La Muerte viene como un amigo asustado.

En los ojos de ella.

¿Aún recuerdas tu adolescencia?
 Ana, nunca tuvo alta autoestima,         Y otras miles de palabras repetidas,  incluso,                                                                  Si hoy todo el mundo es feliz,
Eran como un tipo de familia imperfecta.
No más besos,
Fueron olvidados en la habitación de tus padres.
Guarda eso para tu primer amor.
Podría interrumpir y darte algo de silencio,
Cuando luces muy deprimida.
Después de todo, fuí yo quien desvanecio los mejores años de tu vida.
Siendo tu mi mejor amiga,
he causado arrugas en tu sonrisa,
y eras solo una niña.

Ellos dicen que te llamarán antes de tu cumpleaños,
o quizas para el lecho de tu muerte.
En el cuarto cerrado de tu mente,
Nadie es nadie.
En la eternidad no representamos nada,
esa acumulación de sentimientos y
emociones, programadas.
Un esfuerzo vacío, conocimiento muerto.
Es como un aburrimiento de la gente,
a la cual solíamos pertenecer,
En cunas frágiles y rotas
llenos de incertidumbre como los más divertidos.
Y ellos no están satisfechos,
con nuestra entrada al infierno.

He encontrado poderes curativos
en el mensaje de un extraño
que explora el universo,
fueron destellos de la luz del sol,
en el manto de miles de constelaciones.
Estrellas al valor de la felicidad.
Como un accidente,
un ciervo herido,
en los ojos de su salvador.

Fue un asesinato mi mayor pecado,
callado y por debajo.
¿Quieres hablar de ello?
Dices: "Te amo",
Necesito tu abrazo...
Porque aún mantengo mi mirada
en el reflejo de un cuchillo.

El mismo sueño, sostiene mi corazón,
pero como en muchos sueños
hay un monstruo al final.