42

12 2 0
                                    

Se supone que todo era un juego, pero te quiero. Son las tres de la madrugada y estoy esperando como cada noche a que me des una señal de tu amor. ¿No me extrañas? Realmente te necesito, necesito que me abraces y pongas tu cabeza sobre mi hombro. Necesito sentir tu respiración en mi cuello, necesito sentir tu olor, extraño el sabor de tus besos. Necesito tus caricias sobre mi pelo. Quiero que tus manos tomen mi cintura mientras me besas, y yo quiero estar tocando tu espalda. Quiero sentir tu calor y escuchar a tus labios diciéndome que me quieres. Eres tan jodidamente especial, tan estúpidamente hermosa. Me hubiese gustado hacer más, quería vivir un poco más de mi vida junto a ti. Esperaba un día ser llamada tu novia. Y es qué cómo no extrañarte, si cada inseguridad la convertias en pasión, me hacías sentir que ya no era tan inútil y que por una vez alguien podía tener al menos un pequeño interés en mi. Me gustaba abrazarte y poner mi cabeza en tu pecho, me hacia pequeña, sin importar que yo fuese más alta. ¿Fue real para ti? Solo necesito que me respondas eso, porque necesito que el nudo de mi garganta se rompa. No puedo seguir en la presión en el pecho y el sabor amargo en mi boca. Inconscientemente pido que me vuelvas a besar, extraño la forma en la que nuestras lenguas bailaban; era lo más perfecto del mundo. Sentía que nuestras manos estaban hechas para estar juntas por toda la eternidad. Quería ser la chica que amases por toda la eternidad. Realmente creo que me gustas. Si fuese una idiota, diría que estoy enamorada de ti.
Extraño tus ojos color miel y la pequeña luz verde que en ocasiones tenían. Tus alocadas cejas y tus suaves labios. Extraño todo de ti.

Lastima, ya que al parecer tú ya vives tu vida.

Notas de PaulinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora