-Esto te ayudará a sentirte mejor.- Alanna gimió de nuevo mientras tomaba las aspirinas que le estaba dando Katrina. Con un solo trago de agua se pasó la pastilla y cerró de nuevo los ojos.- No entiendo porque si sabes que eres muy mala bebiendo lo sigues haciendo.
-Tú querías que me divirtiera, eso hice.
-Tu percepción de la diversión es muy diferente a la mía. Te podrías divertir Alanna, pero no emborracharte hasta casi morir.
-Moriré si no dejas de hablar tan fuerte. La cabeza me va a explotar.- Se quejo mientras se volvía a acostar en su cómoda cama. No tenía ánimos de ir a la repostería, pero tenía que avisarle sobre eso a Matt e ir por su coche. Fue una irresponsabilidad dejarlo estacionado afuera del despacho de Mike.
-Bien, quédate descansando. Regresaré en unas horas, voy al consultorio.
-¿No se supone que descansaras estos días?. Ayer te sentías mal, Mike te ordeno que te quedaras en casa.
-Sí, pero Mike suele exagerar siempre las cosas. No me pasara nada con que vaya y atienda a unos cuantos pacientes.- Alanna asintió y suspiro.- Te quedas aquí, regresaré en la noche para ver cómo te encuentras, ¿de acuerdo?.
-Sí, mamá Katrina.- Respondió Alanna con diversión.
Después de que Katrina se fuera a su consultorio Alanna se metió a la ducha y salió con prisa para tomar un taxi e ir de nuevo al despacho. El coche estaba donde lo dejó justo en la noche. Llevándolo hasta la casa de sus dueños se sumergió en sus pensamientos. Sus lagunas mentales a causa de los efectos del alcohol siempre la frustraba, pero ahora todo había sido diferente ya que recordaba varias escenas de lo que había pasado en ese evento.
-Demonios, me comporte como idiota con ese hombre.- Exclamó al recordar al hombre del estacionamiento. Había hecho muchos desastres a causa de su irresponsabilidad, esperaba que Mike no hubiera tenido problemas por su culpa.
Cuando llegó a la vivienda de Matt estaciono el auto y se bajo. La familia de Matt era pequeña, solo sus padres y él. Pocas veces los había visto, pero sabía que eran personas muy amables y conservadores. Tocando el timbre de la puerta esperó pacientemente que alguien abriera.
-Hola.- El saludo de la mamá de Matt fue lo primero que escucho cuando esta abrió la puerta.
-Hola, buenas tardes.- Respondió Alanna con una gran sonrisa.- Vengo a entregarle las llaves a su esposo. Estoy muy agradecida que haya querido prestarnos su auto.
-No tienes nada que agradecer, al contrario. Estamos felices de que nuestro muchacho trabaje en tu tienda. Has sido una excelente jefa.
Después de entregarle las llaves y de una despedida casual Alanna comenzó a caminar rumbo al subterráneo.
*
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Mike contemplaba las hojas que tenía entre sus manos y suspiró con frustración al ver todos aquellos datos.
-¿Qué sucede?.- La voz de William lo sorprendió. Estaba tan inmenso en sus pensamientos que ni siquiera se había dado cuenta cuando él había ingresado en su oficina.
-Tengo unos cuantos problemas con un caso, nada que no se pueda resolver, pero me llega a frustrar ver todo esto.- Respondió mientras guardaba las hojas en la carpeta de nuevo y los dejaba en su escritorio. William asintió y se sentó frente a él.
-Entiendo. Si ocupas ayuda en algo me lo dices.- Mike asintió. Sabía que contaba con William, era uno de sus mejores amigos (si no que el único) que tenía en el bufete. Los demás abogados eran un poco quisquillosos con él a causa de que era uno de los abogados más jóvenes del lugar. Dudaban de su capacidad como abogado y eso lo molestaba. Con William nadie se metía, en primera porque todos le temían por su carácter, en segunda, porque era una de las personas más malditamente inteligentes del mundo. Era algo que lograba intimidar a cualquiera.- ¿Cómo se encuentra tu esposa?.
-Ella esta bien, solo era un pequeño malestar a causa del estrés que sufrió estos días pasados. Con un poco de reposo mejorará.- Respondió sonriendo. Las imágenes de Alanna y lo que pasó la noche anterior invadieron su mente. Carraspeó y volvió a hablar.- Quiero agradecerte por lo que hiciste por Alanna.
-¿Quien es Alanna?.- La confusión embargo el rostro de William. Mike sonrió.
-La chica ebria de la noche, la que llevaste a casa en tu auto.- La cara de William cambio de repente al recordarla, poniendo su rostro en una máscara fría. Mike se preguntó el porqué de ese cambio tan drástico en su amigo.- Alanna puede llegar a ser un poco difícil cuando está tomada, y sé que odias lidiar con personas así, por lo que Katrina y yo te agradecemos mucho por llevarla a casa a pesar de su estado.
-Ustedes no deberían de agradecerme, aquella mujer debería hacerlo.- Contestó sin más.- No podía dejar que manejara en ese estado, pudo haber causado un accidente. ¿Siempre es así de irresponsable?. Deberían quitarle la licencia de conducir a ese tipo de personas.
-Ella es una buena chica, solo suele comportarse de esa manera cuando bebe alcohol...que no es muy seguido.- Mike no quiso corregirlo sobre la licencia y el asunto del auto. Sabía que si le decía que no era auto de Alanna y que lo más probable es que su licencia ya estaba caducada, este se molestara aún más.
William no dijo nada más y Mike decidió no volver a hablar del tema. Era mejor dejar las cosas como estaban sin molestar más a William. Solía tener un carácter difícil de llevar.
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[Del inicio...] Back To The Start.
RomanceLealtad, Valor, disciplina y patriotismo son las palabras con las que se podía describir a Owen Fletcher. Alanna y Owen siempre estuvieron juntos, desde que tenían uso de razón. Era un para siempre que fue sellado desde que sus sentimientos fueron...