Back to you {Stalia}

[#2] Happier

Stiles POV

Sentía un gran vacío en mi pecho, un vacío que no me dejaba si quiera respirar con facilidad, sentía como me estrujaban el corazón cada vez que pensaba en ella.

Me había levantando tarde, tenía un poco de resaca, me dolía la cabeza y tenía un poco de náuseas. Había bebido unas cuántas copas antes de irme a dormir, "para tratar no pensar en lo que había sucedido anoche".

No tenía ganas de hacer nada, si quiera de levantarme de la cama para desayunar. Era como si lo hubiera perdido todo en un abrir y cerrar de ojos.

Llamé a mi trabajo para avisar que me tomaría esas dos semanas que tenía pendientes desde hace ya un tiempo.

Había pensado en irme unos días a Beacon Hills, para visitar a mi padre y Scott, desde hace dos años que no nos vemos en persona.

(...)

Narrador omnisciente

Esa misma tarde, Stiles regresó a Beacon Hills. Aún estaba confundido, por todo lo que había pasado, pero sobre todo, tenía el corazón hecho trizas. Sentía que no era suficiente para Lydia, y por muy pesimista que sonará, sentía qué la había perdido para siempre.

Por otro lado, Malia. También había decidido visitar Beacon Hills. Llevaba una vida agitada y agotadora en Paris, y tenía dos merecidas semanas de vacaciones, las cuales había decidido utilizar para visitar a Scott y a Kira en Beacon Hills.

¿Lydia? Ella solo rentó una lujosa habitación de hotel, y solo disfrutaba de las delicias del minibar mientras pensaba en todo lo que le había dicho a Stiles la  noche anterior. Se sentía culpable, pero en el fondo  sabía que era lo mejor.

***

Malia POV

No le Había avisado a nadie que iba a Beacon Hills, quería que fuera una sorpresa.

Estaba tan ansiosa.

Sentía que habían pasado siglos desde que no veía a mis amigos, obviamente manteniamos contacto; pero ya nada era lo mismo.

Lydia me envio un texto ayer, diciéndome que todo iba de maravilla. Cosa que me alegró.

¿Stiles? Desde hace 6 años, no escucho el sonido de su voz.

(...)

Escuchaba mi playlist sonar en el reproductor del auto, mientras mantenía la mirada fija en el camino. Trataba de concentrarme, para tratar de conducir "decentemente".

El estómago me rugia, moría de hambre y estaba en medio de la nada. La estación de servicio más cercana estaba a 20 kilómetros de aquí y no creo aguantar tanto tiempo.

Decidí estacionar el auto a un lado de la carretera para sacar las papas fritas que tenía en la cajuela.

Bajé del vehículo cuando ningún auto pasaba, obviamente no quería que me atropellaran.

Saqué rapidamente las papas y me volví a subir al auto para continuar mi rumbo.

(...)

Stiles POV

Estaba cerca, solo faltaban unas millas.

Había manejado más de dos horas continúas. Sentía hormigueos en mis piernas, pero no quería parar. Quería llegar de una vez por todas; así que continúe.

***

"Bienvenido a Beacon Hills".

Finalmente, ya estaba aquí. Primero quería visitar a mi papá, luego darle la sorpresa a Scott.

(...)

Estacioné el Jeep frente a mi casa, y con los nervios de punta toqué la puerta.

— ¿Stiles? — una expresión de sorpresa robó el mi padre. — Hijo, ¿qué haces aquí? — dijo mientras me estrujaba entre sus brazos, como los viejos tiempos.

— Solo quería pasar a saludar — murmuré con alegría. Estaba tan feliz de estar aquí.

(...)

Estuve unas horas hablando con mi papá, perdí la noción del tiempo. Y sin darme cuenta ya era de noche.

Me dirigí a casa de Scott, ansioso de volver a verlo.

***

Llegue rápidamente a casa de Scott, 
estacioné el Jeep velozmente, me bajé ansioso y toqué la puerta insistentemente.

Kira abrió la puerta. —¡Stiles!—me abrazó con emoción, casi dando saltitos de felicidad con inocencia. Le devolví el abrazo con una grata sonrisa en el rostro.
— Ven, pasa. Ya estamos cenando — dijo mientras jalaba dentro de la casa para cerrar la puerta con fuerza.

Scott corrió a abrazarme con emoción, la felicidad era notoria en su rostro. — Me alegro de que finamente estés aquí — murmuró aún dándome el abrazo de oso.

— Bien, si quieres que me quede, procura no asfixiarme primero — dije un tanto sarcástico.

Cuando nos separamos, mi campo de visión se liberó y la pude ver sentada en la mesa.

Era Malia.

Comía su trozo de pizza con rapidez hasta que notó mi presencia. Se detuvo con inocencia y dejó la pizza a un lado para levantarse.

— Hola — dijo con timidez mientras caminaba para darme un cálido abrazo.

— Hola — respondí mientras le devolvía el abrazo.

— Me alegra que estés aquí
— dijo mientras cortaba el fugaz abrazo.

Todo se había vuelto un tanto incómodo.

— A mi también. — tuve un momento para detallarla. Tenía ese mismo estilo juvenil de hace seis años, no había cambiado nada. Solo se veía más feliz, lo que le sentaba bien, muy bien.

(...)

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Espero que apoyen esta novela tanto como las demás. Ya que le estoy poniendo mucho empeño.

Con amor. Ivs