamos un ensayo.

Lo escuché quejarse y supuse que comenzaría a despertar así que cerré mis ojos haciéndome la dormida.

- no creas que no note que te levantaste, y que ahora te haces la dormida. Otra vez estas con el cabello cepillado, la cara limpia y apuesto a que has lavado tus dientes al menos dos veces-

Me dijo él, yo en respuesta abrí los ojos e hice un pequeño puchero.

-tabla, se te olvida que te conozco muy bien. Lo que no me explico es porque desde hace 2 semanas haces esto-

-es porque me da pena que me veas así...-

-¿así como?-

-fea, a la hora de despertar-

Él comenzó a reír y me atrajo hacia si en un abrazo cálido.

-hey, tu no eres fea, te he visto despertar así mucho tiempo y jamás me pareciste fea.

-¿jamás? ¿jamás?-

-Jamás-

Sonrei y bese su mejilla, para deshacer el abrazo y empezar a levantarme quedándome sentada cuando algo me detuvo. Los brazos de Castiel rodeando mi cintura de manera posesiva.

Sentí un escalofrío recorrer desde mi nuca hasta mi espalda baja cuando con sus manos recorrió mi estómago.

Lentamente con sus dedos aparto mi cabello a un lado para repartir besos en el hueco entre mi cuello y hombro. Suspire.

-Castiel....-

-¿mmm?-

-¿Qué haces?-

No respondió, continuó besando mi cuello y succiono dejando un chupeton a lo que sólo pude limitarme a jadear.

Ambos par de piernas desnudas mantenían un contacto basado en roces, ante esto me parecía que nuestras pieles estaban comenzando a calentarse.

Me levanto y me recosto de nuevo en la cama pero quedando encima de mi. Dejo mi cuello y se dirigió a mis clavícula lamiendo y besando.

Mi respiración comenzaba a tornarse irregular, mientras las cosquillas se acumulaban en mi estómago y parte de mi vientre. Pues sus besos eran una mezcla, dulces y apasionados.

Su mano derecha se colo por debajo de la blusa del pijama que llevaba puesta; acariciando la piel a su disposición, lenta y suavemente. El fuego hacia el mismo recorrido que sus dedos.

-Castiel...-

Su nombre en un gemido, en una voz llena de deseo pidiendo por más. Sus labios bajando por mi pecho hasta el inicio de mis senos, apenas dejado al descubierto por el escote.

La mano izquierda acariciando el muslo de mi pierna derecha, mientras que la izquierda se enrollan en su cintura.

-Sucrette-

Su voz mezclada con lujuria y amor, escondía mi cuerpo. Lleve mis manos a su cabello y enrede mis dedos en este.

Aquella mano que se había colado comenzó a subir más y más hasta llegar a uno de mis pechos y comenzar a masajearlo de manera lenta pero placentera.

Quería más. Quería que Castiel tocará más de mi cuerpo, que me hiciera sentir deseada. Su mano dio un leve apretón a mi pecho e inevitablemente deje escapar un gemido.

No creí que pudiera hacer esa clase de sonidos, era vergonzoso pero excitante al notar un gruñido ronco saliendo de su boca como una respuesta ante mi gemido.

Una que expresaba felicidad de causar esas sensaciones a mi cuerpo.

-Sucrette...te deseo...quiero tocar más de tu cuerpo-

-Cass...-

-Sucrette....Sucrette...Sucrette-

Abrí los ojos, Castiel no estaba encima de mi. Estaba a lado mío tocando mi hombro para que despertará.

-¿Estás bien?-

- Sí, claro. ¿porqué no habría de estarlo?-

-bueno, es que me llamaste repetidas veces, creí que tenías una pesadilla-

El color subió de golpe a mis mejillas junto con la vergüenza, tape mi rostro.

-¿Su?-

-Estoy bien...voy...voy al baño-

Me levanté corriendo y me encerró en el baño, todo había sido un sueño; no puedo creerlo.

Se sentía tan real, aún podía sentir sus dedos sobre mi piel quemandome, su voz ardiendo en deseo a la par que la mía. Entonces una sensación humana interrumpió de monólogo interior.

Al revisar que era no pude más que sonrojarme aún más. Había tenido un sueño humedo con mi novio, no es que eso fuera algo de que avergonzarse, pero...

Es la primera vez que tenía un sueño de este tipo.

Me pregunto si Castiel también tiene ese tipos de sueños.

-¿Sucrette segura que estas bien?-

-Sí, lo estoy. No te preocupes ya salgo-

-Esta bien-

Me respondió no muy convencido por mi tono de voz.

Me coloque frente al espejo. Respire profundamente cerrando los ojos y una vez me calme salí del baño dispuesta a actuar como si nada hubiera pasado. Como si no hubiera tenido ese sueño.

Claro que no todo sale como uno quiere, casi me atragantó con mi propia saliva al intentar tragarla.

Castiel, paseándose por el cuarto en ropa interior no era una visión que podrías sólo ignorar.

-Cassy...ponte ropa ¿si?

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Lo que la chica no noto fue la sonrisa traviesa de un pelirrojo que le daba al espalda, al asegurarse de que había tenido la reacción deseada en la contraria.

Castiel había escuchado a Sucrette llamarlo en sueños y al notar como su cuerpo se estremeció y como se movía comprendió que no tenía un sueño decente, así que decidió contribuir un poco para ver a su enamorada avergonzada.

No todos los días vez que tu novia tenga un sueño húmedo contigo.

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¡Taran!

¿Les gustó el capítulo?

Espero que si, se me vino muy de pronto la idea y decidí que era excelente y; así que lo escribí.

Jajajaja escriban para saber si les gustó está clase de contenido.

De ser así, tal vez capítulos más adelante pase "algo" entre Castiel y Sucrette.

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⏰ Última actualización: Apr 28, 2019 ⏰

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CDM-El Día Que Me OlvidasteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora