Armin, ¿podemos hablar? —Dijo Lysandro, sentándose al lado del nombrado.
Me dolió mucho lo que me dijiste, ¡me mentiste! —Gritó, mirándolo. —Sin embargo, Alexy me dió un consejo.
¿Cuál? —Este abrió los ojos como platos cuando unoa labios bastante inexpertos se posaron sobre los suyos, para luego separarse.
Gracias, gracias por ayudarme con mi ortografía. —Rió, levantándose, para irse, dejando a un Lysandro bastante confundido.
Mientras tanto, Kentin era acosado por los gemelos, los cuales les decían bromas pesadas.
Y, en un cubículo del baño, el cual estaba cerrado con seguro, habían un pelirrojo y un rubio, besándose apasionadamente.
¿Cuanto habría pasado? Un mes, quizás, y ambos estaban a dos segundos de volverse novios, además, ambos estaban esperando poder llegar a la intimidad.
Cuatro horas después.
¡Castiel! —Ámber gritaba, mientras el otro se volteaba, y miraba a la rubia.
Ámber, preciosa, no me gustas, alejate. —Sonrío, mirándola, para luego, simplemente, irse, lo que no sabía, era que su "cuñada" tenía algo bastante preciado.
Mientras Nathaniel y Ámber caminaban a su casa, sin decir una palabra, esta estaba preparando todo para hablar con sus padres, al llegar a casa, como siempre, Nathaniel preparó la mesa, y cuando todos estaban en la comiendo, la rubia tomó su celular, en donde mostró a todos una foto, con la cual Nathaniel casi escupe el refresco.
¿Cómo explicarás esto? ¿Acaso es parte de tu labor como delegado besarte con el futuro esposo de tu hermana? —Dijo Ámber, bastante molesta.
Luego de eso, el padre de Nathaniel lo golpeó hasta aburrise, dejando un Nathaniel con un cuerpo lleno de marcas, y lo hechó de casa.
Mientras el otro buscaba y guardaba sus cosas en una maleta, los ultimos años, el rubio había robado suficiente dinero a sus padres para subrevivir el ultimo año de instituto, a pesar de ello, no sabía como reaccionar a todo.
Sin embargo, caminó a casa de su pelirrojo, con sus ojos llenos de lágrimas, en cuanto tocó la puerta, el otro lo miró, este se encontraba con los ojos llenos de lágrimas, simplemente lo dejó pasar, y luego se besaron, simplemente, se besaron y en ese momento, ambos supieron que lo único que necesitaban era del otro, sabían que iban a ser felices, cueste lo que cueste.
Fin.