—Hubo un momento en el que mi vida se destrozo y no sentia nada más que un terrible dolor dentro de mi. Todo siempre ha sido así, hasta que...
—¿Hasta qué?
—Hasta que te vi sonreir, no senti las tipicas mariposas, si no que por primera vez me sentia en paz. Podia respirar sin esforzarme y no tenia que forzar mi sonrisa cuando estaba contigo.
—Gracias.
—Eso es lo más cortante que pudiste haber dicho.
—Te estoy agradeciendo por quererme, no muchas personas quieren de verdad en estos días.
ESTÁS LEYENDO
Notas de Paulina
Short StoryPequeños escritos que han salido de mi mente en momentos de crisis